Apuntes de Geografía
Publicado por
Antonio
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Apuntes de geografía
AÑO NUEVO, CIFRAS NUEVAS
Hola,
Retomamos la sección geográfica tras unas semanas de paréntesis. Estamos ya en 2008, un año que espero haya comenzado de la mejor forma posible para los lectores de este blog, al igual que espero que de 2007 se pudiera hacer un buen balance. Un año que terminó, como viene siendo habitual desde fecha reciente, con la actualización de las cifras oficiales de población. El 28 de diciembre, fecha adecuada para lanzar bulos o gastar ingeniosas bromas (como la de que Tr3s son multitud se empezará a emitir el próximo 30 de febrero y demás), se hacían públicos los datos de población a 1 de enero de 2007, que serán los válidos a lo largo de todo este año.
Por esta razón, he querido dedicar la primera entrega de la sección en 2008 a hablar, más que de geografía, de demografía. Pero tranquilos, que no voy a divagar sobre la población de todos los municipios españoles, sino sólo de los habitantes de los municipios de los que proceden los redactores de este blog, comparando las cifras con las de 2006. Para ello me guiaré por el Especial Elecciones 2007 que se curró en su momento Nicolás Mayo, el gallego simpático (dudo que me equivoque aunque no lo conozca personalmente) que andaba perdido por Pucela en el Especial Nochevieja 2008 que todos pudimos ver. En el citado Especial Elecciones 2007, Nicolás hizo un repaso a los resultados de los comicios en las mismas localidades a las que haré referencia a continuación.
Así que, como no podía ser de otra forma, voy a empezar por el municipio de Muros (A Coruña), al que pertenece la localidad de Esteiro. Un ayuntamiento que en 2006 tenía la curiosa cifra de 9.999 habitantes, lo que supuso que por dos vecinos su corporación tenga 13 concejales y no 17. De manera que estaba muy cerca de rebasar la barrera, pero lo que ocurre es que ha perdido población y se queda en 9.931. Hay que decir que, aunque Galicia (y también la provincia de A Coruña) ganen habitantes en su conjunto, las zonas rurales y gran parte de la costa de toda la comunidad sufren un continuo descenso desde hace más de 20 años. Para que os hagáis una idea, en 1991 Muros tenía 11.255 vecinos. Vamos, que va de capa caída.
Un tanto sucede con otra distante y distinta villa también coruñesa, A Pobra do Caramiñal, de la que procede Tamara Rivas. En 2006 tenía sólo dos habitantes más que Muros, es decir, 10.001, los justos para tener 17 concejales en vez de 13. Pero, al igual que el otro municipio, ha bajado hasta los 9.923. Es decir, que en estos momentos tiene oficialmente ocho vecinos menos que Muros. También está en racha a la baja, como buena parte de la costa gallega: en 1991 el vecindario era de 10.390 personas.
Para seguir con dando tumbos por el norte del país, nos vamos ahora hasta Cangas del Narcea (Asturias), de donde procede (siempre guiándome por el Especial Elecciones 2007) Gala Paz. El Principado de Asturias es la única comunidad que pierde habitantes en relación a 2006 (no la única provincia, eso sí), y Cangas del Narcea no escapa a ello: en la anterior revisión del padrón tenía 15.437 vecinos, y en 2007 baja a 15.127. Quedarse con 310 personas menos en un año es bastante, pero parece poco si lo comparamos con todo lo perdido en las últimas décadas: en 1991 la población era de 19.225 habitantes. El envejecimiento es, desgraciadamente, uno de los rasgos distintivos de la población asturiana, lo cual, junto a la falta de salidas económicas del medio rural, explica ese éxodo.
Avanzamos más al este hasta la ciudad de Santander, donde no sé si Ángel Stanich habrá dado algún concierto, pero espero que sí, dado que a todo el mundo le gusta ser profeta en su tierra. La capital cántabra no va a invertir la racha negativa que llevamos desde que hemos empezado: baja de 182.926 habitantes en 2006 a 181.802. No se puede decir que sea poco, pero sí se le puede dar una explicación: los movimientos migratorios hacia otros municipios del área metropolitana, como Camargo, Piélagos, El Astillero, Santa Cruz de Bezana o Medio Cudeyo. Por este mismo motivo no extraña la gran cantidad de habitantes perdidos por Santander desde 1991: en esa fecha tenía 191.079.
