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EL CAUDILLO TRAICIONADO

Compartiendo tierras de la actual Extremadura y buena parte de Portugal, Lusitania era un pueblo que vivía a gusto hasta que el Imperio Romano entró en la Península. Cuando en el siglo II antes de Cristo los romanos se disponen a conquistar tierras lusitanas, un hombre, un guerrero, el último Caudillo lusitano estaba al mando de su pueblo. Era Viriato(180 a.C- 139 a.C), el que tuvo en sus manos a media Hispania y que solo la confianza acabó con él.

Los caudillos lusitanos querían dar y no recibir, por lo que después de causar muchos daños al ejército romano de Cayo Vetilio pretendían firmar un pacto con ellos. Viriato les recordó que Galba les había traicionado y propuso hacer la guerra contra los romanos. Los lusitanos, entusiasmados, tomaron armas y se encaminaron hacia la guerra. Dicen que la guerrilla la inventó el Empecinado en la Guerra de Independencia española, pero no; Viriato era muy inteligente, y al ver que los romanos estaban mucho mejor armados, preparó un sistema de guerrillas armadas con lanzas de hierro y tridentes, y venció al ejército de Vetilio en Trobila. Muchos ejércitos romanos intentaron vengar a sus compatriotas, pero a Viriato cada vez se le arrimaban más tribus lusitanas. Era todo un líder de masas, el Nadal de la época pero con más genitales.
Las victorias de Viriato iban unas detrás de otras, hasta el punto de que Roma tuvo que enviar a mediados del siglo II a.C. a ciento cincuenta mil hombres y a dos mil jinetes a Fabio Emiliano para reforzar el ejército de Cayo Lelio, que consiguió frenar el área de movimiento de los lusitanos. Digamos que los romanos ficharon a Ronaldinho y los lusitanos deberían esperar a próximas temporadas. Sin embargo, la garra de los lusitanos hizo que Lelio perdiese casi todos los refuerzos en Ossuma.

Emiliano, rabioso, decidió declarar de nuevo la guerra a Viriato para ser derrotado una vez más en la ciudad portuguesa de Beja, la cual fue la llave para que los lusitanos llegasen hasta Granada e incluso Murcia. Todo un éxito.

Roma aprendió del error, y mandó a un ejército junto con uno de sus mejores generales, el gobernador de Hispania Ulterior Serviliano Cepión. Pero la Sierra Morena sería gran aliada de Viriato y éste logró vencer una vez más a Roma. Lejos de aniquilar a los soldados romanos, el caudillo lusitano accedió a firmar un tratado de paz con Serviliano y les dejó marchar. El general romano declaró a Viriato Amigo de Roma y reconoció que éste era el líder de todas las tierras bajo su mando.

Como en todo país, por poco que nos guste, las órdenes centrales van a misa y Roma decidió no dar validez al tratado de Serviliano. Ya idos de la cabeza, los romanos cayeron en la cuenta de que sus múltiples derrotas bajo el cuadro lusitano se debía al gran liderazgo que Viriato había conseguido. Así, en el año 139 a.C. Marco Pompilio Lenas sobornó a tres hombres de Viriato con el propósito de llegar a un acuerdo de paz. A la llegada de éstos al campamento, Áudax, Ditalco y Minurus asesinaron a Viriato convirtiendo al gran guerrero lusitano en un personaje importante en la Historia de España y de Roma.

Cuando los comandantes de Viriato regresaron al campamento romano para pedir su recompensa, el cónsul Escipión ordenó su ejecución alegando que “Roma no paga a traidores”. La traición dicen que se debe a que Lusitania no atravesaba por el mejor momento económico debido al asedio romano.
Murió el caudillo, acabó la resistencia y llegó el mito. Las guerras no terminaron inmediatamente, pero sin Viriato Lusitania no aguantó mucho más. Los romanos pudieron centrarse en la Hispania Citerior, donde Numancia llevaba cuatro años plantando cara al ejército romano.

La Lusitania acabó romanizándose, pero varios siglos después con la llegada de los musulmanes y la evolución de la Historia dieron lugar al oeste el Reino de Portugal y al este la actual Extremadura.

Ahora, tras tantos siglos e incluso milenios, historiadores de los distintos países portugués y español reclaman al héroe para ellos. Unos dicen que era portugués, otros que extremeño y otros incluso que salmantino. Pocas pruebas hay, pero lo que yo tengo claro es que Viriato no era de ningún país actual, era Lusitano.