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LOS AUTÉNTICOS 'CIUDADANOS'


Hola de nuevo,

Ha pasado ya una semana y, aunque parece que este blog tiene una actividad algo menor que en otras ocasiones, aquí volvemos, fieles a la cita de los lunes. Hoy, la cosa va de un título honorífico del que sólo pueden enorgullecerse 356 municipios en toda España. Son los únicos que pueden presumir de ser una Ciudad, no por el número de habitantes que tienen, sino porque están distinguidos como tales. Este reconocimiento puede obedecer a una importancia histórica, como probablemente suceda con Almodóvar del Campo, la localidad de Ciudad Real que decía la semana pasada que posee el quinto término municipal más extenso del país. Pese a no llegar ni a 7.000 habitantes, para hablar con propiedad de este municipio hay que referirse a "la ciudad de Almodóvar del Campo", aunque en la práctica no sea más que un pueblo.

En ocasiones, la concesión del rango de Ciudad a una población es un reconocimiento por el comportamiento de sus habitantes ante un episodio histórico determinado. Por ejemplo, la localidad de Castalla (Alicante), de 9.331 habitantes y muy próxima al municipio donde resido yo, es una ciudad porque allí se produjo una derrota de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia, en 1813. Eso sí, como nota curiosa, el título se concedió 77 años después. Más vale tarde que nunca, dicen. Otras veces, en cambio, la ciudadanía se concede más como un honor a una localidad que crece en importancia. Es lo que sucedió con Santa Coloma de Gramenet, una de las grandes localidades del entorno de Barcelona que, como ya dije en su momento, creció a rebufo de la capital. En 1970, Santa Coloma pasó directamente de ser un "lugar" a una Ciudad.

Esto último no es algo que se haya dado con frecuencia en los últimos años. La inmensa mayoría de las Ciudades situadas en el extrarradio de las grandes capitales españolas lo son por motivos históricos. Así, Badalona tiene este título desde el año 1897; ya por entonces era uno de los principales núcleos urbanos de su provincia. También Manises (Valencia) ostenta este rango desde hace más de 80 años. En cambio, otras poblaciones del entorno de Barcelona y Valencia son villas o lugares, y lo mismo sucede en Madrid, Sevilla u otras grandes áreas metropolitanas.

Hablando de Madrid, la capital del Estado es precisamente una de las dos capitales de provincia que no son ciudades, sino villas. Supongo que la denominación de "la Villa de Madrid" está tan arraigada que nunca se ha querido tocarla. Sin embargo, la cercana población de Alcalá de Henares sí es una ciudad. A pesar de haberse transformado desde 1960 en un municipio metropolitano más, nadie puede poner en duda su relevancia histórica. Un señorío cuanto menos parecido debían tener las otras dos poblaciones madrileñas con título de ciudad: Chinchón y Colmenar de Oreja. La primera no llega a los 5.000 vecinos, y la segunda tiene poco más de 7.000, por lo que, a efectos estadísticos, no se consideran núcleos de características urbanas. Pero nadie puede discutir que sean ciudades.

La otra capital de provincia que no es Ciudad sino Villa es Bilbao. En este caso, en Vizcaya hay una localidad que tiene el privilegio de ser la única Ciudad del territorio vizcaíno. Y es un privilegio que además está escrito, por lo que romperlo podría traer sus más y sus menos institucionales. La población en cuestión es Urduña / Orduña (la denominación oficial es la doble nomenclatura euskera-castellano), que además está separada del resto de Vizcaya, dado que constituye un enclave vizcaíno dentro de Álava. En la práctica es un pueblo de 4.096 habitantes, pero al mismo tiempo nadie lo puede igualar en categoría en toda Vizcaya.

En ninguna otra provincia se da este privilegio tan curioso. En todo caso, la distinción es para el propio municipio que lleva el rango de ciudad. Pero lo que sí es común es que nada tuviera que ver el número de habitantes para que se otorgara el título en su momento. De este modo, en las dos provincias que tienen más ciudades, Jaén y Valencia (empatan a 20), conviven las grandes poblaciones con los pueblos modestos con esta categoría. En Valencia podemos pasar de los 74.827 habitantes de Gandia, los
74.616 de Torrent o los 62.702 de Sagunto / Sagunt a los 6.273 de Albaida y los exiguos 2.476 de Pedralba. Y en Jaén, exactamente lo mismo: poco tienen que ver los 61.452 vecinos de Linares, los 38.662 de Andújar o los 34.139 de Úbeda (localidades todas ellas además sobradamente conocidas) con los 5.775 de Arjona, los 5.009 de Castillo de Locubín o los 4.241 de Valdepeñas de Jaén (no confundir con Valdepeñas a secas, en Ciudad Real, también ciudad y de mucho mayor tamaño), tres municipios cuya existencia es posible que esté conociendo ahora mismo algún lector.

Tan poco importa el número de habitantes para que una localidad tenga rango de Ciudad que llegan a ser 94 las ciudades que tienen menos de 10.000 habitantes. Entre ellas las hay de gran importancia histórica a muchos niveles, como por ejemplo Mondoñedo (Lugo), con un padrón de 4.770 vecinos (y bajando), pero que incluso es sede de episcopado. Exactamente lo mismo puede decirse de Sigüenza (Guadalajara), cuyo número de habitantes es de 4.629. Ambas, además del privilegio de Ciudad, tienen la categoría más moderna de ser cabeceras de partido judicial. De esto último también pueden presumir algunas pequeñas ciudades más, como Purchena (Almería), con 1.653 habitantes, Salas de los Infantes (Burgos), con 2.049 vecinos, o Gandesa (Tarragona), cuyo padrón se queda en las 3.091 personas. Otras ya no son cabeza de partido judicial, pero lo fueron en el pasado: hace un par de semanas, al hablar de Cuenca, no dije que Priego es la única localidad de toda la mitad norte de la provincia que sobrepasa los 1.000 habitantes, aunque por poco: 1.102 son sus vecinos. Pues bien, Priego es una Ciudad, lo mismo que Huete, en la misma provincia, algo más al sur, y con 2.018 habitantes. También fue anteriormente cabecera de partido judicial Albarracín (Teruel), que con sus 1.076 habitantes es la segunda ciudad menos poblada de España.

Alguien tal vez se pregunte: "Sí, muy bien, Albarracín es la segunda ciudad menos poblada de España, ¿pero cuál es la más pequeña? Pues este récord lo tiene la localidad de Frías, situada al norte de la provincia de Burgos, prácticamente a orillas del río Ebro, que en este punto se puede cruzar por un famoso puente que constituye uno de los grandes reclamos monumentales de esta población. Y hablando de población, la verdad es que hay bien poca: según los últimos datos oficiales, tan sólo 293 personas habitan el término municipal de Frías. Pero una localidad tan minúscula hoy día tuvo en su momento jurisdicción sobre casi una cincuentena de localidades de su entorno, y la distinción de su título de ciudad se remonta nada menos que al año 1435, concedido por el rey Juan II de Castilla.

De manera que, aunque haya pocos vecinos en Frías, Albarracín, Priego, Purchena, Gandesa, Mondoñedo y demás localidades citadas en este post, es indiscutible que son verdaderamente ciudadanos, dada la categoría que ostentan estos municipios. Los municipios y, seguramente, también los propios habitantes, para los que es probable que el título de Ciudad sea una especie de orgullo patrio local. Ya que el pueblo es pequeño, al menos poder alardear de rango.

Hasta aquí llegamos por hoy. El lunes que viene, como siempre, si puede ser más. Saludos y hasta la próxima.

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