Nos desplazamos ahora un poco hacia el sur. La villa palentina de Guardo no hace honor a su nombre y no retiene habitantes, sino que, lamentablemente, los pierde a espuertas. El lugar de origen de María Turienzo sigue siendo el municipio más poblado de Palencia después de la capital, pero si no queda relegado es porque el siguiente, Aguilar de Campoo, también pierde población. Así, si en 2006 estaba habitada por 7.835 personas, en 2007 desciende hasta los 7.673. Corren malos tiempos para la minería y la industria química, algo que queda muy claro si comparamos la cifra actual de habitantes con los 9.458 que se contabilizaron en el censo de 1991.
Cambiamos de cuenca hidrográfica para irnos a la del Ebro. Un río que delimita gran parte del término municipal de Briñas, el de menor extensión de toda La Rioja, como bien espero que no me rebata Marta Salinas, con esa voz que me dejó admirado en el Especial Nochevieja y que merece saltar a las ondas radiofónicas. Pero como no estamos aquí para lanzar piropos, sino para hablar de habitantes, diré que Briñas también tenía en 2006 los habitantes exactos para tener 7 concejales y no 5 (dio precisamente el paso en estas elecciones), es decir, 251. Pues bien, tiene el mérito de no haber perdido vecinos en un año. Eso sí, el crecimiento es de sólo una persona, dado que a 1 de enero de 2007 la población era de 252 personas. No obstante, hay que decir que es un pueblo al alza, ya que en 1991 tenía 191 habitantes. Supongo que su proximidad al activo centro industrial y bodeguero de Haro hace mucho.
Volvemos ahora a Castilla y León, de donde prácticamente no nos iremos ya. La capital autonómica, Valladolid, que llevaba algunos años con su padrón bastante estabilizado, sufre una verdadera debacle: de los 319.943 habitantes de 2006 ha pasado a 316.564, la cifra más baja en 25 años. Muy lejos queda ya el récord oficial de 330.700 empadronados de 1991. Cabe decir, no obstante, que al igual que ocurre en Santander, cientos de personas huyen en masa a otras localidades cercanas: así, Arroyo de la Encomienda supera en habitantes a Tordesillas y se coloca como la cuarta de toda la provincia. Y cómo no, Laguna de Duero se afianza como la segunda, por delante de Medina del Campo. Tampoco son de desmerecer los crecimientos de Cistérniga, Tudela de Duero, Zaratán, Santovenia de Pisuerga y otros municipios próximos a Pucela. Que tomen nota de ello Sara Leonardo, María Núñez, Sara Polo, Alejandro Rescalvo, Patricia Robles y Roberto Sastre.
Cojamos ahora un tren TRD con destino a Salamanca y bajémonos en la estación de Fresno el Viejo. La patria chica de Miguel Ángel Rodríguez de la Fuente (para distinguirlo del otrora portavoz del Gobierno pepero) continúa con su constante goteo de habitantes y, si en 2006 estaba oficialmente habitada por 1.139 personas, ahora ya son sólo 1.117. A este paso, mucho me temo que a no muy corto plazo, la cifra de habitantes tendrá sólo tres dígitos. Van a tener que tomar ejemplo del vecino pueblo de Carpio, que sí ha remontado su censo de forma leve. Para consuelo de Karny, diré que Fresno el Viejo aún tiene más habitantes que Carpio (sólo 51, para ser exactos), pero volver a lograr el dato de 1.378 moradores de 1991 parece un reto más que complicado.
