El vuelo de la gaviota
Acerca de persecuciones
Tras dos semanas en que las gaviotas no han podido levantar el vuelo por causas varias, volvemos este primer domingo de junio a Diario de Periodismo con novedades que contar. Tanto las gaviotas como yo. Por ejemplo, les contaremos que hoy en día se siguen haciendo persecuciones.
De todos es sabido que el idioma español –no vamos a entrar en consideraciones acerca del idioma, puesto que si la institución que lo rige es la Real Academia Española será porque el idioma se llama español- es perseguido, tristemente, en algunas zonas de España. Sobre todo en cierta comunidad autónoma que queda en el noreste, llamada Cataluña. Y, preocupantemente, están consiguiendo que la persecución se traslade a las Islas Baleares.
Más allá de esa lamentable persecución, que no vamos a conseguir –por desgracia- solucionar con un artículo en este blog, se encuentra el hecho de la utilización política de la misma. Curiosamente, para tratar de que se convierta en un boomerang que a los que persiguen al español les sirva para denunciar supuestos ataques a su lengua autóctona. Que no propia como dicen, ya que ambas, tanto el catalán en este caso, como el español son propias. Si se dedicaran a defender la cooficialidad y la riqueza que aportan las lenguas... –sí, algunos comentarios de Antonio y compañía me han hecho ver la luz, aunque nunca haya dejado de pensar que la pluralidad de lenguas es riqueza cultural-
Pues, como iba diciendo, resulta que ahora un ex-diputado de ERC –oh, sorpresa, de ese partido que no aprende que la gente ya pasa de ellos, como les demostró en marzo, ¿recuerdan?- se dedica a denunciar a Air Berlín porque esta compañía aérea alemana ha introducido en la revista que se da a los pasajeros en sus vuelos hasta las Islas Baleares ha incluido una viñeta satírica en la que compara la situación del español y el catalán en las regiones de Cataluña y las Islas con la que viven el bávaro y el alemán en Baviera. Con una mala intención que se salía del mapa, oigan.
Y este individuo que les comento ha ido un poquito más allá, y en su blog personal –del que no incluyo enlace porque considero que mi tiempo se puede ocupar en cosas más interesantes que buscar dicha página- ha puesto un fotomontaje bastante poco agraciado. Tanto por el diseño, del que se han hecho eco varios medios informativos- como por el contenido. El montaje en cuestión se lo detallo en el siguiente párrafo.
Puig, que así se apellida el sujeto, ha decidido que el logo de Air Berlín no le gustaba, y, ni corto ni perezoso, ha decidido que le quedaría muy bien una esvástica nazi, ya que, según su punto de vista, el “ataque” que han hecho los alemanes a la lengua catalana ha sido flagrante y gravísimo. Tanto como denunciar la realidad, vamos.
En seguida, no vayan ustedes a creer que no, una Plataforma creada ad hoc por los de Esquerra para apoyarse en su persecución al español ha pedido el boicot a esta compañía aérea –que, por lo que dicen, ofrecen un servicio bastante competente en sus vuelos- por la misma razón. Dios los cría, señores. Y es verdad.
Pero el individuo este no ha caído en la cuenta de que es un zoquete, tal y como demuestra con ese montaje. Ni se da cuenta de la realidad –la esvástica, en tal caso, se la podría aplicar su formación política en asuntos referentes a odio y persecución de quienes no se ciñen a lo impuesto por un grupo de iluminados, aunque es un símbolo de tan fatídico recuerdo que debería ser ignorado salvo para recordar lo que pasó y no debe volver a repetirse- ni de lo afortunado que es por vivir en este país al que él y sus correligionarios tanto odian.
Porque, de habérsele ocurrido publicar semejante ocurrencia en Alemania o en otros muchos países de Europa, el amigo Puig estaría ahora mismo en la cárcel más cercana a su lugar de residencia, dado que eso puede ser perfectamente tipificado como un delito de enaltecimiento del nazismo, o, simplemente, contra las leyes que rigen en aquellos países acerca de recordar esos tiempos pasados. Amén de la querella que Air Berlín podría –es más, en mi opinión, debería- poner contra este personaje. Más que nada por dos motivos: tergiversación de la realidad y uso de símbolos prohibidos. Bueno, tres motivos más bien: difamación hacia la compañía por compararla con quien no debía.
Pues esto es lo que tenemos en España. Gente que mezcla la realidad hasta tal punto que trata de hacer ver que la misma es precisamente lo contrario a lo que sucede. Pero, claro, todo con una intención: sacar provecho de ello.
Así nos va.
