Ahora Diariodeperiodismo.blogspot.com

Desperta, ferro!

Hoy, las gaviotas vienen con una historia curiosa que contar. Con alto contenido histórico, por ello el apelativo de historia. A partir de este punto, querido lector, te aviso: además de que a las gaviotas les gusta entrar de lleno en la cuestión, que este artículo es políticamente incorrecto.

Es probable que a poca gente le digan algo las dos palabras del título. Pero son legendarias. ¿A quién le suenan los almogávares? Guerreros de la Corona de Aragón, fieros en la lucha, importantes en la Reconquista. Sobre todo, en lo que a las Compañías Catalanas, lo que viene siendo la élite almogávar, se refiere. Para que os hagáis una idea, los Marines de EEUU serían unos tiernos corderitos comparados a los chicos de Roger de Flor, que era su jefe.

Se les recuerda, sobre todo, por lo que se conoce como la venganza catalana: tras ir unos 6500 de ellos a echar una mano a los bizantinos para frenar a los turcos, y pasarse por el filo a 50000 en tres batallas, amén de unos cuantos genoveses y otros que osaban cruzarse en su camino, el emperador de Bizancio mandó a mercenarios alanos degollar a Roger y a cien oficiales almogávares. Resultado esperado por los bizantinos: creían que con eso las Compañías Catalanas quedaban destruidas, pero no contaban con que esas tropas, expertas en el combate cuerpo a cuerpo, eran demasiado temibles.

Lo que ocurrió en realidad fue que, de 9000 alanos que marchaban hacia sus hogares una vez prestados sus servicios, quedaron vivos unos 300, alano arriba, alano abajo. Aprovechando, en vez de volver a España, se quedaron unos años por Grecia, saqueando, vengándose, y fundando los ducados de Atenas y Neopatria.

Hablamos de 1305. Setecientos años. Parecen muchos, ¿verdad? Y yo sin explicaros aún por qué he titulado esta parrafada dominical de esa manera. Por una sencilla razón, que necesitaba de más elementos de los que os había contado hasta el párrafo anterior: porque hay otros que, aún hoy, por increíble que parezca, viven en 1305. O lo pretenden, vamos.

Seguro que todos habéis escuchado la noticia relativa a la camiseta del Inter de Milán y la polémica que ha habido con ella –para los que no hayan visto la susodicha camiseta, pásense por Google, o por la página oficial del Inter, y la verán-. En homenaje a la ciudad de Milán, el equipo azul y negro ha decidido incluir el escudo de la villa en la camiseta. Pero no en miniatura, sino ocupando toda la camiseta. Con lo que resulta que toda la parte frontal de la misma es una gran Cruz de San Jorge. La cruz roja sobre fondo blanco.

La noticia a la que iba, es que diversos grupos musulmanes –dije que el artículo iba a ser políticamente incorrecto, pero bueno, no heriremos susceptibilidades- han pedido que esa camiseta se retire. Porque les ofende. Dicen que les recuerda a los templarios y a su peto, que llevaba una gran cruz roja en la parte central –no la de San Jorge, pero eso ya se escapa a su razón-. Que les recuerda a tiempos de barbarie, a las Cruzadas. Vaya por Dios.

Y han pedido a la UEFA –para más INRI, un abogado turco, contra los que Roger y sus compañeros se entretenían- que al Inter le den por perdido el partido, por usar símbolos racistas en su indumentaria. Amén de la ocurrencia que tuvieron en Inglaterra, de pedir la retirada de la bandera nacional –otra vez la Cruz de San Jorge- por el mismo motivo. Lo que pasa es que los ingleses dijeron que un carajo.

Ciertamente, los almogávares de Roger de Flor –por fin os digo qué significa el título: era su grito para entrar en combate, junto con el Aragón, Aragón- poco tienen que ver con los templarios y la conquista de Tierra Santa. Pero es que la historia de esos intrépidos guerreros sirve para que veamos cómo eran las cosas antes. Y cómo no sólo los cristianos hicimos cosas terribles, que los amigos de la Media Luna –símbolo del que hablaremos más tarde- también perpetraron de las suyas. Porque, una cosa era ser crueles, y otra serlo gratuitamente. Que va a ser que no.

Por ese mismo precio, a los cristianos nos debería ofender la Media Luna, o el ver a las mujeres de esa religión por nuestras calles con los pañuelos cubriéndoles la cabeza, ¿no? ¿Pedimos que se los quiten? No, porque, amén de que los que aún creen en la Alianza de Civilizaciones y demás bobadas por el estilo consideran que es de un racismo galopante siquiera protestar contra ello, nosotros vivimos en el siglo XXI, y a los almogávares, templarios y demás les recordamos como hechos históricos. Aunque luego los cristianos no podamos usar la Cruz de San Jorge, u otros símbolos, porque ofende. ¿Os suena de algo una cosa que he mencionado en el segundo párrafo, la Reconquista? Nada, fueron sólo 700 años de España invadida. Bajo la Media Luna.

Pero no, nosotros nos callamos. Que nos den por todos los lados, cuanto más mejor.

Para terminar, felicitar al equipo de diseño de la firma que viste al Inter, que ha logrado una camiseta verdaderamente interesante. Por mucho que a los turcos les duela.

Os dejo un par de enlaces acerca del tema. Las gaviotas marchan a descansar hasta la próxima semana. Disfrutad de la misma. ¡Nos vemos!

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20071210/53416658257.html

http://www.milenio.com/index.php/2007/12/10/160747/