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Con la mochila a cuestas

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Espero que, tras haberos pateado – y trasegado unos cuantos litros de cerveza, que qué mejor sitio si no- a base de bien Múnich, no hayáis vuelto demasiado cansados. Por si las moscas, hoy os mando no demasiado lejos de casa. Venga, preparaos. ¿A quién le apetece visitar...?

BILBAO

O el Botxo, como se conoce popularmente por aquellas tierras. Una ciudad con tremenda historia tras de sí, pero más aún, si cabe, abierta al futuro. Realmente, uno de los lugares imprescindibles del norte de España.

Desde principios del siglo XIV, cuando Diego López de Haro le concedió el título de ciudad, Bilbao no ha dejado de crecer, primero abierta al comercio marítimo cercano, y más tarde como un importante puerto para el comercio con las colonias americanas desde el XVI. Sus ‘Siete Calles’, el centro histórico de la villa, proceden de esta época. Paseo imprescindible, sin duda. Al igual que el tapeo, del que nos ocuparemos más adelante.

A partir de la apertura de la Catedral de Santiago –una auténtica joya del gótico que no debéis dejar de admirar-, la ciudad se abrió hacia el Arenal, que es en la actualidad el centro neurálgico de la vida de Bilbao.

El auténtico espaldarazo a la ciudad llegó en el XIX, con el establecimiento de la industria siderúrgica y del ferrocarril en la ciudad. El Nervión y su ría comenzaban a contar con una importancia decisiva. Testimonio de esta época es uno de los puentes que cruzan la propia ría, el de Getxo, declarado como monumento por las instituciones. Una espectacular muestra de lo que se puede llegar a hacer con el hierro.

Junto a estos avances, la expansión de la ciudad hacia Abando, con el ensanche, que deja para el deleite algunas otras piezas arquitectónicas como el Ayuntamiento –y la Plaza Nueva, donde se encuentra- o el Teatro Arriaga, inspirado en la ópera de París.

Hoy no podemos hacer referencia a Bilbao sin citar aquello por lo que la ciudad es conocida prácticamente en todos los rincones del mundo, como es el Museo Guggenheim. Con una constante renovación de sus exposiciones, y la curiosidad en forma de perro gigante a las puertas, un buen lugar para visitar.

Otros lugares que no podéis dejar de visitar en Bilbao son la Basílica de Begoña, dedicada a la patrona de la ciudad, o la Casa de la Misericordia. Tampoco al vecino de esta última, el estadio de San Mamés, llamado ‘La Catedral’, y al que, desgraciadamente, va quedando cada vez menos tiempo para disfrutar. Una curiosidad que podéis ver en la ciudad es, para aquellos a los que les guste, una de las pocas –por no decir la única- plaza de toros en la que la arena no es del color tradicional, sino que una mezcla con cenizas hace que tenga una tonalidad grisácea inconfundible del coso bilbaíno.

En cuanto a lo relativo a la movilidad, Bilbao es una de las ciudades donde los desplazamientos son más sencillos. Cuenta con una red de metro bastante nueva, así como con un fiable servicio de tranvías, que os llevarán prácticamente desde cualquier punto de la ciudad en unos pocos minutos.

Y para disfrutar de los sentidos, aparte de contemplar la ciudad y sus monumentos, no podéis dejar los txikitos y los pintxos. Imprescindibles, tanto los unos, como los otros, sobre todo si son de txakolí, un vino que al principio parece que no... pero que acaba enganchando. Sobre todo, si vais por la parte vieja, que todo el mundo califica como la mejor para hacer esta clase de rutas gastronómicas.

Para cerrar esta visita, os dejo con un vídeo del programa ‘Muchoviaje’ en el que se hace una completa visita a la ciudad de Bilbao.



Y, para que no os perdáis, en esta página podréis encontrar un mapa turístico del Botxo:

http://www2.bilbao.net/bilbaoturismo/rollover/mapaLugares2.htm

¿Dónde iremos la próxima semana? Eso es un misterio que, por ahora, no vamos a resolver. Simplemente tened las mochilas preparadas tras visitar Bilbao, que seguro que os va a gustar

¡Hasta la semana que viene, mochileros!

4 comentarios:
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Antonio dijo...
jueves, noviembre 20, 2008 2:25:00 p. m.  

Un par de puntualizaciones:

1) Diego López de Haro concedió a Bilbao el título de Villa. Bilbao es, junto con Madrid, la única capital de provincia que no posee la categoría de ciudad.

2) El Ayuntamiento de Bilbao no está en la Plaza Nueva, sino un poco más al norte, de cara a la ría. Un puente lo comunica directamente con la zona del Ensanche.

Por lo demás, me parece una propuesta perfecta y muy bien presentada. Bilbao es una urbe (evitaremos el término "ciudad") que merece ser visitada por las grandes posibilidades para el ocio que ofrece. El lavado de imagen que le han hecho en los últimos años la ha dejado impresionante.

No sé si se nota mucho que el año pasado estuve en Bilbao y quedé encantado... ;-) Lo único que me apena es que apenas recorrí el Casco Viejo. Eso sí, mis 'txikitos' (y también 'zuritos', como cañas pero con menos cantidad de cerveza en el vaso) y 'pintxos' en la Plaza Nueva, ni mi rato jaranero por Indautxu no me los quitó nadie...

Muy buen artículo. Saludos.

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Nicolás dijo...
jueves, noviembre 20, 2008 5:30:00 p. m.  

Me ha encantado el destino de hoy, Patino. Tiene razón Antonio en la denomincación de Bilbo como ciudad. De hecho, en mi cuadrilla siempre nos cachondeamos de los bilbaínos alegando que no son de ciudad. Una parida, ya, pero les jode, hazme caso.
En cuanto a los pinchos, me permito dudar de su calidad, jeje. Prefiero los de mi tierra. El museo fabuloso. Tuve ocasión de ir cuando el diseñador Valentino expuso los trajes más espectaculares de su colección y me quedé impresionada. En cuanto a la mascota, PUPPY es una pasada y en primavera, preciosa!!

uN bESOT

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Patino dijo...
viernes, noviembre 21, 2008 3:33:00 p. m.  

La aclaración respectiva al anterior comentario, firmado desde la cuenta de Nicolás, es que es Marta. No, tranquilos, que Nico, al menos de momento, no se ha decidido por un cambio chechuá ni nada de eso.

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Miguel Ángel Rodríguez dijo...
viernes, noviembre 21, 2008 10:14:00 p. m.  

Decía la frase: "Y que no somos de Bilbao, y que somos de pueblo"...todo eso en un tono andrespajaresco imitando a la gente de casco urbano pequeño.

No es una ciudad que me llame especialmente la atención en su contenido arquitectónico, pero he de decir que sus gentes son de lo más agradable, su comida es estupenda y los THC (jeje) corren por todos los lados.

Un saludo Patineision!!!

Salud!

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