El vuelo de la gaviota
Vaya cabreo
El que se ha cogido su majestad Mohamed. Sexto, para más señas. Vamos, el rey de Marruecos, para entendernos. Y, ¿a santo de qué? Pues muy sencillo: porque a los Reyes de España les da por ir a dos ciudades españolas, Ceuta y Melilla.
La memoria histórica, que no sólo sirve para 70 años atrás, sino para treinta y pocos, e incluso para ayer o anteayer por la tarde, nos recuerda varias cosas cuando a Mohamed le molesta que los Monarcas vayan a lugares a los que pueden ir, como cualquier español.
Pero, ¿a qué viene que yo haga referencia en el párrafo anterior a la tan cacareada memoria histórica? Pues a que Mohamed y sus acólitos consideran a Ceuta y a Melilla ciudades “ocupadas”, “expoliadas” y unos cuantos adjetivos terminados con el sufijo “-ada” más. Pero todos falsos. Todos.
Ceuta y Melilla son parte de España más o menos desde que el último moro –y no es despectivo, consulten libros de la época y no tan de la época. Aparte, yo no soy políticamente correcto- colonizador escapó Estrecho a través, por cuando Colón andaba de camino a América. Día arriba o día abajo. Aunque a Mohamed le fastidie admitirlo. Eso vienen siendo 500 años, o 500 y pico. No dos días, amigo –es un decir- Mohamed.
Debe ser algún problema o fijación lo que arrastra el monarca alauita lo suyo con los territorios. Porque se quiere apropiar de lo que no es suyo, y se niega a soltar lo que tampoco es. Que el Sáhara no es marroquí, por mucho que se empeñe y por muchas alambradas que ponga. Y Ceuta y Melilla son españolas. Por muchos años, además.
Así que, amigo Mohamed, déjanos en paz. Dedícate a permitir un poco más de libertad en tu país –el compañero Lmrabet se ha venido a España, por si las moscas te vuelve a sentar mal que te lleve la contraria- y a dejar las cosas como están. Bueno, con Ceuta y Melilla libres, Canarias –no vaya a ser tu próxima rabieta- también, y el Sáhara libre. Como debe ser, vamos. Y voy diciendo a las gaviotas que se vuelvan, no las vayas a encarcelar. Por sobrevolar territorio marroquí.
lunes, noviembre 05, 2007 1:23:00 a. m.
A mí, este asunto me ha recordado a la visita que hace no mucho hizo Mohamed VI al Sáhara. Estoy de acuerdo contigo en lo de la "fijación" con los territorios. Y no en la forma, pero sí en el fondo de bastante de lo que dices en este artículo. Pero sin que sirva de precedente... ;-)
Saludos.
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