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Reflexiones a Pilot Rojo: Elecciones Generales '08

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MI ABUELO Y YO, JUNTOS A VOTAR (9M)

Una luz tenue se abre hueco entre la persiana y se proyecta en el teclado de mi ordenador. Aparentemente es un día normal, la gente sale a la calle, coloca las sábanas en las cuerdas de la pared, barre la puerta, acude a la Iglesia o sueltan a sus perros para que tomen el aire. Pero en realidad, todos tenemos un punto negro en nuestro corazón que apunta al norte de España, a Euskadi, a Guipúzcoa, a Arrasate-Mondragón. La gente sale a votar “con todas sus fuerzas”, “con cabeza y corazón” o con el puño rojo en alto con muchas ganas. Con ganas del fin, del diálogo o el combate policial, pero con la esperanza de terminar con la mafia etarra que ya solo sabe matar a gente humilde al estilo norteamericano en el primer cuarto de siglo. Pistolas contra votos, balas contra palabras, hijoputez contra honestidad.

El perro ladra de repente cuando mi abuelo y yo acudimos a las urnas. “¿Por qué votas? ¿Por qué a esos?” Primero porque es mi forma de luchar contra el terror subido al tono de la más extrema crueldad y segundo porque tengo unas ideas. Porque quiero cambiar esto. Porque no quiero que ganen los asesinos ni que los mezquinos dirigentes de los partidos mayoritarios se froten las manos con la posible movilización del pueblo. Finalmente, en otro paso, todo queda entendido y respetado. Cada uno hará lo que más honesto vea y votará a aquel que responda a sus intereses o al que le haya engañado mejor.

Sin embargo, hay una salvedad. Siempre hay algo que no gusta, que no convence, que no es todo lo lúcido que debería ser o no brilla con toda la luz posible. Estas urnas infestadas de caciquismo son el vivo retrato de unas elecciones yanquis. Son las elecciones del Madrid y del Barça, de los demócratas y los republicanos, de Coca-Cola contra Pepsi. Son esas elecciones con una espada y con una pared sin aire entre medias, en la que las dos opciones, las únicas que se saben, que se ven, son las buenas, las creíbles, las del trabajo y el bienestar. Te das cuenta cuando pisas el colegio electoral: PP a un lado y PSOE a otro controlando el color de tu sobre, la manera de votar, de hablar, de saludar o inspeccionándote aquel sobre blanco que puede ser transparente. “Apuntemos a este para nuestro lado, este es de derechas”, se dirán algunos. “Este es nuestro, es de izquierdas”. Si señor, soy de izquierdas, pero no de los vuestros. Yo no soy de nadie.

Ves cosas que te asustan, sobre todo la campaña electoral que en este pueblo mío se ha montado. Eso me lo contaron una vez fuera del colegio electoral. Cuando los ánimos políticos estaban más o menos calmados, con caciquismo pero calmados, viene un señor de fuera vestido de negro y con alzacuellos y decide lo que es bueno y lo que es malo para el pueblo. Decide la campaña verdadera, la política válida y las ideas acordes con esa rancia fe católica. Anunció amenazas “infernales” contra personas que abortaron en el pasado cuando él no había pisado el retablo de esta Iglesia, a lo que yo respondí: “hijo de puta”. No soy un maleducado, ni un soberbio ni nada por el estilo; tengo mis razones. Y si no las tuviera, tampoco lo sería. Acusa a aquellas mujeres que en viernes de cuaresma comieron tostón en una cena colectiva y las “invita” a barrer el templo para que sus pecados sean perdonados. Eso es una chorrada, sí, pero deja de serlo cuando después de esto aclara el tipo que no se puede ir con una mano a comulgar y con la otra a votar a partidos que no profesen la fe católica. Más de lo mismo, pero oye, me choca en mi pueblo. La gente está quemada. Creo que el pobre tipejo hizo campaña a la inversa, creo que habrá más gente de izquierdas que en las elecciones pasadas. No sé, pero se huele.

Una vez en casa, llega el momento del suspiro. Ya está hecho. He depositado mi papeleta en la urna y realmente sentí una gran satisfacción al hacerlo por quién lo hice. Por el voto sencillo, sincero, natural, idealista. Más sobrio que ayer noche, rugí a favor de la izquierda. No voté por Zapatero.

II

EL DESENLACE...ESPERADO (9-10 M)
(El olor era a pescado: en Fresno ganó el PP)

Al final, ocurrió lo esperado. Cerró filas el sistema bipartidista y los que deberían estar preocupados pero no tanto son los que se ven con el agua al cuello para la conformación del futuro Parlamento Español. Un millón de votos parece no ser suficiente para conseguir un grupo parlamentario propio, pese al voto útil. Un millón de personas parecen no contar nada en este sistema “democrático”, no parece que existan las convicciones de una parte (no precisamente pequeña) del pueblo.

