feedburner

Recibe las actualizaciones de DIARIO DE PERIODISMO

El vuelo de la gaviota

Etiquetas:

Cuando los términos se confunden...

... mala cosa. Sí. Por una vez, esta parrafada dominical –disculpad la ausencia de la semana pasada, pero los exámenes mandan- empieza por puntos suspensivos. Al igual que podría empezarse el nuevo capítulo en el asunto que nos ocupará a lo largo de las siguientes líneas. Unas pocas, no sé cuantas.

Y la confusión es notable. El confundido, pues también, califiquémosle de notable. Al menos, es una de las personas encargadas de dirigir los designios de este sitio llamado España. Según algunos, no sé cuantos, brillante diplomático, algo que a mí, sinceramente, me cuesta creer. Mira que trato de no ser incrédulo, y las gaviotas así me lo dicen, pero nada. Me toca ser incrédulo con este tipo.

Pero es que, mirando tu currículo, sigo sin creerme que seas un buen diplomático. Eres, simplemente, uno de los estandartes de la política de buen rollito, hermanos todos, cantemos juntos y demás –llamada ahora Alianza de Civilizaciones, ya le tocará luego al asunto este-.

Imagino que ya sabréis de quién hablo. Sí, de Miguel Ángel Moratinos. Ese gran hombre que estuvo un montón de años de enviado de la UE en Oriente Próximo para no solucionar nada, aparte de exportar odio a los judíos. Ese tipo que no se moja, salvo cuando quiere. Ese personaje al que los americanos, por ahora los que mandan en el cotarro mundial, evitan. Nuestro ministro de Exteriores. Hasta el 9 de marzo, o un poco más, dependiendo de qué digan las urnas.

Y es que, Miguel Ángel, no sé si lo has hecho adrede, porque el cuerpo te lo pedía, o porque te ha tocado a ti en esta ocasión en la rifa interministerial. El ataque de esta semana a la Iglesia Católica te tocaba hacerlo a ti. Pero te has equivocado, como has hecho en la mayoría de cosas desde que se te conoce en la vida pública. Tratando de arremeter contra la jerarquía eclesiástica, has arremetido contra los católicos. Contra mí y contra todos los que tienen las mismas creencias que yo. Que no somos pocos, no te engañes.

Has confundido los términos. De cabo a rabo. No porque no hayas querido decir lo que has dicho, que querías. Vaya que si querías. Dices que eres católico. ¿De veras? ¿O sólo lo haces por tratar de quedar bien? Es que uno no sabe ya qué pensar contigo...

Puede que alguno con la mente un tanto corta de vista piense que este individuo que escribe una parrafada por semana en la página de los alumnos de Periodismo es un católico acérrimo. Tengo a bien no considerarme como tal. Tengo fe, me siento orgulloso de ella, pero no comparto, por ejemplo, el 90% -por poner un porcentaje, no los conozco en su mayoría, ni quiero- de los principios del Opus Dei. Con lo que, de extremista, me da que poco, Miguel Ángel. Igual que yo, muchos más. Primer error de tu perorata en el Vaticano. O pataleta, como prefieras.

Por suerte, la Conferencia Episcopal sólo es un órgano de gobierno de la Iglesia Católica en España. ¿Por qué digo que ‘por suerte’? Porque los católicos españoles tenemos derecho a pensar por nosotros mismos, a estar en desacuerdo con la Conferencia. ¿Quién te dice, Miguel Ángel, que todos apoyamos a los obispos en todo lo que hacen? Quizá tú te lo piensas. Pero te cuelas una vez más.

‘Integrista, fundamentalista y neoconservadora’. Como en esta sección me dan libertad para hacer lo que me da la gana, voy a empezar por el final de esta oración –no te asustes, no voy a rezar el Credo ni el Padrenuestro en esta columna-, por el último calificativo. ¿Estás seguro, querido Moratinos, de que no lo has pronunciado por la frustración que te causa que los auténticos neoconservadores -o neocons, como quieras- no te hacen ni puñetero caso? Me da que va a ser eso, que tenías que soltarlo antes de terminar la legislatura.

Sobre los otros dos calificativos, retomamos lo prometido unos cuántos párrafos más atrás. Te vuelves a equivocar, pero esta vez de pleno. ¿Recuerdas ese invento llamado Alianza de Civilizaciones, auspiciado por tu jefe Rodríguez y por ti mismo? ¿A que sí? Bueno, pues que yo sepa, uno de vuestros principales objetivos ahí es llevarse bien con Marruecos, Turquía, Argelia y demás gente mora –conste que moro aquí no es usado como ofensivo, sino como calificativo, aunque en la actualidad políticamente incorrecto, usado desde tiempos inmemoriales por los españoles para referirse al vecino del sur-. Pasamos a otro párrafo, que este es demasiado largo ya.

