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Reflexiones a Pilot Rojo

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SAN CARLOS, EL ROJO

Hace poco un tal Enrique de Castro era entrevistado en el programa de Jesús Quintero con una descripción debajo de su nombre en la que ponía “Cura Rojo”. A mi me hizo mucha gracia, y dado a que el color de su descripción es muy agradable para mi vista, lo escuché. Cuanto más tiempo pasaba más corta se me iba haciendo la entrevista y más me estaba gustando; pero lo más importante es que un cura con sus sencillas respuestas me confirmó lo que ya sabía sobre la Iglesia Católica y su desorden moral y ausentismo democrático. Acabé literalmente idolatrando a ese señor, que por si no lo había dicho sí, era un cura.

Prostitutas, drogadictos, inmigrantes, ateos, musulmanes... todos tienen cabida en la parroquia de Enrique de Castro y sus dos compañeros de no sotana, y muchos de ellos tienen las puertas abiertas de sus casas. Han sacado de la miseria a inmigrantes, de la heroína a drogadictos y de las frías e imprevisibles calles a alguna que otra prostituta. Como “Dios es amor” y ellos son sus representantes en la tierra, reparten todo el amor que Dios les transmite incluyendo el suyo propio para que poco a poco la sociedad vaya cambiando a mejor. El barrio de Entrevías está encantado con la labor de la parroquia de San Carlos Borromeo, de su cura de barrio perteneciente a la Teología de la Liberación y de esas misas democráticas en las cuales todo el mundo puede participar.

Evidentemente este caso tan curioso se me quedó guardado en mi inconsciente pero no fue una cosa para tenerla presente en mis conversaciones. Sin embargo, al mes y pico un reportaje de un periódico decía que los parroquianos estaban manifestándose en contra del cierre de su iglesia y, casualidades de la vida, era la de San Carlos Borromeo. Aparecía una foto del “Cura Rojo” y una contestación en la que animaba a la lucha pacífica para evitar el cierre de la parroquia de todos los hombres.

Resulta que Rouco Varela, ejecutor de la petición llegada desde El Vaticano para callar a estos “curas sociales”, no puso ningún impedimento a los del gobierno eclesiástico y dio a conocer las razones por las que cerraban la Iglesia: La liturgia no se ciñe a las normas de la Iglesia (siempre las normas), los curas oficiaban la misa en camisa y pantalón dejando la sotana en el perchero y en vez de dar ostias en la eucaristía, daban rosquillas que las propias mujeres del barrio elaboraban. Bien, creo que estas son excusas totalmente estúpidas. La jerarquía de la Iglesia Católica no entiende de democracia, no entiende de igualdad, no entiende de labor social, no entiende dignidad y, por supuesto, no entiende de pluralismo. Ya encuadrar a Enrique de Castro dentro del grupo de sacerdotes que quieren modernizar la Iglesia y que critica a todos los poderes (no va a ser menos Ratzinger), le da muchas papeletas para no ser bien visto dentro de la organización. Si además ofreces cama a un musulmán según como están las cosas o recibes en la parroquia a un ateo y simpatizas con organizaciones socialistas o comunistas, estás muerto. Lo de las rosquillas es la excusa que todo niño sabría poner. Son los propios ciudadanos los que han pedido el cambio de “producto” ya que les era muy difícil explicarles bien a sus hijos el porqué de la eucaristía, es el pan que amasa el pueblo y se supone que la Iglesia está al servicio del pueblo, no el pueblo al de la Iglesia. Y si Dios sigue siendo amor, esto deberían reconsiderarlo. Si Jesucristo se hacía igual que sus seguidores, si Jesucristo dejaba voz y voto a los apóstoles los cuales eran el pueblo, la Santa Sede no está predicando la palabra de Jesús, sino la palabra de don Dinero, el único Dios verdadero. Jesús no tenía una ropa especial para los discursos, porque era pobre e igual al pueblo llano. Ahora parece que lo bien visto es oficiar misas rodeados de oro y plata vestidos con diseños de Armani pisando con unos zapatos de Channel. Como decía Enrique de Castro, “eso es ofender a los pobres”.

