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MEJOR LIBERTINO RECONOCIDO QUE SEXÓLICO ANÓNIMO

“Atención: Wikipedia no es un consultorio médico. Si cree que requiere ayuda, por favor, consulte a un profesional.” Esto es lo primero que encuentro al buscar “adicción al sexo” en la famosa y recurrente enciclopedia cibernética. ¿La necesitaré realmente? A todos nos va la marcha, pero ¿en qué momento esa “marcha” se convierte en un problema?

Es increíble como la gente se engancha hoy en día a todo. Puede ser debido al estrés, o a la gran cantidad de información y posibilidades de ocio a nuestro alrededor. Los niños hacen terapia para desengancharse de Internet o de la consola de juegos, los adolescentes del móvil, y los mayores al juego, al tabaco, al alcohol… ¡Hay más drogas por ahí de las que parece! Y una de ellas, muy peligrosa y poco conocida como tal, el sexo. El sexoholismo, o adicción al sexo es una enfermedad que afecta al 6% de la población, o mejor dicho, el 6% de la población es consciente de su problema y está en tratamiento.

Escondido tras las normas yace el deseo del ser humano, no se sabe si como Dios manda, o como manda el instinto, y aflora con una frecuencia que depende de las posibilidades. Pero es posible que el desenfreno sexual o, al menos, cierta desmesura en la práctica, no se hubiera salido del tiesto sin la llegada de los contraceptivos, algunos curiosísimos (habrá que tratar este tema algún día), a finales del siglo XIX y, sobre todo, en el siglo XX., que junto a otras corrientes humanísticas de los años sesenta, se popularizó al ver venir el amor libre. Luego estalló el feminismo duro y la muy conveniente aceptación del orgasmo en las chicas, la aparición del sida avisó de que podían venir mal dadas y, por lo que se ve, la historia del mundo ha continuado escribiéndose en parte con fluidos poco nobles del cuerpo y gimnasia entre dos o más.

El psicólogo Edmundo Chirinos explica: “Existe un trastorno o síndrome obsesivo-compulsivo, que torna reiterativo, al nivel de enfermedad, cualquier comportamiento, fumar, comer chocolate, hacer el amor... Pero la secuencia para este último hábito sólo es anormal en términos extremos... Sin embargo, la ética frente al sexo es rigurosamente individual”. Y es que realmente no es fácil discernir la frontera entre una vida sexual fructífera pero sana y una enfermedad mental. He encontrado cosas como que cuando experimentas 6 ó más orgasmos a la semana tienes que empezar a preocuparte, o que si eres infiel corres peligro. No puedo dar las pautas para reconocer una enfermedad porque no soy psiquiatra, pero francamente me parecen exagerados estos planteamientos.

Los adictos al sexo tienen problemas laborales, familiares, económicos y sociales por su adicción debido a su comportamiento sexual que les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, llamadas frecuentes a líneas eróticas, mantener relaciones sexuales con desconocidos incluso sin protección, haciendo que su vida gire en torno al sexo, sin sentir en la mayoría de veces ningún tipo de placer sino sentimientos de culpa y sufrimiento. Los problemas de tipo social que surgen de esta adicción muchas veces dificultan el transcurso normal de una vida, y la afectan en casi todos sus sentidos de alguna manera. Quizás la compulsión a tener relaciones sexuales impulse a las personas que lo padecen a realizar actos sin razonarlos. El problema es que tiene tratamiento siempre y cuando la persona que lo padece sea capaz de reconocerlo, lo que no es muy frecuente, como con otro tipo de adicciones.

