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LA MÁQUINA DEL TIEMPO

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EL AZOTE DE DIOS: ATILA


El Rey de los Hunos, el que por donde pisaba ya no crecía la hierba, el azote de Dios como algunos le llamaban, un personaje que ha pasado a la Historia como el gran conquistador y excelente guerrero, terrible y mezquino para unos, buen caballero y de gran nobleza para otros.
Dicen que los hunos, pueblo del suroeste de Europa, eran un grupúsculo occidental de los hsiung-nu, de ascendencia mongola y turca y con muy mala leche. Su gran entendimiento del arte de la guerra y el entrenamiento totalmente riguroso que llevaban a cabo les regalaron grandes victorias sobre pueblos mucho más civilizados y avanzados que ellos.
Los cuentos de cuna de Atila no están escritos, al igual que sus tardes de juegos infantiles, pues no existen datos que nos describan como era este peculiar personaje que se hizo un hueco en nuestra memoria a base de tortazos.
Nació en el 406 y en el 434, tras la muerte de su tío el Rey Rua, se puso al mando de todas las tribus hunas junto con su hermano Bleda. Por aquel entonces, el Imperio Romano, que estaba gobernado por el emperador Teodosio II, llevaba a cabo unas importantes negociaciones con el pueblo huno; varias tribus de éste se habían refugiado en la parte oriental del Imperio Romano, pues renegaban de pertenecer a los hunos. Finalmente Atila y su hermano Bleda consiguieron más resultados que los principales además de meter miedo al emperador. Y no era un miedo de los que se olvidan al dormirse, sino que Teodosio ordenó la construcción de las primeras murallas marítimas y así fortalecer el muro de Constantinopla, por si las moscas o los hunos.
Mientras, Atila se entretenía invadiendo Persia, pero volvió con las orejas gachas. De momento no les interesaba el Imperio, pues había pasado poco tiempo desde la negociación. Pero tampoco es que esperaran mucho. Rompiendo el tratado que habían firmado con Teodosio II, atacaron a varios mercaderes en la frontera del imperio de oriente por donde fluía el Danubio, alegando que los romanos también habían roto el tratado, ya que, según los hunos, el obispo de Margus (cerca de Belgrado) había cruzado el gran río para saquear las tumbas reales hunas.
Los hunos deseaban la guerra abierta, y como las ganas pueden más que la conciencia decidieron y atacaron algunas ciudades imperiales de la ribera del Danubio. Por supuesto no quedó ahí la cosa, sino que avanzaron hasta Margus, pues el obispo que iba a ser entregado por los romanos, se adelantó, rindió y entregó la ciudad a los hunos.
Este pasaje es muy importante, pues es el comienzo de la conquista de los Balcanes, en la que Atila empieza a ser un personaje temible e importante. Teodosio por su parte preparaba a las tropas del norte de África y con esto se pensaba que los hunos no eran para tanto. Ciertamente el emperador se cegó y cayó como un pardillo, pues Atila y Bleda retomaron la campaña y arrasaron por el Imperio oriental todo lo que encontraron a su paso, hasta que Teodosio se rindió y reconoció la derrota.
Hubo un tiempo de calma en el pueblo huno, pues sus propósitos estaban cumplidos. Durante ese tiempo, en torno al 445, Bleda murió, por lo que Atila quedó como Rey único de todos los hunos.
Los bárbaros habían abandonado Constantinopla, la cual atravesaba ahora por una época de epidemias y hambrunas. Atila, que no se conformaba con poco, decidió volver a esas tierras y, cómo no, derrotó al ejército romano de Arnegisclo y se quedó sin oposición. Qué cosa hay mejor que dedicarse al pillaje y al saqueo...y así fue, llegando los Hunos hasta sitios realmente lejanos, incluso a las Termópilas. Por cierto, menos mal que Flavio Constantino apareció por Constantinopla para arreglarla que si no...

