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El vuelo de la gaviota

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Readmisión

Esta palabra puede sonar a muchas cosas. Por ejemplo, a que un coche parado vuelva a admitir gasolina tras haber estado estropeado. O que un club vuelva a abrir sus puertas a uno de sus miembros, cual hijo pródigo. Nos acercaremos en esta parrafada dominical más a la segunda cuestión. Eso sí, con una salvedad. En esta ocasión el club no será tal, sino que será la empresa FASA-Renault y el miembro uno de los que estaban en plantilla de la misma hasta hace poco. Sindicalista, que todo hay que decirlo.

A poco que demos un paseo por algunas calles de Valladolid, especialmente por las de barrios obreros –Pajarillos, Delicias, Rondilla y demás- encontraremos sus paredes sembradas de carteles, algunos llamando a una manifestación el pasado 29 de diciembre, otros llamando a algo que dicen que es una asamblea. Todo ello, porque la dirección de FASA-Renault decidió despedir a ese trabajador, no ya sindicalista, sino cargo de uno de los sindicatos con representación en la fábrica de automóviles. No voy a dar el nombre del sindicato, porque lo pueden ver en los mencionados carteles, o en noticias referidas al asunto. Vamos, que tampoco es que importe demasiado.

Pues resulta que la readmisión del sujeto en cuestión, haciendo de ser despedido una rancia –por lo añeja en el tiempo- causa de esas en las que los empresarios opresores, esos malvados tiburones del capital, expulsaban a los enlaces sindicales sólo por serlo. Pero olvidan lo más importante. La causa del despido. Claro, si la dijesen en sus panfletos, se quedarían solos en ‘manifas’, asambleas y demás parafernalia propia del buen sindicalista que se precie.

¿Por qué afirmo esto? Porque es algo que podríamos decir que es incuestionable. ¿O es que acudirían ustedes a apoyar a un tipo que se ha dedicado durante mucho tiempo a no cumplir siquiera medio en condiciones con su trabajo? No, imagino que será la respuesta mayoritaria. Ni las gaviotas harían acto de presencia.

Por suerte, gracias a los medios de información nos hemos podido enterar de a qué se ha dedicado el tipo. 9500 han sido los afectados que han tenido, o pueden tener problemas en sus Renault por culpa de este individuo.

Exacto: se ha dedicado al sabotaje. En este caso, de motores, que es la parte de la factoría a la que estaba destinado. ¿Las razones? Algo se ha dicho, pero el verdadero motivo para ser un completo desgraciado –sobre todo porque ha tenido la desgracia, para él, de que le han pillado- sólo lo puede saber él.

Ya saben. Lo que es normal, sano, y hasta recomendable, como echar a un empleado que no hace bien su trabajo, para los sindicatos es una sucia treta del capitalismo salvaje. Y de los que creemos que FASA-Renault ha aumentado grandemente su prestigio haciendo esto, algo tan simple como hacer lo que debía.

Pobrecitos sindicalistas. ¿Cuándo espabilarán? Si lo saben, las gaviotas, que se van recogiendo ya, y el individuo que las dirige, agradecerán saberlo. No vaya a ser que les vaya a dedicar un día otra parrafada y me la fastidien.

A todo esto. Ya tenemos más de 50.000 visitas. Me encanta empezar años así, de verdad.

1 comentarios:
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KARNY dijo...
domingo, enero 13, 2008 11:12:00 p. m.  

Parece que en este artículo no lo cuentas todo. El Sindicato es Trabajadores Unidos, y simple y sencillamente el trabajador ha sido despedido porque era molesto políticamente hablando. Dices que 9500 personas tendrán mal sus coches y yo te digo que eso es mentira. En los 500 folios que a Enrique le dieron en su despido alegaban que llevaba haciendo mal su trabajo desde marzo. Por qué le despiden en enero y no en abril o mayo?Eso huele raro.

El Sindicalista en cuestión entro en una sección o como se diga de la fábrica donde no había ningún movimiento sindical. El señor Soto, patrón de la misma, sabe por qué. Este individuo es un miembro del Opus Dei, franquista como él solo, y dijo que en su sección no habría ningún movimiento ni ningún sindicalista u obrero que se pasase de la raya (su raya), que si no se atuviera a las consecuencias. Enrique se hizo enlace sindical de Trabajadores Unidos y desde ese momento el obrero comenzó a denunciar el ritmo de trabajo, las condiciones, etc. y comenzó a haber un revuelo de asambleas y protestas obreras para pedir sus derechos.

Cierto día de noviembre y quedando 4 minutos para finalizar la jornada, Enrique se quedó en su puesto de trabajo negándose a continuar con el mismo hasta finalizar la jornada. No daba tiempo ha terminar la pieza en la cadena en el tiempo que restaba y la producción del día quedaba lejos de ser conseguida. Él había denunciado a lo largo del día que alguien había tocado los tiempos de trabajo de la cadena,no le hicieron caso y la encargada le echó la bronca. A partir de ahí fue todo más difícil para el trabajador. Finalmente acabó despedido.

Sí, Patino, acabó despedido por un empresario capitalista y salvaje, por sacarles los colores en materia condicional del trabajo ya que no eran adecuadas para las PERSONAS que allí estaban trabajando. Y como dije antes, si realmente hacía mal su trabajo, por qué esperar 9 meses hasta el despido? Raro raro...

Sin más, he de decir que esto me agrada, quiere decir que hay gente con conciencia solidaria para acabar con el maldito sistema que hace lo que hace, explotar a una zona del mundo y matar de hambre a la otra.

Por cierto, algún día estaría bien hablar de un terrorismo bastante peor que el que les gusta a los del PP, sí ese, el terrorismo patronal y empresarial.¿No se carga el captialismo salvaje a 4 trabajadores por día?Quién va a ser si no?

Por cierto, me parece un poco falta de respeto con eso que dices de "pobrecitos sindicalistas, cuando espabilrán?" Los sindicalistas (unos más que otros) saben de sobra lo que hay en el mundo empresarial, una sarta de hijos de ya sabes incontable.

Un saludo y salud!

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