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WILHEM CANARIS.

El 9 de Abril de 1945 el almirante Canaris fue ahorcado en dos ocasiones para provocar su agonía. En su testamento vital concluyó “Muero por mi patria. Tengo la conciencia limpia. Era mi deber por mi país, intentar enfrentarme a la locura criminal de un Hitler que ha llevado a Alemania a la destrucción.

¿Qué impulsó al genio del espionaje alemán a luchar contra Hitler dando información a los británicos?

Vocación Militar.

Canaris nació en 1887 en el seno de una familia acomodada. Como todas las familias germanas pudientes tuvo a Gran Bretaña como un referente cultural, tuvo una formación mundana y políglota que desarrolló sus habilidades de espía.

Rechazó dedicarse al mundo empresarial y en 1905 ingresó en la Academia de la Marina Imperial. En sus primeros años en el ejército viajó a América Latina donde llegó a dominar el español, fue enviado a Estambul donde conoció las intrigas geopolíticas europeas. Se comprometió con una estadounidense y aunque su relación no llegó a buen puerto le sirvió para empaparse del mundo anglosajón.

Todo esto potenció las capacidades de Canaris como espía.

La primera Guerra mundial fue su primera puesta a prueba.

El estallido de la gran guerra le permitió estrenar sus capacidades con éxito, como responsable de inteligencia del crucero Dresden. En 1915 el barco sufrió una intensa persecución por parte de la flota británica. Gracias a la habilidad de Canaris lograron escapar y llegar a tierras chilenas donde desembarcaron, posteriormente inició un largo viaje por tierras chilenas valiéndose de documentación falsa y llegó a Buenos Aires. Allí consiguió embarcar hacia Europa caracterizado como un viudo chileno llamado Reed Rosas. Consiguió burlarse de los controles inglese y llegó a Alemania donde fue condecorado.

Se convirtió por tanto en un oficial prometedor. En 1916 fue enviado a España, país con el que guardará una gran relación durante su carrera como espía . Allí se dedicó a conseguir que los submarinos alemanes repostaran en sus aguas. Acabada esta misión Canaris pasó a dirigir un submarino hasta el final de la guerra.

En 1919 Canaris estuvo relacionado con el asesinato de dos líderes comunistas, Kart Liebknecht y Rosa Luxemburgo, este hecho favoreció su carrera bajo el nazismo.

Su encumbramiento.

El tratado de Versalles dejó a Alemania privada de ejército, entonces la mayoría de los altos cargos militares apoyaron un programa de rearme clandestino, con contactos con la Unión Soviética y Japón. Canaris participó en este proyecto viajando a Japón y otros países.

Tras dedicarse a esta empresa viajó nuevamente a España donde negoció un acuerdo con Alfonso III para entrenar a pilotos germanos en Marruecos y tras una pequeña estancia en Polonia le llegó la hora de servir al III Reich tras el ascenso de los nazis al poder en 1933.

Canaris se convirtió entonces en el hombre ideal para ocupar la dirección de la Abwher, (la agencia central de inteligencia). Había impresionado a Hitler tanto por su cosmopolitismo y sus maneras de caballero como por su marcada ideología anti marxista y comunista.

Sus primeras misiones al frente de la inteligencia le llevaron nuevamente a España. En el verano de 1936 se convirtió en asesor del gobierno sobre la Guerra Civil española, Canaris conocía a Franco y al estallar el conflicto, expuso las ventajas que supondría para Alemania ayudarlo, entre las que estaban: detener el comunismo, adelantarse a los italianos en el objetivo de tener presencia en la península Ibérica y conseguir ingresos por venta de armas.

La victoria de Franco no le supuso reposo pues enseguida estalló la Segunda Guerra Mundial.

Su papel durante la Segunda Guerra Mundial.

Canaris consciente de que la guerra se avecinaba, empezó a trabajar en dos direcciones, por un lado contribuyó al esfuerzo bélico alemán y por otro intentó un acuerdo con los británicos.

