El vuelo de la gaviota
¿Qué te voy a decir yo?
Qué quieres que te diga, Ritxard. ¿Que me ofendí por la viñeta a la que enlazaba tu comentario en esta parrafada mía, esta parrafada nuestra –prometo que el toque ‘revival’ de los 70 ya pasó totalmente-, de la pasada semana? Pues oye, tampoco en demasía. ¿Que me lo voy a tomar con humor? Pues bueno, de aquella manera. No sé qué creer, si va con aviesas intenciones la dedicatoria, o qué, la verdad, pero supongo que, al igual que te has dado cuenta del mensaje que pretende transmitir la viñeta –lo que no puedo negar que consigue con acierto, vaya por delante- el que se encuentra por detrás del principal es un poco menos agradable.
Porque, si te das cuenta –fijo que te la das, no me cabe duda: si no, no habrías puesto su enlace- el personajillo que enarbola la enseña nacional no es un cualquiera que te puedas encontrar por la calle: es un estereotipo, al igual que lo son los otros que enarbolan las de algunas regiones españolas. Y no es un estereotipo cualquiera, qué va. Es un perfecto reflejo, fidelísimo además, de los (tardo) franquistas: pelo ‘pa’tras’, tirantes y azul mahón, ese azul tan mal llevado sin saber quién fue su iniciador, y esos conceptos tan… de aquella manera acerca de casi todo.
¿Qué sucede? ¿Quieres decir que el autor de ese artículo –o sea, yo- soy uno de ellos? Dilo, estás en tu derecho. Pero yo también lo estoy en decirte que te equivocas. Y de cabo a rabo, además. ¿Me vas a acusar de ser patriota? Hazlo. Y sin que te tiemble el pulso, la voz o ninguna otra cosa a la hora de hacerlo. Lo soy. Amo a mi patria como a lo que más en este mundo. Y ya ha quedado claro a lo largo de las semanas, de los meses y de las parrafadas por mí firmadas en este blog que no me escondo. Ni me esconderé. ¿Vas a hacerlo de ser derechista? Adelante. Porque tampoco te vas a equivocar. Ni tampoco pienso esconderme. Pero que no se te olvide una cosa: conservo dos dedos –incluso algo más- de frente. Y un cerebro en funcionamiento para llenar mi cráneo.
Ahora bien, si lo que pretendes es compararme a un franquista, allá tú. Porque te vas a equivocar. Los que me conocen en persona, al menos algunos, lo saben. No pienso dar aquí más explicaciones, dejándolo ahí.
Ah, y no dejaré de pensar que el excluir –o intentarlo- a amplios sectores de la población, principalmente por la lengua que hablan, o porque no lo hacen con otra determinada que el sector dominante quiere, es algo sectario. Lo más sectario que te puedes encontrar. Curiosamente, de los lugares en que se hablan lenguas diferentes –que tan ricas, si bien usadas, son- al español en esta nuestra patria, las tres regiones representadas por los personajillos de la viñeta es donde se da esa exclusión.
Y que eso no lleve, ni a ti, Ritxard, ni a nadie, a pensar que odio, o algo similar, a Galicia, al País Vasco o a Cataluña. Ni de lejos. Galicia es una de las tierras con mejores personas que he conocido, en País Vasco no se hartan hasta que estás saciado de comer –y de qué manera-, lo que se agradece, y en Cataluña, entre otras muchas cosas, está Barcelona, capital del mundo junto con Lisboa, para el gusto del que estas líneas está escribiendo. Sólo detesto, como ya he dicho antes, a la exclusión porque sí.
Otra cosa es que no quiera introducir términos de otras lenguas en español –aunque a veces ya no queda otro remedio-, lo que podría entenderse como desprecio a esos idiomas. No. No lo es. Quizá peco de ser excesivamente purista en el uso del español. Pero el hecho de no ser demasiado buen –por no decir nulo- conocedor de ninguna de las lenguas de esas regiones me hace reafirmarme en mi decisión de no usarlas mezcladas con el español, dado que lo que podría salir de ahí sería… a saber qué.
Sin entrar en la extensión del dominio de Internet en el que se aloja. Que se las trae. He ahí una muestra de sectarismo excluyente. Pero, allá ellos. De momento, Cataluña sigue siendo España. Al igual que Galicia y que el País Vasco. Aunque a algunos no les guste.
Encantado de haberte dirigido, a ti, lector de Diario de Periodismo, aunque no te llames necesariamente Ritxard, esta parrafada. Y a Ritxard, amigo de esta santa página –y no enemigo en absoluto de este tampoco santo articulista dominical-, sólo decirle que ahí queda, negro sobre blanco. Para su libre lectura.
Hasta el próximo domingo, queridos lectores.
domingo, marzo 15, 2009 1:21:00 p. m.
