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Anteriormente en Pasión de Periodistas… Jorge secuestro a Nicolás allá por el primer capítulo de la serie, sus compañeros de clase le rescataron pero nuevamente fue secuestrado. Los periodistas viajaron a las islas Canarias, Egipto e Italia. Sortearon los mayores peligros que se podían imaginar. Se enfrentaron a los villanos más villanos de la época y por fin, la mayor parte de sus problemas habían terminado…Pero aun les esperaba un último capítulo. Podía haber sido el 10, el 11 o el 12, pero no…La última aventura de nuestros héroes debía acabar en el 13… ¿Coincidencia? Para nada…

Los periodistas regresaron a Valladolid. Allí habían empezado todos sus problemas y allí debían terminar. Estaban agotados y debían tomarse un “refrigerio” así que entraron en el primer bar que se encontraron…Era el Zafiro. Una vez allí, se dispusieron a pasar una tarde de domingo entretenida. Tamara con sus máquinas, Nicolás y “su sentimiento” jugaban al PhotoPlay geográfico. Parquesol, Patry, Gala y Palencia echaban una partidita al billar…Y el resto, en su mesa de siempre jugando al Party Edición Expertos. Stanich tiró el dado y salió el color rojo. Cogió la carta correspondiente y se dispuso a leerla. –“¡Anda!”- Exclamó el joven. –“Si la tarjeta está en blanco…”. Miguel Melenas propuso cambiar de tarjeta pero Sarita no lo permitió: “Chicos, ¿no os acordáis de ‘No veo, no veo’?- Sus compañeros no sabían de que estaba hablando la chica. –“Cuantas tardes nos pasamos en estas mismas sillas con las gafitas naranjas intentando dibujar…”- Explicó Sarita. Todos recordaron la mecánica del juego y se pusieron a buscar las gafas en la caja. No aparecían por ningún lado. Mery se levantó de la mesa y se las pidió a la camarera. La joven se metió en la cocina y le saco una cajita de lentillas. –“¿Y esto?- Dijo Mery. –“Estamos en 2016, ya nadie lleva lentillas. Ahora el Party lleva un par de lentillas.” Mery fue a la mesa y le contó la novedad del juego a todos sus compañeros. La chica destapó la caja y Patry dijo: “Foooooo, menudo asco…Las lentillas están mugrosas. ¿Quién se las va a poner? Todos miraron hacia Rober a lo que le muchacho dijo: “¿Yo? ¿Pero por qué? Gala soltó el palo de billar y le dijo: “Chico, tu hermano es el mejor óptico del país, si se te jode la vista, ¡¡¡te la reparan gratis!!!”. Roberto entendió la postura de sus amigos y cogió las lentillas para ponérselas. -“¿Te las vas a poner? Venga hasta luego” –Dijo Mery.

Roberto tenía puestas las lentillas mugrosas. Sus ojos se empezaban a poner rojos y a la vez comenzaba a ver lo que ponía en la tarjeta: -“Os espero en la calle 13. Numero 13 Piso 13”- Leyó el muchacho. Todos se quedaron muy extrañados. Esa frase les sonaba al trabajo de audiovisual y parecía una broma, pero todos salieron hacía la calle citada. Cogieron el coche de Patino, un super clio 20 plazas, y salieron hacia la dirección indicada.

Una vez allí, los chicos tocaron el telefonillo del piso 13. Una voz les contestó: -“Suban señores”. La puerta se abrió. Se distribuyeron en ascensores y se encontraron frente a la única puerta del piso 13. Bea tocó la puerta suavemente y nadie respondió. Villa tocó el timbre y nadie abrió la puerta. Cansados de esperar, Alex gritó (con voz de Anatomía de grey): -“¡¡¡Que abras pringao¡¡¡”. La puerta se abrió un poquito. Stanich corrió hacia ella para que no se cerrara. Abrió con tanta fuerza que la puerta hizo tope se paro en seco y la cabeza del cantabro se estrelló contra la barra de la puerta. Todos entraron en la casa mientras el chico caia al suelo por el dolor. Miguel León era el último y al ver a su ex tirado en el suelo no pudo hacer otra cosa que decir: -“Oyeeeeeee, ¿no vais a ayudarle?”- Nadie contestó. Miguel miró los ojos de Stanich y decidió olvidar todo lo ocurrido. Tocó su oreja izquierda y saco un hielo de ella. Era un truco de magia que le habían enseñado hace años…Stanich se puso el hielo y los dos chicos se apresuraron a seguir a sus compañeros. Todos se reunieron en el salón. Estaba vacío completamente. Martita vio una puerta y se acercó. Cogió el pomo y abrió despacio. Todos miraban expectantes…Todo estaba oscuro, pero la riojana entró sin pensárselo. Sus compañeros la siguieron…