También trató de blindar la Abwher contra la influencia de las nuevas organizaciones nacidas con los nazis, la SD de Heydrich, ya que Canaris rechazaba los métodos de la Gestapo y evitó la entrada en su organización de miembros afines a las SS. Otras de las acciones que llaman la atención son las que llevó a cabo para proteger a perseguidos por los nazis, crear un dirección de actos de sabotaje y formar una organización secreta para consolidar las fuerzas antinazis.

El almirante contempló evitar la guerra y alcanzar la paz. Inicialmente quiso lograrlos favoreciendo un golpe militar que acabara con Hitler. Para ello se entrevistó con varios generales alemanes. Hacia 1940 vista la falta de resultados fue perdiendo la fe.

De este modo aunque la Abwher contribuyó al éxito militar germano, también tuvo canales abiertos con los británicos. Canaris suministró información decisiva a Franco para que, en su reunión con Hitler en Hendaya de Octubre de 1940 pudiera evitar entrar guerra.

El fin de la Abwher.

En 1943 el almirante Canaris se halló de nuevo mezclado con militares que conspiraban contra Hitler. Los conjurados volvieron a fracasar cuando atentaron contra él, pues la bomba que pusieron en el avión del líder nazi no explotó.

Desde entonces la situación del almirante empezó a complicarse cada vez más, hasta que en enero de 1944 chocó con el propio Hitler. Dos semanas después en febrero, la Abwher quedó bajo control de Heydrich; es decir de la SD. Canaris fue retirado del servicio y desterrado a un castillo. Su caída dañó irreparablemente la eficacia de la Abwher. Las vacantes de sus miembros fueron cubiertas por agentes de la SD escasamente preparados. Esto supuso el desmantelamiento de la inteligencia germana que quedó descabezada en un momento determinante de la contienda, justo en el momento en el que el espionaje alcanzaba su clímax, antes del Desembarco de Normandía, en junio de 1944.

Últimos días de Canaris.

Justo antes del desembarco en mayo del 1944 volvió a tantear en París la posibilidad de llegar a alguna clase de entendimiento con los británicos. Para ello incluso facilitó información que podía suponer numerosas bajas para el ejército alemán. Por lo tanto había cambiado totalmente de bando. Cuando volvió a Paris para recibir la misiva de respuesta quedó desmoralizado y musitó la expresión “Finis Germaniae”, se acercaba el final de Alemania.

El catedrático de Derecho de Cambridge Richard Bassett relaciona su viaje con famoso atentado contra Hitler organizado por Claus von Stauffenberg el 20 de julio de 1944, cuando explotó una bomba en los cuarteles del líder nazi en Rstenburg y éste salió ileso.

Días más tarde Canaris fue detenido, su situación se complicó al encontrarse una caja de metal con documentación que le comprometía. Hitler decidió someterlos a él y a sus cómplices a duros interrogatorios para conocer la red que había tejido. Algo más tarde se encontraron sus diarios completos que contenían información sobre sus contactos con los británicos desde 1938. Hitler mandó proceder a su eliminación inmediata y Canaris fue ajusticiado pocas semanas antes de que el líder nazi se suicidara en su bunker.

La muerte de Canaris dio alas a su leyenda y hoy sigue siendo uno de los espías más secretos. Su historia fue la de un patriota que resultó traidor a su pesar. Su esfuerzo por oponerse a Hitler resultó en vano puesto que la vorágine de muerte y destrucción que sacudió a su país arrolló también su vida.

Pese a la abundante bibliografía que su figura ha generado su historia no es aún un caso cerrado. Sus diarios se encuentra n en paradero desconocido y muchos archivos británicos, rusos y estadounidenses no se pueden consultar. Por lo tanto su enigma permanece abierto.

2 comentarios:
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Miguel Ángel Rodríguez dijo...
viernes, diciembre 05, 2008 3:47:00 p. m.  

este tipo, por mucho que se diera que Hitler no era trigo limpio, me parece un fascista más. Al fin y al cabo...

Salud!

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Patino dijo...
viernes, diciembre 05, 2008 5:45:00 p. m.  

Lástima que gente como Canaris, Von Stauffenberg, y demás, con un fin tan noble como matar al cabronazo del cabo lancero austriaco no tuviesen suerte.

Buen trabajo, Muñoz.

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