Decía, que la Alianza promueve el entendimiento con la morería. Con el Islam, vamos. Porque no he visto gente de otras culturas en ese ‘Foro’ que montasteis. La verdad, para qué te voy a engañar. No me interesaba en exceso, porque es una soberana incongruencia con los tiempos que corren. Pero si José Luis y tú sois felices, pues sedlo, que no seré yo el que os lo impida.

Es esa religión con la que pretendéis llevaros como hermanos a la que se puede aplicar con más facilidad los adjetivos que le has dedicado a la Conferencia. Cierto es que hay gente islámica que ha pasado una fase más y piensa por sí misma, pero no creo que me equivoque cuando digo que la gran mayoría están anclados en lo que vendría siendo la Edad Media para Occidente. Los que consideran a la mujer como poco menos que un mueble. Los que prometen muerte a los que no piensan como ellos.

Por suerte, hay excepciones. Y por desgracia, como contraposición, me toca darte una pequeña parte de razón: los católicos también tenemos lo nuestro, con cierta congregación que he mencionado algo más arriba. Por suerte, separamos conceptos, términos y pensamientos. Bueno, dices que eres católico. Supongo entonces que lo sabrás. Al igual que sabrás que hay otras congregaciones dentro de la Iglesia, como la Compañía de Jesús, diametralmente distanciadas de los principios radicales. Confiaremos en que sepas todo lo que te he contado acerca de religiones y distinciones necesarias. Si eso, un día te mando una gaviota mensajera.

Finalmente, quiero hacerte caer en la cuenta de otro error que has cometido. En este caso, demagógico. No, no quieras leer lo que no hay escrito: no te estoy llamando demagogo, sólo te digo que en esta ocasión te has dejado llevar un poco por la demagogia. Paso a explicarte ese error.

Dices que la Iglesia utiliza ahora el terrorismo como arma electoral, y las negociaciones y demás. Y citas los ejemplos de Hispanoamérica. Ahí es donde caes en la demagogia, tratando de apoyar tus tesis sobre algo en lo que no se pueden apoyar. El problema terrorista en Hispanoamérica –Colombia y otros tantos países- es radicalmente diferente al español. Y la Iglesia allí es totalmente diferente. Te recomiendo que antes de hablar otra vez acerca del tema, leas algo sobre, por ejemplo, Óscar Romero. No negoció con terroristas, pero es un buen ejemplo. O sobre curas guerrilleros en El Salvador.

Por ello, Miguel Ángel, y voy acabando ya, procura enterarte de qué hablas la próxima vez. Que se supone que eres el jefe de nuestra diplomacia. Menos mal que está por ahí un señor apellidado Borbón para sacarte las castañas del fuego más de una vez...

Posdata: No sólo a Miguel Ángel, sino a todo aquel que quiera emplear unos minutos en algo de provecho y enriquecedor, buscad en la web del magazine del New York Times un par de artículos escritos por Mark Lilla: Getting Religion y The Politics of God. Simplemente, inconmensurables. Claro, que el autor es un don nadie: profesor en la Universidad de Columbia... Un ‘neocon’, que diría Miguel Ángel. Como es norteamericano...

La foto que pongo en el artículo es de la portada de un número del NYT Magazine en que aparece un artículo de Mr. Lilla. Traduzco el texto: Nosotros, los occidentales, encontramos incomprensible que las ideas teológicas aún hoy inflamen la mente humana, levantando pasiones mesiánicas que pueden arruinar sociedades. Hemos asumido que esto no podía volver a ocurrir, que los seres humanos habían aprendido a separar las cuestiones políticas de las religiosas, que la política teocéntrica murió en la Europa del siglo XVI. Estábamos equivocados. Nosotros somos la frágil excepción.

Posdata 2: No consigo subir la imagen. Se la enviaré al Blogmaster para que pueda hacerlo. Si no se puede colgar, en el siguiente enlace la podéis ver. Es la tercera imagen del post: http://www.quintatinta.com/2008/02/01/30-portadas-de-the-new-york-times-magazine-2/



0 comentarios:

Publicar un comentario

Tr3s Son Multitud. La serie por capítulos