Apuntes de Geografía
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Antonio
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Apuntes de geografía
...DIGO DIEGO
Hola, un lunes más,
Aquí vuelve la sección dedicada a conocer un poco más sobre los pueblos y ciudades de España. Hoy tenemos la segunda parte del dicho con el que comenzaba la semana pasada. Si el otro día, con "Donde dije digo..." nos referíamos a pueblos que han cambiado de nombre, hoy con "...digo Diego", la cosa irá de nombres de persona que van incluidos en los de algún pueblo. Por poner de nuevo ejemplos a los que ya hemos recurrido otras veces, citamos los casos de La Villa de Don Fadrique (Toledo) y Puebla de Don Fadrique (Granada). Pues como ésos los hay a decenas en toda España, localidades que llevan algún Fadrique en el nombre, o algún Diego, como reza el dicho popular que da título a esta entrada. O incluso, que en sí mismas son un nombre de persona.
No sé explicar con certeza el porqué de la presencia de antropónimos en la toponimia, pero la razón más lógica que se me ocurre es que el nombre de la población haga referencia a la persona que la fundó, o bien al que era propietario de las tierras. Eso podría explicar los citados casos de los Fadriques, así como los de los pueblos leoneses de Villamartín de Don Sancho o Pobladura de Pelayo García. Más posible aún resulta esta explicación cuando el nombre de la población es "Casas", seguido de un nombre de persona. Ejemplos: Casas de Juan Núñez (Albacete) o Casas de Don Antonio (Cáceres). Hay otros cuantos más en diversas provincias, especialmente en la mitad sur del país, aunque ninguno tan llamativo en el momento actual como Casas de Fernando Alonso (Cuenca). Obviamente, este pueblo ya se llamaba así desde mucho antes del nacimiento del piloto asturiano, aunque, más que preguntarse quién es el Fernando Alonso al que alude el nombre (que ya digo, imagino que el fundador o un antiguo terrateniente), sería curioso saber si tras la llegada de la alonsomanía ha habido alguien que se haya acercado hasta esta localidad pensando que es el paraíso de los aficionados a la Fórmula 1...
A veces, en lugar de "casas", parece que lo que poseían otros señores tenía más enjundia, según se desprende de nombres como Torre de Don Miguel (Cáceres), La Torre de Esteban Hambrán (Toledo) o Torre de Juan Abad (Ciudad Real). Esta última población fue capital de un importante señorío del que hoy queda como vestigio un término municipal extensísimo, de más de 300 kilómetros cuadrados. Este tipo de posesiones, no obstante, también podía ser más modesto, como indican nombres como Villardompardo (Jaén), Barriopedro (Guadalajara) o El Cubo de Don Sancho (Salamanca).
Algunos de estos antropónimos toponímicos se repiten bastante a lo largo y ancho de la geografía española. Es el caso de Diego. Hace unos días, cuando ya tenía claro de qué hablaría esta semana en la sección, pregunté al compañero Merayo si por casualidad se llamaba Diego Álvaro, porque, de ser así, tendría el mismo nombre que un pueblo de Ávila. La localidad llamada así es la capital del municipio denominado Diego del Carpio, surgido hace unos 30 años de la fusión entre Diego Álvaro y la vecina población de Carpio Medianero. Pero además, el nombre Diego está presente en Calzada de Don Diego (Salamanca) y Villardondiego (Zamora). Vamos, que todos los que leáis esto y os llaméis Diego, ya sabéis qué lugares os convendría visitar cuando queráis conocer destinos poco convencionales.
No obstante, los más afortunados en este aspecto son los que se llamen Rodrigo. Y más aún los que vivan en Salamanca, porque en esa provincia tienen una aldea (Aldearrodrigo), un valle (Valderrodrigo), una ciudad (Ciudad Rodrigo), y hasta algo femenino indeterminado (Larrodrigo). Y, si nos vamos hasta Jaén, una villa (Villarrodrigo), haciendo antes una escala en Segovia, en el municipio de Santa María la Real de Nieva, al que pertenece la aldea de Laguna Rodrigo. Así que si os llamáis como el Cid, ya sabéis que vuestro único lugar de peregrinación no ha de ser sólo la aldea burgalesa de Vivar.