Y es que al fin y al cabo todo es un círculo vicioso. Comienza en 1977 cuando D’Hont triunfa frente al temido comunismo y se reparten escaños de aquella manera para que el PCE no lograse nunca un triunfo electoral. Herrera de Miñón se lo espetó a Carrillo una de esas tardes de charloteo en la Cadena Ser y, según dijo, no se arrepentía de ello.

Te surge la duda al parecer que votas o tienes ideas de monstruo, de malvado. Luego recapacitas y te das cuenta de que el mundo está mal repartido en todas sus extensiones y formas. Una de ellas es el sistema electoral de nuestra brillante democracia.

No soy muy devoto de la campaña de Gaspi, no estoy de acuerdo con el seguidismo que Izquierda Unida a mantenido durante la legislatura respecto al PSOE, también pienso que se ha fallado en cuestiones puntuales de programa y futuro. Pero al final, por las características del votante de izquierda, es evidente que eso no ha sido lo determinante en el resultado electoral de hace un rato.

Cuando los escaños provinciales se reparten como una subasta, cuando el sistema electoral hace estragos y empequeñece aún más al pequeño, pasa lo que pasa. Aparece el fantasma del voto “útil” impreso en él la lista de un partido grande que es el que tiene posibilidades de conseguir escaño. El partido pequeño, la tercera fuerza política del país, queda abandonada a su suerte y a la de los votantes fieles que no dan voto por mentira. Ojo, no menosprecio a aquellos que cambiaron su voto visto lo visto, tan solo critico el por qué, y ese por qué son las posibilidades de representación.

Cuántos votos habrán ido al cubo de la basura, cuántos. Cuantas personas se irán a la cama pensando que una vez más su voto, el de sus ideas, el de sus convicciones y sentimientos no servirán de nada. Amanecerá otro día con el fantasma de una democracia podrida.

¿Dónde está el 5% de Madrid, el 8% de Asturias o el 9,5 % de Córdoba? ¿Dónde queda el comunismo de Valencia, Murcia, o si me apuras el de Valladolid? ¿De qué sirve pues la farsa sin margen de maniobra de los pequeños? Una vez más el Pucela no pudo llegar a la Champions, por qué será. Se dejó los puntos en el Bernabeu, en el Camp Nou o en las artimañas de los directores de escena de tan fútil teatro.

Rosa Díez, no precisamente una política de la que me acuerde a menudo, comprenderá ahora la marcha de Llamazares. Entenderá perfectamente que se ha metido en una lucha cerrada, donde el pescado está ya vendido y solo quedan las cuatro sardinas de futura conserva y el resto para los gatos.

Escucho de vez en cuando eso de que la gente es libre a la hora de votar, de que si no votan a tal será por algo, de que si tiene poca representación será por las limitadas capacidades del candidato. Yo respondo con la otra mitad de la verdad (siendo muy generoso y tirando muy a la baja) que en realidad desenvuelve la bajilla de porcelana. La gente vota libremente pero, ¿En qué condiciones? ¿En la extrema exhibición de dos troles y la semicensura de los gnomos? ¿Con esas campañas mediáticas de exaltación del bipartidismo norteamericano ‘modelo a seguir’? ¿Con unos intereses económicos fuera de lo anormal en el capitalismo que se entrelazan con la financiación de los partidos? ¿Con un sistema en el que el dinero es poder y el PPSOE es su profeta?

Faltan puñetazos en la mesa. Faltan los Julios Anguitas de las diferencias en un sitio pero algo más importante en el otro: la honestidad.

No nos engañemos con esta ensalada de rúcula mal aliñada, no nos engañemos con el voto inútil a las izquierdas y a las derechas. Tal y como está la cosa, lo que define a las siglas Socialistas y Populares sostenedores del bipartidismo y la ‘democracia’ es algo muy sencillo: puro teatro.

III

REFLEXIÓN EN FRÍO: ESTO ES DEMASIADO (10M)

Estaba yo observando el mapa político con el color rojo y azul y parecía más el mapa de España en 1938 que los resultados de las Elecciones Generales. Esas elecciones disfrazadas de cabaret pero que en realidad son prostitutas vendidas al mejor cliente. Casi mejor, compradas al mejor cliente. PP y PSOE una vez más se han vuelto a repartir España como la otra noche mi padre y yo nos comíamos un flan a medias. Al fin y al cabo, son cosas de la democracia: si mi madre no está presente, se queda sin flan. Es decir, si hacemos como que vosotros no existís, os vamos a joder bien. Lo han conseguido.