“Sexólicos Anónimos es una fraternidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse. El único requisito para ser miembro es el deseo de liberarse de la lujuria y de alcanzar la sobriedad sexual. Para ser miembro de SA no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias aportaciones. SA no está vinculada a ninguna secta, confesión religiosa, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sexualmente sobrios y ayudar a otros sexólicos a alcanzar la sobriedad sexual.” Así reza la página web de Sexólicos Anónimos de España. Para S.A. el problema de la adicción sexual radica en la falta de autoestima, lo que provoca sentimientos de odio, miedo y soledad. Luego, el brinco a la lujuria es ya cosa de cada uno. Según Sexólicos Anónimos, la organización es sólo "para los que no tienen más opción que parar y es su propio interés personal el que debe convencerles de ello". Sin embargo, los métodos de este grupo suenan en ocasiones poco científicos, y más bien espirituales. “Nos volvimos hacia Dios y hacia los demás. El poner nuestros defectos en manos de Dios hizo que perdieran el poder que sobre nosotros tenían... Llegamos al convencimiento de que sólo un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio” afirma un agradecido rehabilitado. ¿Dónde queda la recuperación de la autoestima si no pueden hacerse responsables del problema sin recurrir a la fe? A medio camino entre religión y medicina, los enunciados y soluciones ofrecidos para el manejo de la adicción lucen, a veces, un tanto arbitrarios, y el grupo de ayuda se parece bastante a un jugoso negocio.

La visión clínica del asunto no es menos emocionante. A través de la psicoterapia, el profesional intenta extinguir conductas aprendidas por el adicto. Las técnicas utilizadas van desde la llamada desensibilización sistemática, que consiste en hipnotizar al paciente o hacerle ver, mediante terapia consciente, imágenes que inhiben sus conductas indeseables. Si el sexólico se debate entre el bien y el mal y no quiere aprender por las buenas, existen fármacos que se ocupan de su voluntad, dejando KO a su deseo sexual y a su amiguito. Como suele suceder con estas materias espinosas, los expertos de cada bando se reparten el pastel de las soluciones, pero ¿alguien les preguntó a las víctimas? Como dice Tyra, una joven ninfómana, en una entrevista: “Ha habido días en que he tenido sexo siete veces, algunas con tres amantes diferentes. No puedo imaginarme vivir sin eso... no me siento culpable... yo vivo mi vida y no necesito la absolución de nadie”.

Y aquí llega Internet, como dicen causa y a la vez solución de todos los problemas. La modalidad tecnológica capaz de simular un coito todavía no existe. Por ahora, la realidad virtual no da para tanto. Sin embargo, hay al menos un centenar de ingenieros y técnicos de software que trabajan día a día en programas capaces de generar “experiencias íntimas y sexuales” por vía del computador. Los sexópatas entendidos en realidad virtual se conforman, de momento, con los correos electrónicos y chats, animados por sus impulsos más explícitos y confesionales, que vienen a reemplazar los servicios de sexo telefónico. “Las computadoras van a redefinir lo que es sexo sin riesgo. En tiempos de sida, esto contribuiría a disminuir la cantidad de enfermos y afectados. Por otra parte, eliminaría algunos problemas legales como la explotación de mujeres, hombres y niños por la industria de la pornografía y de la prostitución”, defienden los que idean el invento. A mí me da un poco de miedito, ¿A vosotros qué os parece? ¿Pasaremos a conocer sexólicos cibernéticos? Porque, en fin, muchos no enganchados al sexo no lo están porque no pueden, y esto abre muchas posibilidades…

¿Es el exceso de sexo lo que llamaríamos un problema? ¿Puede existir el abuso de arrumacos? ¿Las consecuencias de “darle mucha alegría al cuerpo” pueden ser peores que las de comerse un tripi? Ahí queda eso, como siempre con muchos problemas y pocas soluciones.

Gracias por estar ahí una semana más, criaturitas interestelares. Un beso muy grande y ¡a disfrutar! Pero con mesura, ¿eh?

4 comentarios:
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Anónimo dijo...
jueves, abril 19, 2007 1:37:00 a. m.  

Bueno yo sabia que habia una pelicula, llamada sexoadictos, y que el sexo es divertido, que a todo el que lo prueba le gusta es como las pringels..cuando haces pop..ya no hay stop.