La historia de nunca acabar, la de las Mil y un Millón de Noches, sigue su curso hasta ningún fin. Si de verdad acabar con las injusticias y con la pobreza es el acometido de la Santa Iglesia, despedir a uno de los mejores trabajadores de la empresa no es la solución. El caso es que problemas de sueldo no han tenido, quizás unos flecos que han quedado sin resolver, como las ideas de los sacerdotes o el que estos acogieran a la escoria de la sociedad, aquellos que, por no vivir en una familia como su dios manda, no tienen derecho al cielo para la Iglesia. Amén.

7 comentarios:
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María Núñez de Pablo dijo...
lunes, abril 16, 2007 11:52:00 a. m.  

San Enrique de Castro, sí señor. Y es que a todos nos gustaría que los religiosos que nos rodean cumplieran con su palabra. Castidad, pobreza y obediencia, no? no era eso lo que todos y cada uno de los que se ponen sotana o hábito habían firmado con su Señor el de las alturas? pues que empiecen por lo más sencillo.

¿Castidad? siento mis palabras directas, pero es cierto que la mayoría no la cumplen. Embarazos ocultos, abortos (sí, señores, abortos) a escondidas y sin ninguna garantía, abusos a menores...denunciable pero oculto (y que conste que no hablo sin conocimiento, hay libros que lo demuestran)(...) (y no, nunca un cura ha abusado de mí ni intento poner pruebas al más puro estilo María Patiño xD)

¿Pobreza? una vez más, me río. EL lujo con el que viven estos hombres y mujeres (no todos, afortunadamente)no entra en la definición de pobreza que a mí me enseñaron.
El Vaticano es su Santa Sede y reluce desde kilómetros por los millones que allí hay invertidos. Pero no solo eso. Pasamos también por las casas que se gastan algunos del clero hasta llegar a la recolecta semanal del cepillo eclesiástico (que para desgracia suya,santidades, imagino cada día es más escasa, ya que su público se reduce cada día más, limitándose a dos beatorras y cuatro mujercillas que encuentran la fé entre sus cuatro paredes).

¿Obediencia? si realmente alguien desde arriba les mandara (cosa que no creo, ya que si "Le" tenemos que obedecer, sus alumnos somos todos, no solo ustedes)no creo que sus "ordenes" fueran de este calibre.
Una iglesia limpia, que da amparo al necesitado, que hace comprender la verdadera palabra de Dios, que acoge al que no tiene sin tirarle piedras por ser diferente. Una iglesia abierta a todos y que se hace querer por todos (ateos y de otras religiones incluidos)una buena iglesia...dejemos de soñar.
Se había logrado en un rincón de España pero se ha acabado. No siempre se critica por criticar. No todo lo que lleve la palabra Dios o religión va a ser rechazado, pero los motivos son cada vez mayores.
Lo aparentemente imposible (lo heterogéneo) se estaba logrando y los de arriba lo han truncado.
Un barrio que deja de confiar en esta institución y algún feligrés menos este domingo, pero las arcas con el mismo saldo. Así se hace.

Gracias por acercarnos estos temas una semana más, Miguel. Enhorabuena por la sección, niño!un besazo enorme!!

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Anónimo dijo...
lunes, abril 16, 2007 1:16:00 p. m.  

¡¡¡Cuanto tiempo amigos!!!.
Un mes sin internet y demasiadas horas de guitarra han provocado que no os comente nada, perdón por la tardanza pero ya he vuelto.

Al tema .... jejejejej

Conozco a los Vallekanos por una extrecha relación que algún dia contaré.
Para aportar algo nuevo revelaré algo de mi oscuro pasado en un seminario, si, habéis leido bien, estuve interno en el Seminario San Agustín de Salamanca (me echaron claro) soy conocedor de la iglesia desde dentro, ya podéis imaginar.
En aquel seminario en alguna ocasión comulgamos con "Pan de pueblo" y vino de Rioja, o incluso diría que a juzgar por lo tacaños que eran aquellos curas sería de Don Simón. El cura estaba en vaqueros también, solo con la estola reglamentaria y nos pareció bastante normal, la verdad.
Lo que quiero decir es que la Iglesia no perdona a los disidentes de su propia jerarquía, el perdón solo lo tienen que ejercer sus súbditos.
Es verdad, también ejercen el perdón cuando el que lo necesita es un obispo pederasta.
Por supuesto siempre que esos obispos ejerzan con su estola reglamentaria.
Hombre yo creo que cuando estás en una de estas multinacionales de la fe "sus reglas" son sus reglas y claro que vengan dos ciudadanos recuperando antiguas doctrinas que ya no se ajustan a su afán recaudatorio,...pues tiene que joder la verdad...por que ...¿que limosnas iban a conseguir estos curas en una iglesia tan miserable y llena de rojos... no interesa.

