feedburner

Recibe las actualizaciones de DIARIO DE PERIODISMO

INStintaNEA

Etiquetas:

HABLAR CON LA BOCA LLENA


Apenas son las 11 de la noche pero la luz hace horas que se fue y las farolas son la poca compañía de los pocos transeúntes que deambulan por las calles de la ciudad.
Como casi siempre, ando pensando en lo mío, en lo que ha sido el día o lo que va a ser el de mañana. De repente, una voz hace que me sitúe. Veo a un hombre corriendo detrás de una mujer que agarra fervorosamente dos o tres barras de pan. Ambos quieren comer y pelean por repartirse las migas.
Unos metros más adelante, descubro el origen de la discusión: los contenedores de enfrente de un supermercado no se ven, porque los tapa un grupo de personas en busca de algo que llevarse a la boca.
Sigo caminando, ya no pienso en el día que he tenido. Ya no sé lo que pienso.
Minutos más tarde cojo un autobús que me llevará a casa. Me pongo los cascos e intento aislarme. Volver al estado en el que estaba hacía apenas unos minutos: preocupada por mí y mi día.
De repente es otra voz la que hace que me sitúe. En esta ocasión la de una mujer de mediana edad que me pregunta si hemos llegado a no sé qué calle. ¡Hoy se han empeñado en no dejarme tranquila!
La pregunta sobre su destino evoluciona y acabo descubriendo cosas como que a esa mujer le apasiona hacer ganchillo y que opina que la princesa está mejor después de operarse. Hace rato que me he quitado los cascos y que no pienso en mi día. Cuando llego a casa, trato de hacerlo, pero no dejo de darle vueltas a la mujer de las barras de pan y a la del ganchillo. Al fin y al cabo son humanos, como yo, con sus días… ¿como yo?
Ambas se habían fijado una meta para esa noche, dos metas muy diferentes pero inherentes al hombre: charlar y comer. Y es que al fin y al cabo si algo nos caracteriza, a todos, es la necesidad de alimentarnos y de ser sociales, de relacionarnos, de que nos escuchen.
Esa noche pienso en mi día y deseo con avaricia y aunque no esté muy bien visto, aunque sea de mala educación, que alguna vez todos podamos hablar con la boca llena.

6 comentarios:
gravatar
Antonio dijo...
martes, noviembre 18, 2008 1:17:00 a. m.  

Me gustó el inicio de esta sección, aunque a medida que van pasando las semanas voy entendiendo más de qué se trata y me va atrayendo más (esto es lo que los teóricos llaman 'feedback', jejeje...). Me parece original lo de captar una idea que sugiere una imagen determinada que observas en un momento dado. Y qué gran verdad, todos buscamos nuestra propia supervivencia, como la mujer que huía con las barras de pan, pero también buscamos la compañía que te imploraba la mujer del autobús al darte conversación.

Me ha gustado mucho el artículo, enhorabuena por él. Saludos.

gravatar
Patino dijo...
martes, noviembre 18, 2008 10:37:00 p. m.  

Quizá sí sea deseable, aunque no respete las convenciones sociales, el que todos podamos comer algún día con la boca llena. Ojalá aciertes, Mery, y pueda ser algún día así. La verdad, es que es muy llamativo cómo algo nimio, insignificante a simple vista, puede hacer que las personas cambien sus puntos de vista sobre la vida, sus días, sus preocupaciones...

Buen trabajo.

gravatar
Miguel Ángel Rodríguez dijo...
martes, noviembre 18, 2008 11:29:00 p. m.  

Cuando en alguna ocasión veo alguna situación de éstas, de búsqueda de comida en contenedores, de ropa, de cualquier objeto que les sirva...me siento realmente culpable. Eso es por formar parte de una sociedad que deshereda, oprime y olvida a una serie de personas que por no tener eso que tenemos todos los demás, suerte, acaban pereciendo en la más absoluta soledad en el silencio del invierno crudo.
Y eso que estamos en una sociedad con derechos, el sistema menos malo.

En fin.

Salud!!

gravatar
Marta dijo...
miércoles, noviembre 19, 2008 11:18:00 p. m.  

Este artículo te hace replantearte dos cosas: por un lado la pasividad de la mayoría ante una situación como la que describes y, por otro lado, la suerte que tenemos al vivir bien.
En cuanto a la mujer con ganas de hablar, creo que no es un caso aislado, que hay muchas personas que necesitan que les escuchemos.

María, me ha encantado la sección de hoy.

gravatar
Sara Parque dijo...
jueves, noviembre 20, 2008 4:38:00 p. m.  

Enhorabuena María por esta reflexión, por esas palabras que suscribo totalmente. Lo injusta que es la vida para muchas personas y aunque tratemos de pensar en ellas, en el fondo, lo importante somos nosotros mismos. y aunque creamos que alguien hará algo por ellas, sabemos que seguirán como están.

gravatar
Merayo dijo...
jueves, noviembre 20, 2008 11:33:00 p. m.  

Esta INStinaNEA es como un programa de Callejeros!!!!! Lo cierto es que cada día vemos más casos como este en cualquier contenedor...

Enhorabuena Mery

Publicar un comentario

Tr3s Son Multitud. La serie por capítulos