Pero entre lo mcuho y lo poco hay un termino medio, al menos eso dicen, pero para las cosas naturales como es esto...que tiene de malo abusar un poquillo?? no dicen que los besos son bueniiiisimo?? q ayudan a no ir al dentista, y esas cosas...
Pues el sexo ayuda a estar mas feliz, a adelgazar, y sobretodo a conocer más a otra persona y a pasartelo bien. Cada uno se relaciona como quiere no??
Ademas no loveo comparable a una droga (por que como droga diria que es una sustancia con capacidad de alterar un proceso biológico o químico en un organismo vivo) y lo unico que altera el sexo es el pulso, lando a producir un orgasmo (en los mejores casos) q hay de malo?? nadie se va a morir por fo....jajaja

Si una persona deja su vida x el sexo m pare un poko excesivo..hay tiempo para todo y llegara un momnto q ni se disfrute de ello hay que dejar un poko que entren las ganas...aunque mirado asi ¿si se tienen ganas a todas horas??
Pero yo creo que hasta el mayor fumador no fumaria TODOS los minutos del dia...asi que...

De todos modos SARITA muy buen articulo tiene jugo jeje me a gustado...sigue asi con temas interesantes

Perdon xq me he pasado escribiendo

un besazo niña

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Anónimo dijo...
jueves, abril 19, 2007 2:42:00 p. m.  

Sarita, tan solo una pregunta... ¿me darían la baja por ser sexoadicto?, si es que sí....me engancho mañana.
Saludos, buen post.

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María Núñez de Pablo dijo...
sábado, abril 21, 2007 4:30:00 p. m.  

Sexoadictos!! ¿cuántas veces hemos hablado de estos temas en noches de borrachera, eh Sarita? jeje!
Siempre se llegan a las mismas conclusiones: ¿cómo saber cuándo se traspasa la frontera entre: me gusta fo...o...tengo un problema?
Bien, pues gracias a tí, esta semana ya sabemos un poquito más de las consecuencias que pueden tener este tipo de adicciones, pero sobre todo las causas.

Nunca he conocido a nadie con este problema (aunque a veces a la peña le vayan las hormonas en carretillas, como dice una personilla...xD), pero no debe ser nada para reirse, no?
Joder, tiene que ser chungo desengancharse de las drogas, pero más de una, que, como bien decía Villa, no tiene efectos secundarios visiblemente negativos para el organismo.

En fin, que seguro que con este post much@s se decepcionan y comprueban que lo suyo no es adicción ni nada por el estilo, sino estar más salido que el pico de una plancha!! jeje!
Por cierto, eso de que si tienes más de 6 a la semana o eres infiel corres más peligro...me parece una sandez como una casa! eso es tener una vida sexualmente satisfactoria (no lo de los cuernos, eh? lo otro) y que los demás te tienen una envidia que no pueden.
Lo de poner los "toriles"...tampoco creo que sea de sexoadictos, sino de cabroncetes, cabroncetas en algunas ocasiones y de "se lo tenía merecido" en otras.

Pero vamos, que me estoy yendo por las ramas. Muy bien una semana más, Sarita, despejando dudas sobre asuntos de los que cada día (afortunadamnte) se habla con más libertad y menos tapujos.
Un besazo y hasta la semana que viene!
...................................
Besos Sara.........................

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KARNY dijo...
lunes, abril 23, 2007 12:23:00 a. m.  

Bueno, está claro que yo no soy sexoadicto porque mi madre me enseñó desde pequeño que hiciese todo con moderación, y así hago todo, me fumo los cigarros a medias, dejo los cubatas a la mitad y dejo a... no!no!no! no! Joder!!!sabía que algo fallaba!!! jaja q no joder q no, q yo de moderao tengo lo q de cura.

Pero que eso, en el caso del sexo pues yo si me rio pero así JA JA JA porque hay enfermedades en el mundo tristes, pero la de ser asi...joder no creo que sea problema del organismo, sino de la cabeza putera del afectado jaja!

Por cierto, eso q dice mery de los cuernos tiene toda la razón, no es de sexoadictos sino de puteros/as, a no ser q tu pareja te trate como a una mierda y claro...aunq para eso la dejas y ya está no?

Gran disertación sarita,
Salud!!

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