Era asombroso…Esa puerta era una puerta en el tiempo. Habían retrocedido 10 años, estaban sentados en clase. No había profesor, pero estaban en la clase 13. ¡¡¡Habían regresado a su segundo año de carrera!!! Sarita no podía parar de llorar: ¡¡¡No, otra vez no, yo no quiero volver a estudiar Teoría!!! MariPalen se levantó de su asiento e intentó calmar a sus compañeros: -“¡Chicos, siempre llevo un parchis conmigo. ¿Os hace una partidita?”- Solo Tamara, Gala y Nico se calmaron. El resto seguían muy nerviosos. Rober se acercó a la mesa del profesor y vio que el cajón estaba abierto. Dentro había un sobre. Lo abrió y leyó en voz alta: -“Quiero pediros disculpas”. Todos se miraron y descubrieron de quien se trataba la nota. Sin pensárselo dos veces, todos los periodistas salieron de clase y de dirigieron a 2ºA, alguien quería solucionar los problemas del primer año. Y así fue. La clase estaba casi vacía. Solo Jorge se encontraba en ella. –“Señores, señoritas…Siempre se me dio bien hablar, pero hoy no se que decir. He llegado del futuro y al igual que vosotros…He cambiado. Han sido muchos los programas que he producido. Son muchos los trabajadores que han trabajado gratis para mi…y eso tiene sus ventajas. Mirad por la ventana…”- Nuestros protagonistas observaron un Jet privado en la parte trasera de la facultad. –“Mi forma de pedir perdón es un viaje”- Apuntilló Jorge. Todos estaban encantados menos Stanich: -“No jodas tio, que con el golpe de la puerta ya he tenido bastante mareo…”- A pesar de esto, todos los periodistas desfilaron uno a uno hacia el avión en plan supermodelo 2016…No les resultó difícil…no era la primera vez que lo hacían…

El avión despegó y los periodistas se embarcaron en un viaje sin destino conocido. Todo iba perfecto. Tamara jugaba a la tragaperras de bolsillo, Nico escribía su sección de deportes para que no le pillara el toro y el resto se divertía con un parchis gigante. Después de dos horas de vuelo, el avión comenzó a tambalearse. –“Son turbulencias”- Dijo Jorge. Los movimientos del aparato cada vez eran peores. Cayeron las mascarillas de oxigeno del techo. Todos gritaban. Sus vidas estaban apunto de terminar. Era el final. Se abrazaron todos en plan comuna “Hippie” e impactaron contra el suelo.

Varios minutos de confusión. Nadie parecía haber sobrevivido a la tragedia…De entre el amasijo de hierros surgió un hombre. Era Jorge…Estaba asombrado con lo ocurrido y cuando iba a derramar su primera lágrima, todos sus compañeros salieron uno a uno e ilesos de los escombros. -“Qué bien que estéis vivos, amigos. Esto hay que celebrarlo y como estamos lejos de casa de Tamara y Gala para hacer botellón, os invito a mi bodega subterránea.- Dijo Jorge. Todos se quedaron asombrados: -“¿Tu bodega subterránea?”- Dijeron todos. “Si. Os he dicho que tengo mucho dinero y casualmente hemos caído en una de mis islas desiertas”

Los periodistas siguieron a Jorge hasta la bodega. Era un poco extraña. Más bien parecía una escotilla o un bunker. –“Pasad, amigos, pasad”- Dijo Jorge.

Los chicos entraron y descubrieron una sala enorme llena de micrófonos y cámaras en plan Gran hermano, y una larga mesa llena de tortillas de patata. Los periodistas corrieron hacía la comida. Stanich comenzó a mezclar el calimocho. Todo era estupendo. ¡¡¡Era el día de la tortilla!!!

Jorge se había quedado en la puerta observando a sus amigos. Los observaba con recelo…El no había olvidado lo sucedido en 2005. Echó una de sus sonrisillas malignas y cerro la puerta del bunker con llave. Nuestros protagonistas no podían dar crédito a lo que estaban viviendo. Una vez dentro escucharon la voz de Jorge: -“Sois míos, y ahora os educaré con mis valores”. Todos se asustaron. Jorge se alejó del bunker. No paraba de reírse, parecía que esta vez había ganado. Caminaba hacía la sala de cámaras desde donde observaría a sus conejillos de indias. El cielo se ennegreció. Jorge corrió hacía un cocotero para resguardarse de la lluvia con tan mala suerte que un rayo le cayó encima…Jorge estaba calcinado y la llave que habría el bunker también había sido desintegrada… ¿Lograrán salir nuestros amigos de aquel bunker?Recordad que dentro está el asesino/a de Natalia Ortega... Algun día lo sabremos…