Fuera de mi crispación totalmente enemiga de la resignación, cabe analizar algún que otro detalle que Gaspar nos ha dejado estos cuatro años. Ese Gaspar que en muchos momentos vendió el internacionalismo de izquierda por el nacionalismo periférico exacerbado, que puso los cuernos al trabajador con el ecologismo (nada mal visto como un punto de programa, a mi juicio) y que se olvidó del organismo fundamental de Izquierda Unida, y ese es el Partido Comunista de España. Aferrándose a la tranquilidad que el PSOE le dio en momentos puntuales consiguió que en ocasiones IU pareciese un simple satélite de Zetapé, sin darse cuenta de que es mucho más. Se centró más en el matrimonio homosexual que en la elaboración de un programa sólido, quiero pensar que no se dio cuenta de que Izquierda Unida tan solo contaba en el Congreso con 5 diputados y que estaba al borde del abismo. Pasó el tiempo de actuar y autodefinirse y cuando lo intentó hacer ya era demasiado tarde. Incluso el terrorismo le sorprendió con los deberes sin terminar y le hizo perder un día crucial de campaña que no hubiese sido tal si se hubiese preocupado de rematarlos meses, años antes.

Si no hace falta ser muy listo para darse cuenta. Marga Sanz tenía la clave pero en un descuido se la destruyeron. Los mejores resultados de la coalición fueron aquellos en los que se mostró firme frente al resto de partidos haciendo correr el aire muy especialmente entre el PSOE e IU. Los peores, la época del seguidismo.

Y es que esto es demasiado. Es ver como a 15 por hora te vas a chocar contra un muro y no haces nada por evitarlo. Es desarrollar el tema mal en el examen y querer corregirlo cuando faltan 5 minutos.A medida que pasa el tiempo, se nota menos mi crispación. Aun así, sigo sin resignarme.

4 comentarios:
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Antonio dijo...
martes, marzo 11, 2008 1:21:00 a. m.  

A sus pies, señor Karny. Suscribo tus palabras prácticamente al 100%. Yo también pienso que Llamazares se acomodó demasiado en su papel de mamporrero del Gobierno y que sólo se dio cuenta del previsible leñazo cuando ya era demasiado tarde. A eso hay que añadirle factores que también has citado, como las duras consecuencias del bipartidismo (no todo el rojo o azul; hay muchos tonos de lila) o el mal llamado "voto útil", que esta vez ha contribuido, creo que más que otras veces, a menguar los resultados de IU.

Pero además hay otros problemas muy graves, como el de las crisis internas. Pongo por caso mi comunidad, donde Esquerra Unida del País Valencià se ha literalmente dividido entre comunistas, por un lado (que se han quedado las siglas), y otras corrientes de tipo ecosocialista-nacionalista, que han acabado uniéndose en estas elecciones con el Bloc Nacionalista Valencià (tercera fuerza autonómica en ayuntamientos, que políticamente podríamos equiparar a CiU sólo que más progresista); su cabeza de lista por Valencia era la ya ex diputada Isaura Navarro.

Esa división (con broncas públicas incluidas entre Isaura Navarro y la líder de EUPV, Glòria Marcos) ha ofrecido una nefasta imagen de EU-IU, tanto para sus votantes tradicionales como para el conjunto de la sociedad del País Valencià. Tanto es así que la suma de las dos candidaturas (la de EU y la de Isaura Navarro) no llegan, ni de lejos, a las cifras de EU del año 2004. Como vano consuelo, eso dice que el escaño por Valencia estaba perdido de forma irremediable. Ahora bien, eso invita a la reflexión.

Yo, que durante toda la década de los 90 estuve deseando que llegara el año 2000 para poder votar en unas generales, también echo en falta un líder que, ya sea con la frase de "Programa, programa, programa" o con una equivalente, sea capaz de aglutinar a todas las voces a la izquierda del PSOE para darles la representatividad política que merecen. En España hay muchas personas que comparten su visión de un estado plural donde la diversidad territorial sea un elemento de valor y no de tensión, donde los máximos derechos y garantías laborales sean un hecho y donde servicios públicos como la sanidad, la educación, las prestaciones sociales y la movilidad de las personas no puedan estar en manos de intereses particulares.

Enhorabuena por este post. Y, con la cabeza bien alta, ¡Salud!

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Marta dijo...
miércoles, marzo 12, 2008 12:14:00 p. m.  