Saludos compisss....

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KARNY dijo...
lunes, abril 16, 2007 1:41:00 p. m.  

Ei Ritxard!!Me alegro que hayas vuelto!!Ya me metí en la Tahona y no estaba actualizada...y decía yo, algo raro pasa!!!Te echabamos de menos ya tio!!!Y lo dicho, ya visitaré la Tahona al igual que espero que lo hagais todos!!
Enga salud!!

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Anónimo dijo...
lunes, abril 16, 2007 6:38:00 p. m.  

Muy de acuerdo contigo, Karny... Pero por resumirlo en términos religiosos, "en el pecado llevan la penitencia"; así están los seminarios, vacíos.
Mi anticlericalismo creo que viene también por haber visto la religión desde cerca (no tanto como Ritxard "El Seminarista", pero 8 años en colegio de curas no está mal). Suficiente tiempo para ver que esta peña no predica con el ejemplo. Con su pan se lo coman... pan ácimo, claro; y nosotros a la rosquilla.

Saludetes.

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Quinto Tarde dijo...
martes, abril 17, 2007 12:19:00 p. m.  

Lo digo un millón de veces: la Iglesia católica, afortunadamente, no es la que sale en los telediarios insultando a los homosexuales y despreciando a cualquiera que no defienda a "Epaña". En la iglesia de este señor no se hacen rezos por la unidad del país, no se preocupan de si sus fieles se ponen condón o preservativos de colores... Lo único que hacen es lo que deben hacer: ayudar.

Un servidor acostumbra a escuchar a una tal Cristina López, de la COPE, cuando camina hacia la Facultad, y la semana pasada, en su comentario inicial, cargó contra este sacerdote y todo su séquito. Porque se oponían a la Iglesia. Porque se oponían a "Monseñor Rouco". "Porque con su actitud sólo se oponen a Jesús".

Así están las cosas: el que se desvía de lo tradicional es antiespañol y el que contradice la reaccionaria política eclesiástica no merece el perdón de Jesús.

Ojalá salgan muchos sacerdotes así.


Un saludete.

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Sarita dijo...
martes, abril 17, 2007 1:59:00 p. m.  

Y en qué es exactamente en lo que se oponen a Jesús?? Mi idea de Iglesia Católica, o cualquiera otra realmente, es exactamente la de estos señores. Yo no conozco ni desde dentro ni desde fuera la religión, reconozco mi incultura absoluta sobre el tema, pero lo de "Dios es amor" y Jesús predicó con la generosidad y la bondad, pues oye, que no veo yo el pecado por ningún lado... Que acogen musulmanes, no somos todos hermanos?? O es que Dios hace diferencias culturales??
"Lo siento tío, akí somos mil de generosos pero con los que echan algo al cepillo eh?? vete a ver a la mezquita de la esquina, que es más de tu estilo..." Venga hombre!!
Y la excusa de que no van con el "uniforme"? me rio. No digo más.

Que no trago a los que viven de la fe de los demás, y que dejen hacer a los que de verdad cumplen su cometido. Ojalá llegue lejos este cura rojillo. Besos!!!!

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Tamara dijo...
martes, abril 17, 2007 11:45:00 p. m.  

Creo yo, o más bien... quiero creer, que hoy en día en la Iglesia hay muchos más curas de este tipo que Roucos Varela. Y si ese Dios que predica la Iglesia existe y levantara la cabeza negaría a Roucos y apoyaría mucho más a curas como Enrique Castro. Ese es el verdadero cristianismo, el que intenta ayudar al prójimo sin mirar colores, razas ni nada... simplemente personas!
Con más curas como Enrique... las iglesias estarían más llenas y no irían perdiendo "fans" como está pasando.
Muy buena la sección, Karny!

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