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Reflexiones a Pilot Rojo

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SALUD Y ...

He preferido esperar hasta que fuese la hora y en efecto, ya es 14 de abril. Hace setenta y siete años se ponía la semilla de la cual nacería la Democracia en España: se proclamó la II República Española. Las fuerzas políticas progresistas (y por qué no algunas conservadoras) veían ansiosas la llegada de este día: por fin las clases populares serían representadas en una cámara de diputados elegidos democráticamente. Fue la oportunidad para que la gente humilde, el pueblo, los obreros, los artesanos y los estudiantes tuviesen por primera y última vez una gran representación acorde a sus ideales. La potencia de un Partido Socialista Obrero Español liderado entre otros por Largo Caballero (el Lenin español) estrechó la mano con el primer y último intelectual en el Gobierno, Manuel Azaña, que aunque estaba al mando de un partido pequeño-burgués de izquierda pronto haría y desharía para lograr la convergencia de la progresía del momento, la que comenzó a elaborar la Reforma Agraria o la secularización del Estado. Comenzó a existir en España la cosa-pública, la nacionalización, el laicismo, los derechos civiles y el punto de partida hacia una democracia del pueblo y para el pueblo. Todos conocemos el infortunio, la impotencia del no poder desarrollarse, del no poder construir una sociedad libre, igual y austera (económicamente hablando) porque a un grupo de generales y a algún que otro filo-nazi les entró la melancolía absolutista que luego mezclarían con grandes dosis de fascismo. Pero eso no es lo que me trae aquí.

Hoy en día la añoranza republicana y la lucha para conseguir la III República queda lejos del famoseo y la realidad capitalista que se vive en el Estado gracias a la destreza mediática-borbónica que hoy en día nos amordaza e ignora. Los gritos contra esta Democracia que nos sabe a poco es acallada por los que se envalentonan cuando miran la “gran obra” por la que nos regimos hoy día en la que los principios democráticos están lejos de serlo. La libertad se pierde en cada hipoteca, la igualdad en el color de la piel o en el sexo y la fraternidad está por cada una de las esquinas de El Corte Inglés donde sus cámaras de vigilancia filman cómo cada uno va a su bola. Perdió el colectivismo frente al “yo, yo y yo”.

El Gobierno del Estado no actúa por libre ni mucho menos; es más, está atado de pies y manos por quien no tendría que estarlo: las grandes empresas que hoy controlan nuestra manera de pensar, de actuar y de respirar. El ejecutivo debería ejecutar para el pueblo decidido por el pueblo y estar sometido de manera constante a un severo control que se traduciría en leyes de mayoría, es decir, en Democracia.

Vivimos en un tiempo en el que la liberalización es lo correcto, esa liberalización que asfixia al humilde a causa de un juego de mercado en el que él no es el protagonista. Se privatiza la educación, la sanidad y dentro de poco hasta la realidad se hará visible y “cualquiera” podrá comprar acciones del Gobierno del Estado. La Democracia Política nace donde hay Democracia Económica, la justicia social solo se atreve a actuar allí donde la limpiadora de oficinas vale lo mismo que el Abogado del Estado. Aquí no actúa, aquí no hay democracia. El sufragio celebrado cada cuatro años es la tapadera del Vota y Calla, es la máxima superación de una pantomima clásica. Se preocupan por que no faltemos al trabajo e intentan que durmamos a gusto para que al día siguiente tampoco fallemos. Para que la economía del país no pierda puntos. Para que las grandes empresas no bajen la rentabilidad. Para que el presidente de Endesa mañana pueda comprarse un cuadro de cien mil euros. Lo siento demócratas y liberalizadores, ese no es nuestro sueño.

Enlazo así diciendo que nuestro sueño no se basa en un turnismo dinástico como el que hoy nos acoge a todos. No es nuestra ilusión apoyar la campaña del miedo del PSOE ni la intención impositiva del nacional-catolicismo del PP, sino la de que no se mienta, la de que, solo de principio, se deje ejercer el derecho al voto de los ciudadanos sin la coacción ni la mentira. Que todos sabemos que ni la Izquierda es Zapatero ni que el Centro es Rajoy. Éstos, mentirosos y usurpadores del voto obrero, ven en su ombligo la consolidación del sistema repugnante y capitalista en el que los empresarios aumentan su poder y en el que los trabajadores tienen como representantes en su empresa a ETTs y a sindicatos cómodos en su propio conformismo.

La República no se resume en Antimonarquismo, por eso dejé para el final lo primero que ha de suceder para proclamar la República. La abdicación del Jefe del Estado (me da vergüenza decir que es un Rey, como Arturo) va a ser imposible en esta posición de lujo y ostentación, de comodidad financiada por todos y cada uno de los inscritos en el Registro Civil de este Estado. Y es que está claro que ningún Rey se ha ido por voluntado propia, menos uno al que no se le puede hablar mal de Franco. Es ahí donde entra en juego la presión popular, aquella en que hay que trabajar mucho ya que la política empresarial de todos los grandes grupos de comunicación es acallar y tirar por tierra las proclamas republicanas. Abrirse hueco entre la censura, romper mordazas de aquellos a los que no les dejan hablar y mostrar la función de una institución desfasada es el legado de la Democracia del 31 para que aquí pueda florecer una nueva: esta está podrida.

No sirve bajar los brazos, no vale agachar la cabeza donde todo es control. Ahora sí:

Salud y República.

3 comentarios:
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Anónimo dijo...
lunes, abril 14, 2008 2:57:00 p. m.  

Nada que añadir Karny totalmente de acuerdo.
Me gusta tanto tu artículo que me gustaría copiarlo en nuestra "tahona" con tu permiso y debidamente acreditado.
Es algo que no hemos hecho nunca y por ello te pido permiso, no veo vuestra licencia de copia por ninguna parte de la página por eso prefiero preguntar.

Un saludo a ver si nos vemos, este finde estaremos en el Extremúsica en Cáceres.

Un saludo.

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KARNY dijo...
lunes, abril 14, 2008 9:20:00 p. m.  

jejje no tengo tiempo para contestar mucho pero si hombre si, tienes mi permiso copia lo que quieras (mio sobre todo).

Un saludo y q lo pases bien!

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Anónimo dijo...
martes, abril 15, 2008 2:29:00 p. m.  

Gracias Karny al final no tengo tiempo para hacer el post que tenía pensado.
Era una comparativa entre tu artículo y el de la visión de un periodista opinando sobre la Segunda República cuando todavía estaba vigente.

Me parecían muy curiosas las similitudes y las divergencias, pero bueno, lo dejo pendiente para cuando tenga algo más de tiempo...

Gracias tio, nos vemos. Salud.

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