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LA MÁQUINA DEL TIEMPO

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Nota: el autor no se compromete a adoptar toda la objetividad que muchos deserarían, ya que se trata de un tema complicado, con lo cual estoy abierto a todo tipo de críticas.Gracias.

40 AÑOS DEL ASESINATO DEL CHE

Mirada desafiante, clisada en un horizonte posible de alcanzar pero no fácil de conseguir. Sus manos, fuera de campo, probablemente estén con el puño cerrado preparadas para contrarrestar los difíciles vendavales que de cara empujan, pero que abrirán hueco en la adversidad para después hacer más grande el agujero y quedarse en la Historia de por vida. Alberto Korda retrató al Che realmente como lo que fue, alguien persistente y constante en la lucha por conseguir la justicia social tan deseada por unos y rechazada por otros.

La Quebrada del Churo era testigo de cómo unos guerrilleros diezmados resistían los ataques del ejército boliviano que, a medias con la CIA, hacían posible su necesidad de acabar con el movimiento revolucionario dirigido por Ernesto Guevara de la Serna.
El 8 de octubre de 1967 un golpe contra la guerrilla se convirtió en el más eficaz cuando, fusil en mano, un soldado del ejército boliviano encañonó a un revolucionario que, con metal mortal en la pierna, contestó sin rodeos: “No me mate, soy el Che Guevara. Le sirvo más vivo que muerto”.
8 kilómetros interminables por el corazón de Bolivia hasta llegar al municipio más cercano, cálido, trabajador, campesino e indígena. La Higuera iba a ser espectador de primera fila de la encarcelación del Che, que dio con su ensangrentado cuerpo en la escuela del pueblo que no pasaba de 120 habitantes. Félix Rodríguez, presentado como oficial boliviano pero que en realidad era un contrarrevolucionario que trabajaba para la CIA, fue el que, tras recibir la orden del Gobierno del país, comunicó al Che que iba a morir. Las balas irían al tronco, al pecho, al corazón. El Che había caído en combate, no sería ejecutado indefenso. Mario Terán empuñó el fusil ya que el agente de la CIA no tuvo el coraje suficiente de matar al guerrillero que admiraba, y así las balas se clavaron en el corazón rudo y tierno a la vez del revolucionario argentino y acabaron con su vida de la manera más cobarde posible. El 9 de octubre de 1967 fue un día de luto para la que decía Ernesto era su patria, Latinoamérica.

El Che no nació revolucionario. 15 años atrás, cuando el de los LLynch aún vivía junto a su asma en la Argentina y sin acabar los estudios de Medicina, se enganchó en la moto de su amigo Alberto Granado y no se apeó de ella durante una larga temporada. Ernesto y Alberto, el tímido y el de la labia, junto a varias mudas y casi nada de dinero que hacían más difícil el arranque de la motocicleta, salieron a recorrer su continente. Fue en ese viaje cuando el aventurero se convirtió en revolucionario. Fue entonces cuando Ernesto Guevara, tras observar los estragos que las economías liberales impulsadas por EEUU hacían en las clases más pobres, decidió que su corazón estaba junto a esos desfavorecidos.

Guatemala fue la cumbre y México el contacto. Tras su agria visita a Guatemala, Ernesto recavó en tierras mexicanas donde conoció a los asaltantes cubanos al Cuartel de Moncada, los conocidos como Movimiento del 26 de Julio. De ellos sobresalía un abogado, que pronto reclutaría al Che Guevara para que le acompañara en los futuros planes. Fidel Castro estaba totalmente convencido de que el Che le sería de gran ayuda. No le faltaba razón.

El 30 de noviembre de 1956 un grupo de insurrectos cubanos y el argentino Guevara partían en el Granma viento en popa a cambiar las cosas en Cuba. Una Cuba gobernada por un dictador vasallo de los Estados Unidos, un sangriento criminal conocido como Batista, que dirigía una dictadura militar que se ocupaba de tener la isla en orden para servir como patio de recreo al gigante norteamericano.
Un desembarco recibido por las fuerzas armadas cubanas después de un accidentado viaje no daba buenos augurios. Pero los 74 expedicionarios que finalmente iniciaron la Revolución Cubana desde la Sierra Maestra pronto iniciarían un largo camino hasta la entrada triunfal en La Habana. Mientras, el Che era nombrado Comandante gracias a su buenas formas como guerrillero y a su espectacular cultura ideológica que nutría casi sin querer a toda la expedición. No eran ideas convencionales, ni si quiera obedecían al ideario oficial Soviético y al de los demás estados socialistas. De ahí nació el Guevarismo, una ideología que abogaba por el socialismo pero profundizando en movimiento libertario de la justicia social y la igualdad, en muchas ocasiones distinta al comunismo imperante en la época.

