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Apuntes de Geografía

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MARIANA MIRA ARRANCACEPAS


Hola otra vez,

Visto que el lunes pasado causó cierto furor lo de que en Cuenca había un pueblo llamado Casas de Fernando Alonso, he decidido dedicar esta semana la sección a esta provincia castellano-manchega, porque es probable que no la conozcáis y, además, es de esos lugares que habitualmente pasan desapercibidos, que parece que no existan para los principales medios de comunicación. Pues la provincia de Cuenca, al igual que la de Teruel, sí existe. Por su superficie, es la quinta más extensa de España, nada menos que con 17.141 kilómetros cuadrados, después de Badajoz, Cáceres, Ciudad Real y Zaragoza. Pero al mismo tiempo es la octava menos poblada de todo el país. Según los últimos datos oficiales (enero de 2006), tan sólo 208.616 personas habitan tan vasto territorio, lo que genera una densidad de población bajísima, de 12,17 habitantes por kilómetro cuadrado. Vamos, que se está ancho. La gran culpable de esto es la fuerte emigración que sacudió a la provincia en la segunda mitad del siglo XX: pasó de 335.719 habitantes en 1950 a 199.086 en 1998, su mínimo histórico. Desde entonces ha iniciado una tímida recuperación que, pese a ser mínima, es constante.

Y si la provincia está muy poco poblada, es obvio que la capital no ha de ser una gran urbe: con 51.205 habitantes, es la cuarta más pequeña de España: sólo supera a Huesca, Soria y Teruel. El resto de conquenses se reparte por los 237 municipios más que tiene la provincia. Por supuesto: la mayoría son de proporciones mínimas: además de la capital, sólo destaca Tarancón, con 13.447 habitantes. Únicamente otras cinco localidades sobrepasan los 5.000 vecinos: Quintanar del Rey, Las Pedroñeras, San Clemente, Mota del Cuervo y Motilla del Palancar. Las cinco están en la zona sur de la provincia, en La Mancha, bastante más poblada que la parte norte, la Serranía, donde se localizan la mayoría de los 49 ayuntamientos con menos de 100 habitantes. El más pequeño de todos es Vindel, situado ya en la linde con Guadalajara, y donde sólo hay empadronadas 22 personas. Este despoblamiento fue también la causa principal de la supresión de 50 municipios entre 1960 y 1980.

Esta debacle demográfica ha vaciado pueblos de curioso nombre que se reparten a lo largo y ancho de la provincia. La semana pasada citaba el ejemplo de Casas de Fernando Alonso como el más curioso de una localidad que llevaba aparejada la alusión a una persona, pero no es la única: no muy lejos de allí está Casas de Benítez y, en un punto más distante, Casas de Garcimolina, otra de las localidades más pequeñas de la provincia, con 29 habitantes. Claro que hay quien no posee casas, sino villares: muy cerca de Cuenca capital está Villar de Olalla y, algo más al norte, Villar de Domingo García. También hay otro villar con posesión más modesto (y complejo a la vez) en el nombre: Villarejo-Periesteban. También se puede poseer una fuente, como en Fuente de Pedro Naharro, o unas
cuevas: el pueblo de Cuevas de Velasco es capital del municipio de Villar y Velasco, compartiendo el ayuntamiento con la aldea de Villar del Maestre.

Aunque si nos vamos a curiosidades algo más llamativas, es posible que alguien se haya preguntado a cuento de qué viene el título que le he dado a la entrada de hoy. Pues no son, ni más ni menos, que los nombres seguidos de tres pueblos. El caso de Mariana ya lo citaba la semana pasada como uno de los que en sí mismo un nombre de persona. Pero en Cuenca además es posible decir "¡mira Mira!", al ver uno de sus municipios, por ser ése su nombre, aunque el origen parece que no tiene nada que ver con las miradas. Lo que ya no sé es si tendrá que ver o no con las viñas la denominación de Arrancacepas, el pueblo que para mi gusto se lleva el primer premio en lo que a nombres curiosos se refiere en la provincia de Cuenca. Ignoro también si los lugareños serán tan bestias como sugiere este topónimo, aunque me imagino que el tema dará para bastante cachondeo en la zona. Lo que sí es cierto es que sólo 38 españoles pueden decir, con todo el orgullo del mundo, que son vecinos de Arrancacepas. Pero un dato desesperanzador: la mitad de ellos tiene más de 60 años, y sólo uno (una chica, para ser exactos) menos de 20.