Subámonos de nuevo al tren TRD hasta final de destino y plantémonos en Salamanca, ciudad que aquí abandera Carlos Patino. No sé si es que buena parte de sus vecinos ya se imaginarían la subida de impuestos municipales que ha aplicado recientemente su alcalde, pero lo cierto es que el municipio ha bajado de los 159.754 habitantes de 2006 a 155.921, que también es la cifra más exigua en bastante tiempo. Pero, al igual que en Santander o Valladolid, la explicación está bien clara: abandono masivo de la ciudad para trasladarse a alguno de los municipios metropolitanos, que en el caso de Salamanca siguen siendo aún muy pequeños (aparte de Santa Marta de Tormes, sólo Villamayor supera los 5.000 habitantes), pero que cada vez tienen más importancia. Además de los citados, destacan Villares de la Reina, Carbajosa de la Sagrada y Cabrerizos, entre otros. En 1991 ya se advertía esta tendencia, dado que entonces eran 162.888 los residentes en la capital.
La siguiente etapa se podía hacer también en tren hasta 1984, pero desde entonces hay que seguir la carretera N-630, que en este tramo todavía no ha sido convertida en autovía. Nos vamos hasta Benavente, la segunda población de una despoblada provincia de Zamora, de donde Ángel Negro. La localidad es toda una excepción en su territorio, al pasar de 18.675 habitantes en 2006 a 18.744 en la revisión posterior. No es mucha la ganancia, pero sí un verdadero hito teniendo en cuenta que Zamora es una de las provincias que más población ha perdido en las últimas décadas... y aún sigue en ello. Mientras, Benavente ha sido el contraste: en 1991 tenía 14.424 habitantes.
Desde Benavente, la A-66 nos pondrá pronto en León. La ciudad adoptiva del presidente del Gobierno y (supongo que) natal de Miguel Martínez mantiene el mismo patrón que el resto de capitales de provincia que hemos visto: de 136.985 vecinos en 2006 pasa a 135.059 un año después. Como no podía ser de otra forma, los municipios próximos ganan toda la población que pierde la capital. Podemos citar, como los más destacables, San Andrés del Rabanedo (y, en concreto, la pedanía de Trobajo del Camino, que es en realidad poco menos que un barrio de la ciudad de León) y Villaquilambre. Para no ser menos que en los casos anteriormente citados, esta contraurbanización ya viene de lejos: en 1991, León tenía 144.021 habitantes.
No nos movemos de la provincia de León, aunque nos vamos a la que ha sido llamada como a terra irredenta, la única comarca legalmente constituida de Castilla y León. El Bierzo, para entendernos. De allí procede Diego Merayo, aunque no me enteré que era exactamente de Priaranza del Bierzo hasta que no vi el aludido Especial Elecciones 2007. Y no es que a partir de entonces me fuera a dormir más tranquilo (tampoco es cuestión de ser tan freak), pero sí me resulta interesante saber de dónde remanece cada uno. El caso es que la villa de Priaranza del Bierzo y su jurisdicción (que incluye, entre otros, un pueblo paradójicamente llamado Villalibre de la Jurisdicción) sumaban a 1 de enero de 2006 la cifra de 918 habitantes, mientras que un año después se quedaban en 914. Vista la pérdida de habitantes que sufre la provincia de León en su conjunto, no deja de ser un mérito que el padrón se mantenga estable. Además, en las últimas décadas no ha decrecido mucho; en 1991 los vecinos del municipio eran 1.015, entre ellos, imagino, el que década y media después promovió la creación del cuaderno electrónico que ahora espero estéis leyendo.
Y bueno, debería ir terminando ya, así que, para acabar, barreré para casa y hablaré un poco del lugar en el que vivo, dado que, con aquello de que nadie del blog me conoce personalmente (ni yo tampoco a ellos, obviamente), no sé si se sabrá mucho de mí. El municipio en el que resido, Ibi, tiene cierta envergadura demográfica, aunque dada la elevada densidad de población de toda la zona mediterránea, no debe sorprender que ocupe el decimonoveno lugar por orden de habitantes de la provincia de Alicante. Vamos, que hay otros 18 más poblados. Aún así, el padrón crece, pasando de 23.360 vecinos en 2006 a 23.609 en 2007. Un incremento ligero, más aún teniendo en cuenta que en algunos municipios no muy lejanos a éste la población sube como la espuma. Por suerte, ésta es una zona industrial y de interior donde las cosas (todavía) van más despacio (en 1991 éramos 20.685, así que ya se ve la evolución), aunque la amenaza del ladrillo está cada vez más cerca.