Patino, esta vez tengo que reconocer que si me has sorprendido.
Imagino que ya habrás adivinado de donde venía esa viñeta http://www.directe.cat/cornut/0111
Lo que te quiero decir, es que el mismo discurso que se hace desde el nacionalismo español, se repite desde el nacionalismo vasco, catalán, valenciano, leonés... exactamente los mismos reproches pero cambiando símbolos y banderas.
No creo que fuese necesario que me dediques todo un post, además los que me conocen saben que odio los nacionalismos incluido el español, por que me parecen necesariamente excluyentes.
Patino, me da igual seas de derechas, de izquierdas o del centro, simplemente te comento para mostrarte mi desacuerdo con algunas de tus opiniones. Luego tu constantemente lo llevas a lo personal y das a entender que te llamo fascista, derechón y lo que a ti te parece por mostrar mi opinión opuesta a tus exposiciones.
Patino sinceramente no creo que seas un fascista, ni nada parecido. Solo te conozco por lo que escribes y de ahí cualquiera puede sacar sus propias conclusiones y hacia donde va dirigida tu tendencia ideológica al igual que lo pueden hacer conmigo al comentarte.
Para "amar a España" (estado) no tienes que ser necesariamente de derechas ¿acaso desde la izquierda no se ama a nuestra patria? te puedo asegurar que aunque a ti no te guste desde la izquierda se puede ser tan patriota como desde la derecha, lo que nos diferencia es la forma de estado que queremos cada uno pero imagino que tanto desde la izquierda como desde la derecha se busca el bien de la colectividad, aunque cambie la manera de ponerlo en práctica.
Un saludo patino, no hacía falta el post pero bueno, agradezco la atención que le prestas a mis comentarios mi nombre es Ricardo, Richy, Richar, y para ritxard por aproximación fonética para recordar fácil el email no le busques tres pies al gato que te conozco jejejej¡¡¡ Un saludo tio y joe no te lo tomes así que no es para tanto.
domingo, marzo 15, 2009 6:25:00 p. m.
Muy buenas.
Ritxard, eres un tío afortunado, objeto de debate, líder de opinión, como Federico. Jejeje.
Como también he intentado reflejar en mis artículos, estoy plenamente de acuerdo con Ritxard. Creo que ningún nacionalismo -de la forma en que se expresa- es integrador. Aquí, en este Estado, guste o no, hay varias formas de nacionalismo que chocan entre sí. Varias formas que, por cierto, no comparto. El del PP y PSOE, como es el mayoritario, parece que es el correcto, el bueno, pero no es así. Solo hace falta entre un millón de personas que uno piense distinto para que pueda tener razón.
Simplemente hay varias visiones de ver un Estado, o de fragmentarlo, o de irse de él. Todas totalmente legítimas, eso no me cabe duda. Sin embargo no podemos hablar de un nacionalismo excluyente y de otro no.
Fijaos si no la lucha de titanes de dos partidos grandes que, adversarios políticos, quieren unirse por eso de defender el constitucionalismo y han perdido las elecciones. No ha habido vuelco electoral ni mucho menos, simplemente el PNV ha bajado en escaños y el PSOE ha subido bastante. Como es legítimo todo, ellos pueden unirse para gobernar y yo desde aquí puedo criticar su lucha encarnizada directa a excluir al partido más votado porque dicen que este es excluyente. Es algo que choca, desde luego.
Yo no vivo en el País Vasco, pero hay mucha de mi familia que sí. Y amigos. Y aunque no sea la panacea, el PNV ha gobernado 30 años mucha gente vasca, sí, pero también a muchos castellanos, madrileños, extremeños o riojanos que han ido allí a buscar trabajo. ¿Les han negado algo? Me he cansado de oír a gente de mi pueblo decir que a sus hijos se los había criado el Gobierno vasco. Porque, por otra parte, en prestaciones sociales nos sacan a todos años luz. Gente de Fresno el Viejo, Valladolid, Fachadolid para algunos, no ha sido excluida, sino al revés: ante la indefensión, la falta de recursos, los excluyentes del PNV les han tendido la mano y les han dado cuantas ayudas hayan necesitado.
No es mi partido de referencia, ni mucho menos. Es más, muchas veces me suena a hueco aquello que pregonan. Sin embargo, como demócrata, me gusta reconocer lo que se hace bien y mal, siempre desde mi visión, claro, a cualquier partido. El hecho de defender unas posiciones desde ese "radicalismo democrático" como dijo Javier Ortiz, no quita para poder decir: con el PNV el País Vasco no ha ido ni de lejos peor que Cataluña con el PSC, pero sí bastante mejor que Madrid con el PP. Eso desde la óptica crítica del periodismo y, como es evidente, del ciudadano.
Salud hermanos, que al final es lo que somos (no por gracia de Dios).
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