Sin ser tampoco precisamente grande, bastantes más habitantes (533) tiene el único pueblo de España donde siempre te saludan: la villa de Buendía, junto a la cual se halla uno de los mayores embalses del país, de igual nombre que el pueblo, y que, junto al de Entrepeñas, dan lugar al llamado Mar de Castilla. Y Cuenca, como todos los territorios, tiene también sus fronteras, pero en ningún otro lugar está La Frontera, con mayúsculas. De la misma forma que en muchas otras zonas de España te encontrarás ciervas, pero sólo en Cuenca verás La Cierva. También es fácil encontrar culebras en el campo, pero sólo si vas a Cuenca verás de verdad Culebras, que pertenece a un municipio llamado Villas de la Ventosa, cuya capital es el pueblo de La Ventosa, al que no se debe ir pensando que una extraña fuerza te va a absorber.

Y puede que tengas muchos hitos en tu vida, pero sólo alcanzarás El Hito en esta provincia. También se puede ser un sisante, si es que te quedas algo que no es tuyo, pero no hay más Sisante que una localidad conquense. Junto a un río no será difícil ver tres juncos, pero sólo un rincón del suroeste de Cuenca se llama Tresjuncos. Cada vez que te hagas daño en una uña, si eres conquense o lo has visto te acordarás de que hay un pueblo llamado Uña. Te explicarán mil veces el martirio de san Lorenzo, en una parrilla, pero sólo si pasas por San Lorenzo de la Parrilla lo comprenderás del todo. Cuenca es también la única provincia donde un pueblo, Cañete, es salvado por otro, Salvacañete, y donde, además de ir a ver zarzuelas, se puede dar un paseo por Zarzuela, donde puede ser que pase algo similar a lo de Casas de Fernando Alonso y algún iluso espere ver a la Familia Real...

También vale la pena dejar claro que saborear una valeriana no es darse un morreo con una vecina de Valeria, pequeña localidad de 102 habitantes que es heredera de una ciudad romana. Hasta hace unos 50 años se llamaba Valera de Arriba, pero entonces retomó el nombre antiguo. Esta localidad es una esas que decía antes que perdieron la autonomía municipal, para ser agregada a la vecina población de Valera de Abajo, con la que forma el ayuntamiento de Las Valeras. Algo similar se da en Los Valdecolmenas, compuesto por los pueblos de Valdecolmenas de Abajo y Valdecolmenas de Arriba. Para otras fusiones municipales, se crearon poco menos que nombres jeroglíficos: de la unión de Sotos, Ribagorda, Ribatajada y Ribatajadilla, entre otras localidades, surgió Sotorribas, de la misma forma que Valdeganga de Cuenca y Tórtola crearon Valdetórtola, y Fuentesclaras del Chillarón, Navalón y Jábaga, más otros dos pueblos, se constituyeron en Fuentenava de Jábaga. Hay otros cuantos ejemplos más, que no citaré para no aburrir al personal.

Iré acabando ya, por no eternizar esta visita a Cuenca. Como apunte para la semana próxima, comentaré que en Cuenca es posible ser una chica Almodóvar (Pedro Almodóvar recibió precisamente en Cuenca la distinción de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha), pero lo que sí es certero es que se puede ser una chica de Almodóvar: de Almodóvar del Pinar, para ser exactos. Esta localidad es una de las que también existe como apellido, de la misma forma que
El Picazo es, además del apellido del hombre del tiempo de Tele 5, un pueblo a orillas del Júcar. También Mira es un apellido, bastante frecuente en la zona donde yo vivo, una curiosa circunstancia que hace unos meses me permitió la realización de un reportaje al respecto.

Así que desde aquí recomiendo una visita a Cuenca (y me la recomiendo a mí mismo, puesto que sólo he estado una vez y hace ya 12 años) y, si os da la vena más curiosa, a alguno de los lugares de su provincia que he mencionado. Seguiría hablando, ya que citaba al Júcar, de ríos menos conocidos, que generan nombres algo enrevesados como Portalrubio de Guadamejud o Villaconejos de Trabaque. Pero mejor me quedo aquí. Si queréis saber más, Cuenca está a vuestro alcance. Por mi parte, la semana que viene trataré de que la geografía os siga seduciendo como, me alegra ver, parece que sucede.

Saludos y hasta la próxima.

6 comentarios:
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María Núñez de Pablo dijo...
miércoles, octubre 31, 2007 12:32:00 a. m.  