En fin, ahora sí, me iré despidiendo ya. Espero que este cúmulo de datos no os haya resultado aburrido. Y si ha sido así, hacedlo constar de la forma adecuada. Por mi parte, la semana que viene más, si es posible.
Saludos y hasta la próxima.
Hola,
Retomamos la sección geográfica tras unas semanas de paréntesis. Estamos ya en 2008, un año que espero haya comenzado de la mejor forma posible para los lectores de este blog, al igual que espero que de 2007 se pudiera hacer un buen balance. Un año que terminó, como viene siendo habitual desde fecha reciente, con la actualización de las cifras oficiales de población. El 28 de diciembre, fecha adecuada para lanzar bulos o gastar ingeniosas bromas (como la de que Tr3s son multitud se empezará a emitir el próximo 30 de febrero y demás), se hacían públicos los datos de población a 1 de enero de 2007, que serán los válidos a lo largo de todo este año.
Por esta razón, he querido dedicar la primera entrega de la sección en 2008 a hablar, más que de geografía, de demografía. Pero tranquilos, que no voy a divagar sobre la población de todos los municipios españoles, sino sólo de los habitantes de los municipios de los que proceden los redactores de este blog, comparando las cifras con las de 2006. Para ello me guiaré por el Especial Elecciones 2007 que se curró en su momento Nicolás Mayo, el gallego simpático (dudo que me equivoque aunque no lo conozca personalmente) que andaba perdido por Pucela en el Especial Nochevieja 2008 que todos pudimos ver. En el citado Especial Elecciones 2007, Nicolás hizo un repaso a los resultados de los comicios en las mismas localidades a las que haré referencia a continuación.
Así que, como no podía ser de otra forma, voy a empezar por el municipio de Muros (A Coruña), al que pertenece la localidad de Esteiro. Un ayuntamiento que en 2006 tenía la curiosa cifra de 9.999 habitantes, lo que supuso que por dos vecinos su corporación tenga 13 concejales y no 17. De manera que estaba muy cerca de rebasar la barrera, pero lo que ocurre es que ha perdido población y se queda en 9.931. Hay que decir que, aunque Galicia (y también la provincia de A Coruña) ganen habitantes en su conjunto, las zonas rurales y gran parte de la costa de toda la comunidad sufren un continuo descenso desde hace más de 20 años. Para que os hagáis una idea, en 1991 Muros tenía 11.255 vecinos. Vamos, que va de capa caída.
Un tanto sucede con otra distante y distinta villa también coruñesa, A Pobra do Caramiñal, de la que procede Tamara Rivas. En 2006 tenía sólo dos habitantes más que Muros, es decir, 10.001, los justos para tener 17 concejales en vez de 13. Pero, al igual que el otro municipio, ha bajado hasta los 9.923. Es decir, que en estos momentos tiene oficialmente ocho vecinos menos que Muros. También está en racha a la baja, como buena parte de la costa gallega: en 1991 el vecindario era de 10.390 personas.
Para seguir con dando tumbos por el norte del país, nos vamos ahora hasta Cangas del Narcea (Asturias), de donde procede (siempre guiándome por el Especial Elecciones 2007) Gala Paz. El Principado de Asturias es la única comunidad que pierde habitantes en relación a 2006 (no la única provincia, eso sí), y Cangas del Narcea no escapa a ello: en la anterior revisión del padrón tenía 15.437 vecinos, y en 2007 baja a 15.127. Quedarse con 310 personas menos en un año es bastante, pero parece poco si lo comparamos con todo lo perdido en las últimas décadas: en 1991 la población era de 19.225 habitantes. El envejecimiento es, desgraciadamente, uno de los rasgos distintivos de la población asturiana, lo cual, junto a la falta de salidas económicas del medio rural, explica ese éxodo.