También puede ocurrir, como ya adelantaba, que el nombre de la población sea en sí un nombre de persona. Por ejemplo, María (Almería), Cristina (Badajoz), Petra (Illes Balears), Carme (Barcelona), Luciana (Ciudad Real), Mariana (Cuenca), Jimena (Jaén), Cristóbal, Valero (estos dos en Salamanca) o Gema (Zamora). También podemos citar, a título más anecdótico, Teo (A Coruña) o Bea (Teruel), aunque dudo mucho que esto que a simple vista parecen diminutivos tengan algo que ver en origen con antropónimos. A veces ha sido al contrario: el nombre de un lugar ha acabado siendo de persona, a través de una canonización. Así, Javier no era más que un castillo navarro con un minúsculo pueblo adosado, en el que nació el que más tarde sería San Francisco Javier. Caso similar, aunque no idéntico, el de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife), de donde la homónima virgen.
Esto de los nombres de pueblo da para mucho, tanto que desde aquí quiero proponer un hermanamiento entre las localidades de Constantí (Tarragona) -cuya traducción sería la de Constantino- y Constantina (Sevilla). ¡El matrimonio perfecto! No sé hasta qué punto en una localidad sabrán de la existencia de la otra, pero lo que sí imagino es que el origen de ambos nombres sea el mismo, quizá (y estoy elucubrando, ruego se me disculpe si estoy dando una patada a la historia) en el emperador romano Constantino. Aunque si no es así, ¿qué más da? Por este hecho tan simple, un pueblo catalán y otro andaluz podrían estrechar lazos, que nunca está de más.
Y vamos ya al colmo de los colmos: que el nombre del pueblo no sólo haga referencia al de una persona, sino que sea directamente el de una persona y, además, con apellido. Esto, si no obedece a lo del fundador o el terrateniente, apaga y vámonos. Porque no es sólo ya que una localidad se llame Don Benito, como una importante población de Badajoz, o Don Álvaro, como un pequeño pueblo de esa misma provincia, sino directamente Domingo García (Segovia) o Fernán Núñez (Córdoba). La provincia donde más se da este fenómeno es, con diferencia, Ávila. Aparte del Diego Álvaro que ya citaba antes, están Gil García, Gutierre Muñoz, Pedro Bernardo y Pedro Rodríguez, y si nos vamos a nombres contraídos, aún le podemos añadir otros como Blascomillán, Pascualcobo o Sanchorreja (por Sancho Reja y no San Chorreja, no me seáis malpensados), y así hasta un total de 24 municipios con nombre de persona. Claro que no es, ni mucho menos, la única provincia donde ocurre esto: Hernán Pérez (Cáceres), Fernán Caballero y Pedro Muñoz (Ciudad Real), Pedro Abad (Córdoba), Pedro Martínez (Granada), Martín Miguel, Martín Muñoz de la Dehesa y Martín Muñoz de las Posadas (los tres en Segovia) o Domingo Pérez, Miguel Esteban y Nuño Gómez (los tres en Toledo). Y otros cuantos más por toda España. Hasta hartarse, vamos.
Ya he dejado caer, al mencionar algunos ejemplos, que el fenómeno también se extiende a las otras lenguas habladas en España aparte del castellano. Así, en A Coruña un tal García Rodríguez debió hacer varios puentes para dar nombre al pueblo de As Pontes de García Rodríguez, y en Lleida una tal Gaia debía tener unos pequeños olmos que dieron lugar a els Omells de Na Gaia, lo mismo que un tal Berenguer debió ser el fundador de Canet d'En Berenguer (Valencia). En catalán, En y Na son las formas equivalentes a "Don" y "Doña", si bien en Cataluña En se utiliza también para referirse, de forma más genérica, a alguien de sexo masculino. Así, tenemos que en Castellar de N'Hug (Barcelona), un tal Don Hug debió ser el fundador o señor, mientras que Callosa d'En Sarrià (Alicante), fue señorío de un almirante llamado Bernat de Sarrià. Pero, al mismo tiempo, alguien a quien llamaban en Verge ("el Virgen") debió ser el dueño de las tierras que dieron lugar al pueblo de Masdenverge (Tarragona). Vamos, que si tradujéramos a lo bruto (de forma literal) el nombre de esta localidad, se nos quedaría algo así como La Masía del Virgen (por si alguien no lo sabe, una masía es una casa de campo solariega en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares). Un nombre que, empleado con sorna y sarcasmo, podría ser motivo de risa...