...si...Cuenca existe, sí...yo de hecho, una vez conocí a una persona que decía ser de alli...pero de verdad, eh? jeje!
pero creo que la muchacha en sí no arrancaba cepas ni nada de eso...
Pero ya en serio; qué curioso, no? cada día me quedo más flipada al ver cómo se le va la pinza a la gente (o se le iba, se le iba) al poner los nombres de los pueblos (o aldeas, porque según comentas, en algunos de ellos casi no hay ni población...q penita)y también la cantidad de parecidos.

Un al menos curioso post como siempre, Antonio y por cierto, qué fuerte lo de la muchacha esa de 20 años solitaria en un pueblucho de viejetes...¿con quién saldrá de marcha? y lo peor: ¿con quién ligará? ;)

UN saludete fan!!

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Antonio dijo...
miércoles, octubre 31, 2007 1:31:00 a. m.  

Muy buena observación, Mery: ¿qué hará esta chica sola en Arrancacepas los sábados por la noche? Siendo realistas, lo más probable que es que esta joven, aun estando empadronada en el pueblo, estudie o trabaje fuera y, por tanto, pase más tiempo fuera. Y si no, seguro que por los pueblos cercanos tiene algún mozo con el que congeniar y existe algún lugar donde se reúna toda la juventud de la contornada, jeje.

Aprovecho la ocasión para decir que se me escapó citar otro pueblo de Cuenca con 'nombre propio': CASTILLO DE GARCIMUÑOZ, donde además murió en combate Jorge Manrique, el autor de las célebres 'coplas'. Como el nombre indica, el pueblo está arremolinado en torno a un castillo, bastante ruinoso en la actualidad, y que puede verse de muy cerca desde la autovía de Madrid a Valencia.

¡Saludos!

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KARNY dijo...
miércoles, octubre 31, 2007 1:59:00 a. m.  

Yo si que lo flipo...realmente tus entradas enganchan, y mucho. Empiezas leyendo tranquilamente y de repente te ves con cara de bobo y riendo con cierto aire de tonto de baba diciendo "a ver que viene ahora, a ver" jojojo.jaja.

Lo que más gracia me ha hecho es lo de la chica Almodóvar ajaj pensé que ibas a decir que Almodóvar era de algún pueblo de cuenca...jajaja. por cierto, de que lugar de la mancha es Almodóvar?es que no puedo acordarme...

En serio, Enhorabuena por estos posts tan curiosos que te curras Antonio, a mi por lo menos me gustan mucho y hacen que se me despierte bastante la curiosidad.

Enga, Salud!!

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Patino dijo...
domingo, noviembre 04, 2007 8:42:00 p. m.  

Me da casi casi para hacer las "Mochilas" -próximamente en su web- de casi un mes... Habrá que ir por Cuenca. Curiosos nombres, a los que puedes añadir uno que crucé ayer con el coche, en mi Salamanca: Cabrillas. Pero cabras pequeñas vi pocas...

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Antonio dijo...
lunes, noviembre 05, 2007 1:10:00 a. m.  

¡Huy, Cabrillas! Pues precisamente ése es uno de los cinco pueblos de España que han marcado un antes y un después en mi vida, junto con Niebla (Huelva), Ruanes (Cáceres), Lechón (Zaragoza) y Meis (Pontevedra). El motivo: preguntadle a Merayo, él quizá os pueda dar una pista, jejeje... Descuida, que Salamanca tendrá su momento de gloria en esta sección.

Por cierto, la última entrada de mi blog personal (al que resulta fácil acceder desde aquí) puede servirte de idea para tu 'Mochila'. A ver cuándo nos vuelves a hacer tus propuestas...

Karny: gracias por los elogios. Y si no recuerdas de dónde es Pedro Almodóvar, te lo recordaré yo en la próxima entrada de esta sección, ya verás el porqué.

¡Saludos!

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Anónimo dijo...
sábado, abril 19, 2008 9:50:00 p. m.  

hola! acabo de descubrir este artículo por casualidad y me ha gustado mucho, por fin alguien hablando de la Cuenca turística sin mencionar las Casas Colgadas(que no colgantes) ni la Ciudad Encantada.
Te diré además que soy de Arrancacepas (aunqe no figure en el censo ni naciera allí)y que conozco a esa jovencita de la que hablas(muy simpática, por cierto).
Sobre el origen de nuestro topónimo hay varias teorias pero ninguna cierta, lo más probable es que tenga relación con una efermedad de las vides que azotara el lugar en algún momento de su larga y desconocida historia.
Lo seguro es que no somos tan brutos se supone por el topónimo (bueno, no todos).
Un saludo y os invito a visitar mi humilde pueblo y su provincia.

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