Y qué listo era Atila. Sus guerras no eran en vano, sino que establecía sistemas de tributos. En este caso, se abrieron unas negociaciones con el Imperio para ver cuánto oro le debían dar a Atila. El dárselo o no era indiscutible.
Con todo lo mal que los Hunos se llevaban con el Imperio Romano de Oriente, no era así con la parte occidental, aparentemente. Atila propuso a Valentiniano III, su emperador, acabar con el reino visigodo de Toulouse, cosa que iba para delante. La relación se rompió por causa del intento de matrimonio de Atila y Honoria,la hermana de Valentiniano, el cual se negó y estuvo a punto de matar a su hermana. Atila, cabezón como el solo, no aceptó la negativa del emperador y le retó a recuperar lo que era suyo.
Mientras Marciano, sucesor de Teodosio, suprimía el tributo de los Hunos, éstos dejaban vacíos los Balcanes.
Como no tenía otra cosa que hacer, Atila se involucró en la guerra sucesioria de los Salios apoyando a uno de sus hijos, enfrentándose así con Aecio, gobernador del Imperio Occidental, el cual tenía las de perder, pues el Rey Huno tenía alianzas con múltiples pueblos fuera del Imperio además de tener juntas a todas sus tribus.
Cuando Atila llega a Bélgica en el 451 con un numerosísimo ejército, no es que lo hiciese por placer, pero se sabían cuales eran sus intenciones. Se metió de lleno en lo que hoy es Francia y tomó Metz. El Rey visigodo Teodorico I tuvo que aliarse con Aecio, los cuales con su ejército combinado consiguieron vencer a Atila.
Como el amor lo puede casi todo, Atila volvió a Italia a reclamar su matrimonio con Honoria, y ya de paso saqueó unas cuantas ciudades y sembró el pánico, el cartel más normal en Atila. Así, Valentiniano, que tenía su residencia en Rávena, huyó a Roma. El Rey huno acampó en el Po, donde una embajada formada entre otros por el Papa León I acudió a negociar. Atila comenzó a replegar sus tropas sin reclamar tan siquiera el matrimonio con Honoria. Algunos cuentan que Atila se fue porque las epidemias y la hambruna diezmó a su ejército, que puede que sea lo más fácil; también se ha especulado que las tropas que Marciano envió al Danubio forzaron su retirada, o que fue gracias a León I, además de una supuesta entrega de una ciudad de oro...como andaban algunos...
Así, el Rey guerrero Atila, dejó Italia y se embarcó en un nuevo propósito: Atacar Constantinopla y recuperar el tributo que Marciano les retiró. Fue imposible. Atila sufrió una hemorragia nasal grave y murió. O, según dicen algunos, fue una vícitima de la violencia de género siendo asesinado por su mujer.
Sus soldados, muy tristes por la muerte de su jefe, lloraron su ausencia cortándose el pelo e hiriéndose con sus espadas, pues como dijo Jordanes “el más grande de todos los guerreros no había de ser llorado con lamentos de mujer ni con lágrimas, sino con sangre de hombres”.
Dicen que los buenos mueren jóvenes; bien, Atila murió a los cuarenta y siete años, en plena etapa de adulto, pues tenía cosas buenas como luchar hasta el final por lo que quería y cosas terribles, como utilizar en su lucha elementos verdaderamente criminales. Pero en ese tiempo eso estaba bien mirado, incluso te hacía ser un héroe.
Sus hijos, retrato de su padre, lucharon a muerte por la sucesión, una sucesión que ya no sería lo mismo que el mandato de Atila, Rey de los Hunos, el hombre que desafió al gran Imperio de la antigüedad.

5 comentarios:
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María Núñez de Pablo dijo...
miércoles, marzo 07, 2007 12:28:00 a. m.  