Y no sé si esto habrá hecho gracia a alguien, pero sí espero que la sesión de hoy os haya resultado curiosa. Ahora voy a ver si pienso qué puedo ir sacando para la semana que viene. Se admiten sugerencias. Por mi parte, nada más por ahora. Saludos y hasta la próxima.
Hola, un lunes más,
Aquí vuelve la sección dedicada a conocer un poco más sobre los pueblos y ciudades de España. Hoy tenemos la segunda parte del dicho con el que comenzaba la semana pasada. Si el otro día, con "Donde dije digo..." nos referíamos a pueblos que han cambiado de nombre, hoy con "...digo Diego", la cosa irá de nombres de persona que van incluidos en los de algún pueblo. Por poner de nuevo ejemplos a los que ya hemos recurrido otras veces, citamos los casos de La Villa de Don Fadrique (Toledo) y Puebla de Don Fadrique (Granada). Pues como ésos los hay a decenas en toda España, localidades que llevan algún Fadrique en el nombre, o algún Diego, como reza el dicho popular que da título a esta entrada. O incluso, que en sí mismas son un nombre de persona.
No sé explicar con certeza el porqué de la presencia de antropónimos en la toponimia, pero la razón más lógica que se me ocurre es que el nombre de la población haga referencia a la persona que la fundó, o bien al que era propietario de las tierras. Eso podría explicar los citados casos de los Fadriques, así como los de los pueblos leoneses de Villamartín de Don Sancho o Pobladura de Pelayo García. Más posible aún resulta esta explicación cuando el nombre de la población es "Casas", seguido de un nombre de persona. Ejemplos: Casas de Juan Núñez (Albacete) o Casas de Don Antonio (Cáceres). Hay otros cuantos más en diversas provincias, especialmente en la mitad sur del país, aunque ninguno tan llamativo en el momento actual como Casas de Fernando Alonso (Cuenca). Obviamente, este pueblo ya se llamaba así desde mucho antes del nacimiento del piloto asturiano, aunque, más que preguntarse quién es el Fernando Alonso al que alude el nombre (que ya digo, imagino que el fundador o un antiguo terrateniente), sería curioso saber si tras la llegada de la alonsomanía ha habido alguien que se haya acercado hasta esta localidad pensando que es el paraíso de los aficionados a la Fórmula 1...
A veces, en lugar de "casas", parece que lo que poseían otros señores tenía más enjundia, según se desprende de nombres como Torre de Don Miguel (Cáceres), La Torre de Esteban Hambrán (Toledo) o Torre de Juan Abad (Ciudad Real). Esta última población fue capital de un importante señorío del que hoy queda como vestigio un término municipal extensísimo, de más de 300 kilómetros cuadrados. Este tipo de posesiones, no obstante, también podía ser más modesto, como indican nombres como Villardompardo (Jaén), Barriopedro (Guadalajara) o El Cubo de Don Sancho (Salamanca).
Algunos de estos antropónimos toponímicos se repiten bastante a lo largo y ancho de la geografía española. Es el caso de Diego. Hace unos días, cuando ya tenía claro de qué hablaría esta semana en la sección, pregunté al compañero Merayo si por casualidad se llamaba Diego Álvaro, porque, de ser así, tendría el mismo nombre que un pueblo de Ávila. La localidad llamada así es la capital del municipio denominado Diego del Carpio, surgido hace unos 30 años de la fusión entre Diego Álvaro y la vecina población de Carpio Medianero. Pero además, el nombre Diego está presente en Calzada de Don Diego (Salamanca) y Villardondiego (Zamora). Vamos, que todos los que leáis esto y os llaméis Diego, ya sabéis qué lugares os convendría visitar cuando queráis conocer destinos poco convencionales.
