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MIL ETAPAS DE UN MAESTRO

Quizás le hayamos imitado en el colegio por medio de borratajos. También quizás Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso haya tenido el nombre más largo de la historia. Pero lo que está claro es que seguramente haya sido el pintor más importante del siglo XX.

Malagueño de nacimiento(1881), Pablo Picasso consiguió el clímax de su obra en nuestro francés país vecino, donde residió casi toda su vida. Además es considerado junto al genio Miguel Ángel como el pintor que más ha revolucionado el campo del arte. Entre guerras y represiones, Picasso se declaró siempre pacifista y comunista, así fue militante del Partido Comunista Francés.

Sus obras, las cuales superan las mil quinientas, están recogidas en distintos museos de primerísimo nivel mundial y reciben el nombre de Museo Picasso, de acuerdo con el estilo “extraño” que practicaba y que, como dicen algunos, “está por encima del resto”.

Naturalmente, Pablo Picasso no nació aprendido, y más naturalmente tampoco inició sus pinturas con el estilo con el cual reflejó la destrucción en el “Guernica” o la cruda realidad en “Las señoritas de Avignon”. Para ser más exactos, la vida artística del maestro pasa por casi una decena de etapas o tiempos en los cuales se expresa de maneras parecidas pero diferentes.

Tras vivir varios años en La Coruña, en 1895 se traslada a Barcelona donde fue nombrado profesor, con sus solo quince años, de la Escuela de Bellas Artes de la ciudad condal. Dibujante en varias revistas catalanas, fundó una, Arte Joven, la cual fue un fracaso. A la vez de realizar sus trabajos y estudios, no faltaron los cuadros.

En 1901, ya con residencia en París, comienza un estilo agrio, sobrio, que muestra la cruda realidad y que utiliza las bohemas calles del París de la época para enseñar en sus cuadros por medio de tonos azules toda la miseria humana (prostitutas, mendigos, obreros explotados,...) representados en cuerpos escurridos y alargados al estilo del Greco. En este Período Azul también se notaba una asimilación de la época posterior al impresionismo, pues muchas veces los protagonistas de sus cuadros eran cafés y bailes parisinos. El cuadro que más refleja su evolución hacia este período es Habitación Azul.

El amor llama a la puerta del joven Pablo y su estilo cambia radicalmente: del azul al rosa y rojo y una Gran Holandesa como buque insignia. El período Rosa, que lleva de 1905 a 1906, hizo más publicidad a la comedia que a la tragedia.

La exactitud, los cánones del arte...todo eso se lo pasó Picasso por el forro del pincel. Yo tampoco entendí nunca que en el arte antiguamente hubiese normas o cánones. El Retrato de Gertude Stein marca un cambio radical (no se puso bótox en Antena 3) en su obra, que se reafirmó con el famoso lienzo Las Señoritas de Avignón, en el cual su tratamiento del rostro y el desnudo femenino se conjugan con una gran profundidad y un tratamiento con ángulos y geometría, rompen todo lo establecido.

Del anterior Protocubismo deriva en una de las etapas más conocidas del maestro malagueño, el Cubismo(1908-1916). Su manera de manejar el pincel estaba tintada de neoclásica, como ocurre en La Griega o los retratos que dedicó a su hijo. El intelectualismo y el purismo de estas pinturas le hacen pintar cuadros como El Aficionado o Le Guitariste.

El neoclasicismo hace mella en los artistas de la época, y no menos en Picasso. Se acuerda de sus inicios, de la exactitud y en el reflejo más cierto de la realidad en la tercera década del Siglo XX.

El Sueño o El Bañista hacen dejar de lado al neoclasicismo y Picasso vuelve a la distorsión, reflejada muchas veces en figuras monstruosas y mitológicas. Entre el 28 y el 32, “Picasso se alió con el surrealismo”. Las composiciones de figuras con aspecto de monstruos se dieron muchas veces la mano con el arte del británico Henry Moore. Conocida es la adaptación surrealista de las clásicas metamorfosis del poeta romano Ovidio.

Ya en período de preguerra y en plena Guerra Civil Española, Pablo Picasso realizó una obra que sería conocida en todo el mundo, por mucho empeño que se pusiera en evitarlo. El Gobierno Republicano lo nombró director del Museo del Prado en 1937, y fue este el año en el que comenzó esa gran obra llamada Guernica, la cual fue inspirada en los bombardeos que el bando nacional apoyado en gran medida por la Legión Cóndor nazi llevó a cabo en esa localidad vasca. El expresionismo de esta época muestra en el cuadro la destrucción y el sufrimiento que la guerra estaba produciendo en España. Otra vez en París siguió su obra en un territorio ocupado por los nazis. En una de estas, un oficial alemán le preguntó que si era él el autor de El Guernica, a lo que Picasso respondió: “No, han sido ustedes”. Una vez finalizada la Segunda Gran Guerra, se unió al PCF.

Como habréis podido comprobar, casi no he mencionado la escultura porque, a mi juicio y solo al mío, no lo he considerado de tanta importancia como su obra pictórica. Sin embargo, durante su etapa en la localidad de Vallauris, la escultura y la cerámica (realizó más de 2000 piezas) marcaron gran parte de su obra. Allí acabó la gran escultura de más de dos metros El Hombre del Cordero. Además realizó esculturas como La Cabra y grabados basados en la temática de sus inicios: erotismo, circos...
Las pinturas de esta época fueron grandes murales como La Guerra y La Paz y otros basados en masacres bélicas.

Ya en 1963 se inaugura en Barcelona el Museo Picasso, en el cual se incluye gran parte de sus obras. En 1971, coincidente con el 90º cumpleaños del pintor, se suceden numerosos homenajes. Mientras, Picasso se veía influido en muchas de sus obras por grandes pintores de la Historia, como Velázquez o Delacroix.

El gran genio Pablo Picasso, del cual os he hecho una muy vaga aproximación, murió en Mougins, Francia, en 1973. Sus 91 años de edad dieron para mucho, creedme.