BIENVENIDO CON TU MAQUINA DEL TIEMPO!! la verdad es que me encanta que el blog crezca poco a poco con secciones como esta con las que aprendemos cantidad! si luego se me quedase en esta cabecita loca...
El tema que has escogido me parece excelente pare empezar, ya que al remontarte tanto en el tiempo descubrimos un Miguel más objetivo, lo que espero permanezca en esta nueva sección.
No sabía nada del Atila este en cuestión...mis profesores de historia (al menos los ultimos) no han sido prodigios y yo nunca di esto...(O no lo recuerdo, que sería peor aún...)
Pasaab de la cultura clásica y esas cosas, asi que por otros medios tampoco me he informado.
Hoy, gracias a este post, sé un pokito más de la historia de Roma, de las conquistas, de las batallitas...gracias x eso, entonces.
POr cierto, si yo me muriese ¿tú también te cortarías el pelo? lo de herirte con la espeda ya me da un poco más igual pero lo otro...jeje! es cooooñaaaa!
Bienvenido de nuevo y sigue adelante, que sé que cuesta hacer esta sección, pero se nota el currele majo!
BESAZOS!!!!!

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Sara Parque dijo...
miércoles, marzo 07, 2007 12:07:00 p. m.  

Otra nueva sección!!! Bieeen!! Mi profesor de mates, alguna vez que otra decía... "El Uno... ¡Atila!" (un chiste bastante malo por su parte...).
Que irónico final para Este guerrero... ¡Hemorragía nasal! Y bueno ya se que son cosas de la época... pero que pasa? que las mujeres no tenían sangre??...
Buen trabajo Miguel! Hasta la próxima entrega!

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Patino dijo...
miércoles, marzo 07, 2007 12:30:00 p. m.  

Grata sorpresa la nueva sección del Melenas.

Y grato personaje, en cuanto a que es un gran desconocido, el que has escogido. La verdad es que poco más sabía de Atila que el dicho famoso acerca del caballo y la hierba, pero por lo que cuentas debió ser un gran tipo, al menos militarmente. Amén de su curioso final.

Enhorabuena, me ha gustado el tema que has elegido para la sección.

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alexin dijo...
miércoles, marzo 07, 2007 1:35:00 p. m.  

Jder con el Atila era un bicho malo eh?? aunque el tio se lo curraba, no me extraña que le tuvieran miedo, ese no tenia ni piedad ni compasion por nadie,

Oye miguel me encanta esta nueva seccion que nos has presentado me parece cojonuda y me encanta como escribes y como lo cuentas, sabes a mi que me gusta muxo?? la mitología giega y Roman me parece superinteresante, asiq si ves algun filon xahi tmb molaria.

Muy bien y te espero el martes que viene.Ciao ALeX

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Sarita dijo...
miércoles, marzo 07, 2007 2:08:00 p. m.  

Ahora lo entiendo todo!!!! mi mama me dice los sábados, cuando ve como dejo la habitación: "joder hija, ni atila!!" gracias miguel!! jajaja Bueno bueno, un par de cosicas que me salen de ojo: por favor, a nadie le hace gracia el nombre Teodorico?? jajajajajajajj mi hijo se va a llamar asin: qué rico teodorico, ya tengo hasta eslógan.

Otra cosa, que veo que sí que ha llamau la atención: vamos a ver, un fulano que arrasa con todo se muere de una hemorragia nasal??? pero por dios...que triste...me mola más el final alternativo violencia de género y tal, porque mucho amor mucho amor, pero a la Honoria seguro que la dejaba en casa cuando se iba por ahi de fies...jejej

Y por último, Mery no seas jodia!! Por qué se cortaban el pelo?? osea que se corten no se, pero el pelo...si es pa causarse dolor es que eran unos "metrosesuares" de la leche, no? jaja

Bienvenido atila, digo miguel (lo de carnicero lo teneis en comun :P) Me ha encantado!! a ver si consigues que me culturice, que con este tono ameno no me va a costar...un beso!

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