Avanzamos más al este hasta la ciudad de Santander, donde no sé si Ángel Stanich habrá dado algún concierto, pero espero que sí, dado que a todo el mundo le gusta ser profeta en su tierra. La capital cántabra no va a invertir la racha negativa que llevamos desde que hemos empezado: baja de 182.926 habitantes en 2006 a 181.802. No se puede decir que sea poco, pero sí se le puede dar una explicación: los movimientos migratorios hacia otros municipios del área metropolitana, como Camargo, Piélagos, El Astillero, Santa Cruz de Bezana o Medio Cudeyo. Por este mismo motivo no extraña la gran cantidad de habitantes perdidos por Santander desde 1991: en esa fecha tenía 191.079.
Nos desplazamos ahora un poco hacia el sur. La villa palentina de Guardo no hace honor a su nombre y no retiene habitantes, sino que, lamentablemente, los pierde a espuertas. El lugar de origen de María Turienzo sigue siendo el municipio más poblado de Palencia después de la capital, pero si no queda relegado es porque el siguiente, Aguilar de Campoo, también pierde población. Así, si en 2006 estaba habitada por 7.835 personas, en 2007 desciende hasta los 7.673. Corren malos tiempos para la minería y la industria química, algo que queda muy claro si comparamos la cifra actual de habitantes con los 9.458 que se contabilizaron en el censo de 1991.
Cambiamos de cuenca hidrográfica para irnos a la del Ebro. Un río que delimita gran parte del término municipal de Briñas, el de menor extensión de toda La Rioja, como bien espero que no me rebata Marta Salinas, con esa voz que me dejó admirado en el Especial Nochevieja y que merece saltar a las ondas radiofónicas. Pero como no estamos aquí para lanzar piropos, sino para hablar de habitantes, diré que Briñas también tenía en 2006 los habitantes exactos para tener 7 concejales y no 5 (dio precisamente el paso en estas elecciones), es decir, 251. Pues bien, tiene el mérito de no haber perdido vecinos en un año. Eso sí, el crecimiento es de sólo una persona, dado que a 1 de enero de 2007 la población era de 252 personas. No obstante, hay que decir que es un pueblo al alza, ya que en 1991 tenía 191 habitantes. Supongo que su proximidad al activo centro industrial y bodeguero de Haro hace mucho.
Volvemos ahora a Castilla y León, de donde prácticamente no nos iremos ya. La capital autonómica, Valladolid, que llevaba algunos años con su padrón bastante estabilizado, sufre una verdadera debacle: de los 319.943 habitantes de 2006 ha pasado a 316.564, la cifra más baja en 25 años. Muy lejos queda ya el récord oficial de 330.700 empadronados de 1991. Cabe decir, no obstante, que al igual que ocurre en Santander, cientos de personas huyen en masa a otras localidades cercanas: así, Arroyo de la Encomienda supera en habitantes a Tordesillas y se coloca como la cuarta de toda la provincia. Y cómo no, Laguna de Duero se afianza como la segunda, por delante de Medina del Campo. Tampoco son de desmerecer los crecimientos de Cistérniga, Tudela de Duero, Zaratán, Santovenia de Pisuerga y otros municipios próximos a Pucela. Que tomen nota de ello Sara Leonardo, María Núñez, Sara Polo, Alejandro Rescalvo, Patricia Robles y Roberto Sastre.
Cojamos ahora un tren TRD con destino a Salamanca y bajémonos en la estación de Fresno el Viejo. La patria chica de Miguel Ángel Rodríguez de la Fuente (para distinguirlo del otrora portavoz del Gobierno pepero) continúa con su constante goteo de habitantes y, si en 2006 estaba oficialmente habitada por 1.139 personas, ahora ya son sólo 1.117. A este paso, mucho me temo que a no muy corto plazo, la cifra de habitantes tendrá sólo tres dígitos. Van a tener que tomar ejemplo del vecino pueblo de Carpio, que sí ha remontado su censo de forma leve. Para consuelo de Karny, diré que Fresno el Viejo aún tiene más habitantes que Carpio (sólo 51, para ser exactos), pero volver a lograr el dato de 1.378 moradores de 1991 parece un reto más que complicado.