No obstante, los más afortunados en este aspecto son los que se llamen Rodrigo. Y más aún los que vivan en Salamanca, porque en esa provincia tienen una aldea (Aldearrodrigo), un valle (Valderrodrigo), una ciudad (Ciudad Rodrigo), y hasta algo femenino indeterminado (Larrodrigo). Y, si nos vamos hasta Jaén, una villa (Villarrodrigo), haciendo antes una escala en Segovia, en el municipio de Santa María la Real de Nieva, al que pertenece la aldea de Laguna Rodrigo. Así que si os llamáis como el Cid, ya sabéis que vuestro único lugar de peregrinación no ha de ser sólo la aldea burgalesa de Vivar.
También puede ocurrir, como ya adelantaba, que el nombre de la población sea en sí un nombre de persona. Por ejemplo, María (Almería), Cristina (Badajoz), Petra (Illes Balears), Carme (Barcelona), Luciana (Ciudad Real), Mariana (Cuenca), Jimena (Jaén), Cristóbal, Valero (estos dos en Salamanca) o Gema (Zamora). También podemos citar, a título más anecdótico, Teo (A Coruña) o Bea (Teruel), aunque dudo mucho que esto que a simple vista parecen diminutivos tengan algo que ver en origen con antropónimos. A veces ha sido al contrario: el nombre de un lugar ha acabado siendo de persona, a través de una canonización. Así, Javier no era más que un castillo navarro con un minúsculo pueblo adosado, en el que nació el que más tarde sería San Francisco Javier. Caso similar, aunque no idéntico, el de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife), de donde la homónima virgen.
Esto de los nombres de pueblo da para mucho, tanto que desde aquí quiero proponer un hermanamiento entre las localidades de Constantí (Tarragona) -cuya traducción sería la de Constantino- y Constantina (Sevilla). ¡El matrimonio perfecto! No sé hasta qué punto en una localidad sabrán de la existencia de la otra, pero lo que sí imagino es que el origen de ambos nombres sea el mismo, quizá (y estoy elucubrando, ruego se me disculpe si estoy dando una patada a la historia) en el emperador romano Constantino. Aunque si no es así, ¿qué más da? Por este hecho tan simple, un pueblo catalán y otro andaluz podrían estrechar lazos, que nunca está de más.
Y vamos ya al colmo de los colmos: que el nombre del pueblo no sólo haga referencia al de una persona, sino que sea directamente el de una persona y, además, con apellido. Esto, si no obedece a lo del fundador o el terrateniente, apaga y vámonos. Porque no es sólo ya que una localidad se llame Don Benito, como una importante población de Badajoz, o Don Álvaro, como un pequeño pueblo de esa misma provincia, sino directamente Domingo García (Segovia) o Fernán Núñez (Córdoba). La provincia donde más se da este fenómeno es, con diferencia, Ávila. Aparte del Diego Álvaro que ya citaba antes, están Gil García, Gutierre Muñoz, Pedro Bernardo y Pedro Rodríguez, y si nos vamos a nombres contraídos, aún le podemos añadir otros como Blascomillán, Pascualcobo o Sanchorreja (por Sancho Reja y no San Chorreja, no me seáis malpensados), y así hasta un total de 24 municipios con nombre de persona. Claro que no es, ni mucho menos, la única provincia donde ocurre esto: Hernán Pérez (Cáceres), Fernán Caballero y Pedro Muñoz (Ciudad Real), Pedro Abad (Córdoba), Pedro Martínez (Granada), Martín Miguel, Martín Muñoz de la Dehesa y Martín Muñoz de las Posadas (los tres en Segovia) o Domingo Pérez, Miguel Esteban y Nuño Gómez (los tres en Toledo). Y otros cuantos más por toda España. Hasta hartarse, vamos.