Posdata: Señor Puig, es usted un perfecto inculto. Trate de que el próximo montaje que haga no sea ofensivo para tal cantidad de gente como ha sido este. Y, de paso, trate de no decir más mentiras. O de decir alguna verdad, mejor dicho. Atentamente, el de El Vuelo de la Gaviota.
lunes, junio 09, 2008 1:56:00 a. m.
Una cuestión al hilo de la alusión que me haces; no sé si lo de "ver la luz" va con ironía. Una cosa es potenciar el uso de una lengua, y otra bien distinta las actitudes enfermizas. En el mundo del nacionalismo catalán hay mucho de esto último, muchas cosas sacadas de quicio. Ahora bien, sentenciar sin más que "el español está perseguido en Cataluña" también está fuera de lugar.
Es cierto que la política lingüística oficial minimiza el uso del castellano, pero a nadie le muerden por utilizarlo. Además, es un tema del que la gente de a pie de Cataluña pasa bastante (sé de lo que hablo, viví cuatro años allí y, aunque hablo catalán, mi lengua materna es el castellano). Tan sólo lo magnifican, por intereses propios, determinados personajes públicos (tanto 'de un lado' como 'del otro') y algunos medios de comunicación.
Al igual que tú, me río de las actitudes enfermizas a las que me refería antes. Lo del presunto ataque de Air Berlin a la lengua catalana me lo parece. Igualmente, decir que los 'toros carreteros' de Osborne identifican a la rancia España que oprime a Cataluña que bla bla bla... me parece muy lamentable, o peor aún, pueril. Pero desde el otro lado también se sacan mucho las cosas de quicio. Ni por una parte ni por otra hay para tanto.
Espero que mi alusión no fuera con ironía, nunca he pretendido 'evangelizar' a nadie, sólo mantengo que la pluralidad de España es un valor a defender. Por lo demás, reitero que, aunque no todos, sí comparto algunos puntos de vista de este artículo.
Saludos.
miércoles, junio 11, 2008 7:05:00 p. m.
Antonio:
No, la alusión que te hago no iba con ironía, en absoluto. Lo hago porque, como habrás podido observar, esa manía que tengo (¿Tenía?) de españolizar las palabras de otros idiomas que se hablan en regiones de España he tratado de evitarla en este artículo. Y, si así ha sido, se debe a diversos comentarios que has dejado, con críticas enormemente constructivas. Por tanto, la ironía la uso en otras ocasiones, pero no ahora.
Sin duda, la pluralidad es algo que enriquece enormemente a nuestra patria (palabra que, desgraciadamente, hemos dejado de usar de forma común) y no seré yo el que abogue porque se acabe. No me parecería justo que se prohibiese el uso de catalán, valenciano, gallego o euskera, siquiera de otras lenguas no oficiales como el bable. Pero me parece muy denunciable, y muy criticable, que el español se vea en inferioridad en Cataluña, donde en la Universidad se usa exclusivamente el catalán, y los centros de niveles inferiores son reacios al uso del español salvo en las horas destinadas académicamente a su estudio, algo que, personalmente, me parece bastante insuficiente.
Saludos, compañero.
jueves, junio 12, 2008 1:59:00 a. m.
Leído el comentario y aclarada la cuestión, Patino. Me alegra haber contribuido a aumentar tu receptividad con las otras lenguas de España. Sobre la "inferioridad" del castellano en Cataluña, es cierto que la preferencia al catalán es total, pero insisto en que la visión que se puede tener desde la distancia y a través de los medios de comunicación es distorsionada. Hay que vivir allí o conocer su realidad para comprender un poco más todas esas circunstancias. Aún así, no te quito la razón en cuanto a lo absurdo y lamentable de determinadas manías a todo lo español, incluso a lo que no tiene por qué serlo necesariamente, como los toros de Osborne.
En cuanto a la Universidad, no es cierto que se use exclusivamente el catalán; sí es verdad que, en teoría, toda la enseñanza es en catalán, pero en la práctica, hay profesores que dan las clases en castellano y no hay más problema. Y esto lo digo con mucho conocimiento de causa ;-). Además, como en otros casos, es más lo que se dice desde fuera que lo que luego realmente es. En la facultad tenía compañeros de distintos lugares de España (andaluces, murcianos, aragoneses, extremeños y hasta un vallisoletano al que Merayo también conoce), y aunque al principio les pareció que el tema del catalán iba a ser para ellos un mundo, acabaron no dándole más importancia.
Te recomiendo que hagas un viaje a Barcelona (ciudad que merece una visita cada cierto tiempo) y que compruebes todo esto por ti mismo. Y que, si tienes la mala pata de topar con gente imbécil (que en todas partes la hay) y tienes problemas con esta cuestión, me lo hagas saber. Pero ya te digo que no creo que los tuvieras, la gente de a pie pasa mucho de esos asuntos, te lo aseguro.
¡Saludos!
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