“Enero del 59 triunfa la Revolución, desde la Sierra Maestra comenzó a salir el sol”. Así narra el grupo asturiano Fe de Ratas el triunfo de la Revolución cubana, cuando el 2 de enero de 1959 “los barbudos” entraban en La Habana triunfantes de una larga lucha de dos años contra Fulgencio Batista pero con la mayoría más que absoluta de cubanos a su favor. Pronto el Che se convertiría en gran héroe popular, pues gracias a él, a su ideología y su estrategia en la guerrilla habían conseguido lo imposible, el Gobierno Cubano. Las “Condiciones objetivas” para iniciar la lucha armada se dieron y la Revolución triunfó.

El Che adoptó la nacionalidad cubana y pasaría a formar parte del Gobierno ocupando, entre otros cargos, el de presidente del Banco de Cuba y el Ministerio de Industria, otorgado por el Partido Socialista Popular, que así se llamó el partido en el poder. Sin embargo como la avaricia rompe el saco y las ansias de poder también, las desavenencias del Che, un libertario, y Raúl Castro, hermano de Fidel y estalinista convencido, comenzarían a darle inestabilidad al Che al frente del Ministerio de Industria. Fidel Castro, entonces un revolucionario más coherente, leería en un discurso la carta de despedida del Che Guevara y su renuncia a la nacionalidad cubana. Se había ido al Congo para ayudar a los congoleños a derrocar a uno de esos dictadores que siempre se movieron por África. Ese fue su penúltimo destino, el siguiente fue Bolivia.

Hoy, después de 40 años de su muerte, el Che Guevara está no mas vivo que nunca, eso es imposible, pero sí presente incluso en este nuevo orden. “El Hombre más completo de nuestra historia” dijo Jean Paul Sartre, que para nada era tonto. Un luchador por los derechos humanos, la libertad y la justicia social maestro del Subcomandante Marcos y presente en cada rincón de la tierra. Alberto Korda lo bordó.

Hoy, su labor es falsamente utilizada por el actual Gobierno Cubano y por Raúl Castro, que ve en el hombre que le plantó cara ayer una ayuda para su popularidad hoy. Sin embargo su figura no se empaña, y aunque muchos detractores lo describan como un terrorista está claro que en la sociedad es un hombre bien acogido. Y como esta chapucilla no son más que cuatro líneas mal escritas que realmente no dicen nada de Ernesto Che Guevara, me despido con cuatro versos de Carlos Puebla que hoy Boikot versionea en cada concierto. “Seguiremos adelante, como junto a ti seguimos, y nosotros te decimos, ¡Hasta Siempre Comandante!”

3 comentarios:
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Anónimo dijo...
miércoles, octubre 10, 2007 10:24:00 p. m.  

¡¡¡Bravo!!! Camarada, te felicito por tu gran artículo. Cuarenta años después El Che sigue vivo gracias a personas como tú.
¡¡¡Elegante!!!
Saludos
Tu amido que te sigue.
El Aso

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Anónimo dijo...
jueves, octubre 11, 2007 1:13:00 p. m.  

http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276315029.html

Leeros esto y luego mirar a quien alabais.

Che Asesino!!

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KARNY dijo...
jueves, octubre 11, 2007 4:14:00 p. m.  

Sé que no debería contestar, de hecho antes del artículo explico la razón por la que para algunos el post es erróneo. Pero lo de Libertad Digital me toca la moral. EL periódico dirigido y escrito por nazis liberales tiene siempre que contradecir todas y cada una de las acciones de la izquierda, sean malas o buenas. El PSOE sube al gobierno, es una conspiración; IU abre la boca, son estalinistas y nostálgicos de los campos de concentración;nace Público, lo escribe Zapatero (jaja me río yo de eso); llega el aniversario por la muerte del Che, y como no, el Che era un terrorista, un asesino, mató a mucha gente etc, etc. Más que pesnar que el Che era un asesino, lo que ocurre es que existe una gran envida de que en la derecha los únicos ídolos que podais encontrar son Franco, Hitler o Pinochet, de los cuales a veces este tipo de medios les quita "méritos" y dicen que no fue para tanto. Cuando alguien muere no por sus intereses, sino por el interés de los demás, creo que no es un asesino, sino todo lo contrario. Por cierto, sabes como murió el Che? A lo mejor en Libertad Digital lo saben explicar muy bien. Estoy cansado de leer esa y lo digo MIERDA de diario digital y por eso, esta vez, no lo voy a leer, porque no me da la gana. Gente que manipula no merece ningún reconocimiento, y gente que se deja manipular tampoco.
Yo, sin embargo, seguiré apoyando los ideales del Che y sin poner de ejemplo a ningún telepredicador chupatintas.

Salud y República

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