Ya he dejado caer, al mencionar algunos ejemplos, que el fenómeno también se extiende a las otras lenguas habladas en España aparte del castellano. Así, en A Coruña un tal García Rodríguez debió hacer varios puentes para dar nombre al pueblo de As Pontes de García Rodríguez, y en Lleida una tal Gaia debía tener unos pequeños olmos que dieron lugar a els Omells de Na Gaia, lo mismo que un tal Berenguer debió ser el fundador de Canet d'En Berenguer (Valencia). En catalán, En y Na son las formas equivalentes a "Don" y "Doña", si bien en Cataluña En se utiliza también para referirse, de forma más genérica, a alguien de sexo masculino. Así, tenemos que en Castellar de N'Hug (Barcelona), un tal Don Hug debió ser el fundador o señor, mientras que Callosa d'En Sarrià (Alicante), fue señorío de un almirante llamado Bernat de Sarrià. Pero, al mismo tiempo, alguien a quien llamaban en Verge ("el Virgen") debió ser el dueño de las tierras que dieron lugar al pueblo de Masdenverge (Tarragona). Vamos, que si tradujéramos a lo bruto (de forma literal) el nombre de esta localidad, se nos quedaría algo así como La Masía del Virgen (por si alguien no lo sabe, una masía es una casa de campo solariega en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares). Un nombre que, empleado con sorna y sarcasmo, podría ser motivo de risa...
Y no sé si esto habrá hecho gracia a alguien, pero sí espero que la sesión de hoy os haya resultado curiosa. Ahora voy a ver si pienso qué puedo ir sacando para la semana que viene. Se admiten sugerencias. Por mi parte, nada más por ahora. Saludos y hasta la próxima.
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jueves, octubre 25, 2007 12:47:00 p. m.
Curioso no, sorprendente. El que más me ha gustado es el de Fernando Alonso, gracias por la aclaración porque sino ya me habría ido a ver que tal la va después de perder el mundial...
Una buena sesi´
on de pueblos de España, si señor!
jueves, octubre 25, 2007 12:48:00 p. m.
(El teclado se dejó apretada la tecla de intro, de ahí esa frase rara que ha quedado)
viernes, octubre 26, 2007 12:21:00 a. m.
Pues ya ves que no tiene nada que ver. De todas formas, seguro que el domingo pasado serían muchos los que en Casas de Fernando Alonso verían a 'su homónimo' por la tele...
Saludos.
domingo, octubre 28, 2007 12:25:00 p. m.
¡Montemos una peña automovilística en ese pueblo de Cuenca! Yo me apunto.
Interesante recopliación, Antonio. Parándome a pensar -hay veces que hasta lo hago- creo que nunca he estado en ningún pueblo con nombre "de persona". Acaso, volviendo de Lisboa en coche, puede que pasase por o cerca de Don Benito. Pero no lo recuerdo.
¿Con qué toca sorprendernos la semana que viene? Esperamos el tema. Saludos.
lunes, octubre 29, 2007 1:12:00 a. m.
Curiosa y entretenida, Antonio.
Decirte antes de nada, que nunca(al menos que yo recuerde) he comentado tu sección porque cuando empezaste, yo empecé también, pero empecé a descolgarme del blog...
Pero ya he vuelto! con mis comentarios y mis chapa-comentarios.
Leo tu sección casi siempre y he de decir que la de esta semana me ha resultado de las más sorprendentes.
Descubro por cierto que si los nombres hacen referencia a los terratenientes...la familia de Sara parke está forrada! jeje! (se llama Sara Fadrique, por si las moscas...)
Núñez (mi apellido) también se lleva algún terrenito que otro por lo que veo, pero lo más flipante es lo de Fernando Alonso, desde luego!
Seguro que algún personaje de estos que denominamos "freaks" (o como se escriba) ya se ha pasado por el pueblito para hacer la gracia...
¿Propuestas para esta semana?mmm....no sé! sorpréndenos con tu sabiduría! jeje! por cierto, de dónde sacas tantisima información?
Un saludete compañero!
lunes, octubre 29, 2007 1:35:00 a. m.
Hola,
Veo que os ha dejado un tanto sorprendidos lo de Casas de Fernando Alonso, así que se me ocurre una idea para este lunes... ¿Conocéis Cuenca? Hay bastantes pueblos más de curioso nombre en esa provincia. Puede ser una opción.
Gracias a todos con los comentarios. A ver si me prodigo yo también, que a la vista de los 'editoriales gavioteros y rojeras', se me ocurren cosas que decir. Pero mañana, que hoy ya es muy tarde...
En cuanto al lugar de donde saco la información, las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística son poco menos que una biblia para este tema. Claro que la principal es la pasión que tengo hacia el tema. Preguntadle a Merayo, él tiene más datos, jejeje.
Saludos.
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