Subámonos de nuevo al tren TRD hasta final de destino y plantémonos en Salamanca, ciudad que aquí abandera Carlos Patino. No sé si es que buena parte de sus vecinos ya se imaginarían la subida de impuestos municipales que ha aplicado recientemente su alcalde, pero lo cierto es que el municipio ha bajado de los 159.754 habitantes de 2006 a 155.921, que también es la cifra más exigua en bastante tiempo. Pero, al igual que en Santander o Valladolid, la explicación está bien clara: abandono masivo de la ciudad para trasladarse a alguno de los municipios metropolitanos, que en el caso de Salamanca siguen siendo aún muy pequeños (aparte de Santa Marta de Tormes, sólo Villamayor supera los 5.000 habitantes), pero que cada vez tienen más importancia. Además de los citados, destacan Villares de la Reina, Carbajosa de la Sagrada y Cabrerizos, entre otros. En 1991 ya se advertía esta tendencia, dado que entonces eran 162.888 los residentes en la capital.
La siguiente etapa se podía hacer también en tren hasta 1984, pero desde entonces hay que seguir la carretera N-630, que en este tramo todavía no ha sido convertida en autovía. Nos vamos hasta Benavente, la segunda población de una despoblada provincia de Zamora, de donde Ángel Negro. La localidad es toda una excepción en su territorio, al pasar de 18.675 habitantes en 2006 a 18.744 en la revisión posterior. No es mucha la ganancia, pero sí un verdadero hito teniendo en cuenta que Zamora es una de las provincias que más población ha perdido en las últimas décadas... y aún sigue en ello. Mientras, Benavente ha sido el contraste: en 1991 tenía 14.424 habitantes.
Desde Benavente, la A-66 nos pondrá pronto en León. La ciudad adoptiva del presidente del Gobierno y (supongo que) natal de Miguel Martínez mantiene el mismo patrón que el resto de capitales de provincia que hemos visto: de 136.985 vecinos en 2006 pasa a 135.059 un año después. Como no podía ser de otra forma, los municipios próximos ganan toda la población que pierde la capital. Podemos citar, como los más destacables, San Andrés del Rabanedo (y, en concreto, la pedanía de Trobajo del Camino, que es en realidad poco menos que un barrio de la ciudad de León) y Villaquilambre. Para no ser menos que en los casos anteriormente citados, esta contraurbanización ya viene de lejos: en 1991, León tenía 144.021 habitantes.
No nos movemos de la provincia de León, aunque nos vamos a la que ha sido llamada como a terra irredenta, la única comarca legalmente constituida de Castilla y León. El Bierzo, para entendernos. De allí procede Diego Merayo, aunque no me enteré que era exactamente de Priaranza del Bierzo hasta que no vi el aludido Especial Elecciones 2007. Y no es que a partir de entonces me fuera a dormir más tranquilo (tampoco es cuestión de ser tan freak), pero sí me resulta interesante saber de dónde remanece cada uno. El caso es que la villa de Priaranza del Bierzo y su jurisdicción (que incluye, entre otros, un pueblo paradójicamente llamado Villalibre de la Jurisdicción) sumaban a 1 de enero de 2006 la cifra de 918 habitantes, mientras que un año después se quedaban en 914. Vista la pérdida de habitantes que sufre la provincia de León en su conjunto, no deja de ser un mérito que el padrón se mantenga estable. Además, en las últimas décadas no ha decrecido mucho; en 1991 los vecinos del municipio eran 1.015, entre ellos, imagino, el que década y media después promovió la creación del cuaderno electrónico que ahora espero estéis leyendo.
