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Al fin se aclaran las cosas

Realmente, cometo una torpeza a la hora de titular este artículo, porque suficientemente claras estaban ya. Aún así, esta semana que hoy acaba nos ha dejado a las claras de qué va lo de la Historia en la piel de toro. Y más si se trata de la historia de hace unos 70 años.

En los medios ha aparecido en los últimos días la noticia acerca de que en las antiguas instalaciones de la BRIPAC (Brigada Paracaidista) del Ejército de Tierra en Alcalá de Henares han aparecido una serie de cadáveres -6 según unas fuentes, 9 según otras- presumiblemente fusilados por soldados del Ejército Popular –es decir, el bando republicano- en el transcurso de la Guerra Civil. Probablemente, según se apunta desde diversas fuentes, uno de los cadáveres sea el de Andréu Nin, líder del POUM, de quien nada se supo desde 1937.

Pero se preguntarán los lectores por qué hago esta introducción tan larga al tema que nos ocupa hoy. La explicación viene seguida. ¿Recuerdan a una asociación que se hace llamar de Recuperación de la Memoria Histórica? Seguro que sí, ya que son los que se dedican a excavar en diversos pueblos para tratar de localizar los restos de fusilados en la contienda. Eso sí, es lo más importante, sólo de aquellos que ellos consideran republicanos.

¿Por qué digo que a los que ellos consideran? Veamos, historiográficamente es una afirmación en la que quizá me tiro a la piscina con un nivel de agua no demasiado alto, ya que los cadáveres que han recuperado combatían en el bando del Ejército Popular. Si se han equivocado en alguna ocasión, lo han sabido tapar hábilmente. Pero es que resulta que a republicanos como muchos de los fusilados en Paracuellos –no creo que Melquíades Álvarez, por ejemplo, fuese franquista- o los asesinados en el Cuartel de la Montaña no se les hace ningún caso por parte de esta Asociación. Porque, según ellos, se rebelaron contra el Gobierno democrático. Eso de los adjetivos lo dejaremos para otro día.

Esta semana, su líder, Emilio Silva, lo ha dejado claro. Que su concepto de republicano implica de nuevo el “ellos y nosotros”. Al ser los fusilados de Alcalá gente que se queda al margen de su definición no parece que merezcan ser desenterrados e investigado. Gente tan franquista como Nin, oigan.

La memoria histórica es de todos. Al igual que la Historia. No me vale ya el clásico “ellos y nosotros” o “buenos y malos”. Porque la Historia la escribimos nosotros, todos, le pese a quien le pese. Y así era en el 36. ¿No se pretendía cerrar viejas heridas y viejos odios? Con esto desde luego que no se conseguirá. La Historia no es “nuestra Historia”, por lo que no tenemos derecho a manipularla para conseguir nuestros intereses. Planteamientos maquiavélicos de este tipo sólo consiguen la generación de nuevos problemas y enfrentamientos.

No, no busquen entre sus libros ese párrafo, porque no está publicado en ninguna parte. Fue escrito hace algo más de dos años en un artículo que nunca llegó a ver la luz por el mismo que les hace llegar a ustedes estas líneas, cuando la ARMH decidió hacer gala de que le había tocado la Lotería de Navidad con un décimo que llevaba los números de la fecha de proclamación de la II República. Y, aunque el párrafo tenga ya dos años, creo que sigue perfectamente vigente. Incluso, más, porque los errores si no se tratan de subsanar se agravan continuamente.

La negativa de este grupo de aficionados metidos a excavadores/arqueólogos que se mueven sólo por los impulsos que les dicta su cerrada mente para tratar de que las heridas no cicatricen jamás a estudiar quiénes son los cadáveres encontrados en Alcalá sólo hace que confirmar que el sectarismo les puede, que no pretenden recuperar la memoria de lo que ocurrió en tres tenebrosos años de nuestra historia común.

¿O es que las víctimas de izquierdas (me niego a decir republicanos, ya que todos lo eran, tanto los de un bando como los del otro) tienen más importancia que las de derechas, o viceversa?

La pregunta que aquí extraigo nuevamente de aquel artículo que mencionaba antes conserva plenamente su vigencia. Me reafirmo en que todos, absolutamente todos los combatientes de la Guerra Civil –excepción hecha, por definición, de los carlistas y algún que otro monárquico- eran republicanos, unos frentepopulistas, otros con otras tendencias ideológicas –atrévase, señor Silva, a discutirme y justificarme si José Antonio, por ejemplo, no era republicano-. Y sin duda, todos, absolutamente todos, se merecen el mismo respeto. Algo que ustedes no hacen.

“Saber Historia no sirve para nada, pero el que no sabe Historia no sabe nada”

Esta frase también se recogía en aquel texto, pero no es original mía, sino de otra persona, muy sabia, muy cabal, y que puede hablar en este tono con total autoridad, ya que es historiador. Señor Silva, empiece por aprender Historia, y luego póngase a excavar. Pero sin saber, mejor no.

Por cierto, aquel a quien ustedes tanto pavor les da, el general Franco, y su obra hecha en Cuelgamuros, que no es otra que la Basílica del Valle de los Caídos, decidió que allí se enterrase a personas de ambos bandos. Sin distinción. Incluso, hay quien apunta que hay más frentepopulistas que nacionalistas. Fíjese usted. Para que vaya aprendiendo.

Cierro el artículo con una aclaración que quizás se le escapa, dado que usted, visto lo visto, de Historia va escaso: ni Andréu Nin ni el POUM eran lo que ustedes califican como fascistas. Por si acaso, no se vaya a equivocar.