Buenas Miguel! Noto en tus artículos que te sientes decepcionado y no es para menos con tus convicciones políticas, pero creo que la culpa del bipartidismo que hemos vivido no la tiene ni los votantes del PP ni los del PSOE, la tienen los votantes del que creo que es tu partido por cambiar el voto a favor del PSOE. Puede que en estas elecciones los votantes de izquierda unida hayan preferido evitar que el PP se haga con más fuerza que nunca y por eso han dado su apoyo al único partido que ahora le puede hacer frente. También creo que la respuesta de los ciudadanos ha sido clara y tiene una única lectura y es que tan mal no se ha hecho durante estos cuatro años. Para mi es más importante que nos preocupemos por el crecimiento de la derecha legislatura tras legislatura que por el resultado de estas ultimas elecciones. Me parece francamente más preocupante. Por otra parte creo que ZP debería darse cuenta de que ha ganado votos de IU y actuar en consecuencia, haciendo de esta legislatura un periodo en el que se hable de verdad de políticas de izquierdas y dejen de perder votos aliandose con partidos nacionalistas. Este es mi deseo. Siempre es un placer leerte!
Un besote

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Anónimo dijo...
miércoles, marzo 12, 2008 12:21:00 p. m.  

Karny, creo que es la primera vez que votas, no lo se.

Yo ya llevo un par de elecciones, seguimos siendo los nietos de los que perdieron la guerra civil, o por lo menos los que no olvidamos.

Votamos Izquiera Unida, muchas veces más con el corazón que con la cabeza, haciendo caso omiso a las divergencias del propio partido.

Izquierda Unida ha perdido su discurso propio, hace un planteamiento distinto en cada lugar, según le conviene (no se ni a quién), un discurso para Euskadi otro para Andalucía, varios en Valencia incluso pactó para que ANV gobernara en el Ayuntamiento de Mondragón, alguno de sus importantes dirigentes se enteraron de este hecho el día del atentado.

IU se ha olvidado de nosotros, los convencidos, los que votamos sus principios y no ha su política de pactos a diestro y siniestro. Los que pedimos que se mantengan en sus bases y se olviden de pactar con nadie por conseguir una porción del pastel, el votante que se sume, que se sume con todas las consecuencias y no por un interés de pacto regional.

No necesito que IU gobierne ni pacte, solo le pido que me represente y que siga fiel a sus bases.
Necesito una Izquieda UNIDA y no una izquierda VERDE, ni una Izquierda ARALAR ni nada por el estilo, ni siquiera una Izquiera FEMINISTA.

Esto es lo que ha conseguido LLamazares, dispersar el partido, luchas internas, pactos a cascoporro... hace muy bien en marcharse.

Somos un millón, me da igual, no me importaría que fuéramos 50 votantes , son mis ideas y estarán representadas aunque no sea la mejor manera por la injusta ley electoral.

Voté IZQUIERDA UNIDA, por principios y estoy arto de victimismos, afronta lucha y si hace falta, que lo hace, rectifica, aprende, representa a tus votantes y se fiel a tus principios olvídate de la liga Madrid, Barsa nosotros jugamos otra liga la del ascenso, la de la ilusión y el cámbio, la del voto valiente en muchas ocasiones incomprendido, la de los ignorados, la de los trabajadores humildes.
Es muy fácil ser del Madrid para estar celebrando siempre sus victorias, allá ellos, nosotros no necesitamos celebrar nada, los obreros ya estamos acostumbrados a perder todos los días y por eso no dejamos de ir al tajo, voto inútil ¡¡¡EL VUESTRO!!!

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Nicolás dijo...
sábado, marzo 15, 2008 1:44:00 p. m.  

En general estoy bastante de acuerdo contigo,... pero con ciertas discrepancias, evidentemente; la Ley Electoral es mala, muy mala, y es q como dijo Alfonso Guerra después de aprobada la susodicha ley dijo: "En España valen más los votos de las vacas de los campos castellanos que los de las personas" (vamos, o algo parecido). Parece q por fin IU mueve ficha y a denunciado la Ley Electoral como anticonstitucional; a ver que sale; pero, de todos modos, quizás un poco tarde no??? la Ley Electoral también era mala con 21 escaños,...
Por otra parte IU támbién debería mirarse un poco el ombligo, yo no creo q el bipartidismo sea bueno; pero si pasas 4 años lamiendole el culo al presidente del Gobierno y haciendo oposición a la oposición y no al gobierno; después que no se extrañen de que su electorado vote al PSOE; normal!!! en la actualidad existe casi un simbiosis entre los dos partidos; porque despúes es mu facil hablar de feroz y atroz bipartidismo; pero, en cierto modo IU tiene gran culpa de ello; por un lado el PP y por otro todos los demás;lo normal es que los peqños se agrupen en torno al grande, al primo de zumosol que los defienda.
Sin más, suerte para 2012; IU la va a necesitar jjee

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