Y bueno, debería ir terminando ya, así que, para acabar, barreré para casa y hablaré un poco del lugar en el que vivo, dado que, con aquello de que nadie del blog me conoce personalmente (ni yo tampoco a ellos, obviamente), no sé si se sabrá mucho de mí. El municipio en el que resido, Ibi, tiene cierta envergadura demográfica, aunque dada la elevada densidad de población de toda la zona mediterránea, no debe sorprender que ocupe el decimonoveno lugar por orden de habitantes de la provincia de Alicante. Vamos, que hay otros 18 más poblados. Aún así, el padrón crece, pasando de 23.360 vecinos en 2006 a 23.609 en 2007. Un incremento ligero, más aún teniendo en cuenta que en algunos municipios no muy lejanos a éste la población sube como la espuma. Por suerte, ésta es una zona industrial y de interior donde las cosas (todavía) van más despacio (en 1991 éramos 20.685, así que ya se ve la evolución), aunque la amenaza del ladrillo está cada vez más cerca.
En fin, ahora sí, me iré despidiendo ya. Espero que este cúmulo de datos no os haya resultado aburrido. Y si ha sido así, hacedlo constar de la forma adecuada. Por mi parte, la semana que viene más, si es posible.
Saludos y hasta la próxima.
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martes, enero 15, 2008 4:52:00 p. m.
sI habitualmente me encata tu seccion, esta semana todavía más. soy un fanático de seguir la población de cuanto más sitios mejor y este post me ha resultado más interesente. especialmente me han sorprendido los datos de las ciudades que aún que si es cierto ese movimiento cara los pueblos del alrededor pensé que no provocarían una pérdida de población tan destacada.
en cuanto a Muros, pues poco que añadir; es una pena ver como la población baja año y tras año y casi dia tras dia sin que nadie pueda (ni quiera) hacer algo. la falta de trabajo en toda la zona es latente y la mayoría de los jóvenes se ven obligados a "emigrar" a otras zonas (especialmente a Canarias, donde triunfa la construcción) para conseguir trabajo.
Sin más, enhorabuena! que nos sigas deleitando con estos "Apuntes..."
miércoles, enero 16, 2008 12:28:00 a. m.
Buen trabajo para empezar este nuevo año, Antonio. Pero, de puestos, te encargo una cosa: aunque la Ciudad Dorada es mi debilidad, mi pueblo es La Alberca, en la Sierra de Francia -manda narices, con lo poco bien que me llevo con los franchitús...-. Creo que andamos en torno a los 1100, o cosa así. Un saludo.
martes, enero 22, 2008 1:36:00 a. m.
Discúlpeme, señor Patino, pensaba que vuesencia tenía como domicilio la ciudad de Salamanca. Pero si eres de La Alberca, como que tiene más caché el estar entre los pocos escogidos que componen el censo de un pueblo pequeño, ¿no? Curiosamente, es de los pocos municipios de la provincia que tiene estabilizada su población, incluso ligeramente al alza: 1.158 habitantes en 2007, frente a 1.138 en 2006 y 1.068 en 1991.
He visto y leído bastante sobre La Alberca y su arquitectura y chacinería, aunque aún tengo grabado en la mente un reportaje que vi allá por 1995 o 1996, de una serie titulada "Los Pueblos", en la que sacaron un día al tuyo. ¿Todavía se sigue haciendo lo de soltar al marrano a principios de otoño por las calles para que los vecinos lo vayan alimentando y después sortearlo bien gordo? Me pareció una tradición más que curiosa.
En cuanto a Nicolás, muchas gracias por los elogios que haces a la sección y a esta entrada en particular. Como dices, es una pena que la gente se marche por falta de expectativas, y más aún teniendo en cuenta las que tienen: irse a Canarias a trabajar de camareros. Que se ganará dinero, pero la realización profesional se queda allá en la inopia. Para eso, más valdría dar un impulso al turismo en la costa gallega, por supuesto sin permitir atentados como los que se sufren en otros puntos del litoral de toda España. Mientras los pueblos sean prósperos, ¿para qué hacerlos crecer de forma artificial?
Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios; se alaba en sobremanera que venzáis a la pachorra habitual.
¡Salud!
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