Apuntes de Geografía
Publicado por
Antonio
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Apuntes de geografía
UN POCO MÁS SOBRE LOS OLVIDADOS
Hola,
No es éste el día habitual de la sección, aunque ya no sé si decir si la sección es o no habitual. Anoche me comprometí a volver a dar señales de vida hoy y así lo hago, aunque sea martes. Debo excusarme por la ausencia de las últimas semanas, máxime cuando fui yo mismo quien metió caña por este mismo asunto hace algún tiempo. Lamentablemente, el contagio de la desidia, unido a las graves consecuencias de un estrés continuado, me llevaron a un silencio del que hoy vuelvo a salir.
Había pensado varias opciones para ilustrar esta vuelta, pero La 2 me ha abierto los ojos hace apenas un ratito (igual que desencadenó mi presencia aquí, el 16 de marzo del año pasado). De casualidad he topado con un programa llamado Cuadernos de paso, un programa documental que muestra diversos aspectos sobre los lugares y las gentes de comarcas poco conocidas de España. No hace falta decir que, con esa temática, el programa ya de por sí me atrae, y mucho, por cuánto me llaman la atención los modos de vida rurales en una sociedad actual tan urbanizada y cómo, de esta forma, la televisión permite conocer realidades que pueden distar mucho de nuestro día a día, pero que están ahí.
El programa es una especie de viaje del narrador por las comarcas poco conocidas a las que me refería. Hoy el reportaje se centraba en la Serranía Alta de Cuenca. Ya dediqué una entrada entera de la sección a esa provincia, así que no divagaré mucho acerca de los lugares concretos por los que ha pasado este documental. Me limitaré a tomarlos como ejemplo, porque El Tobar, Masegosa, Santa María del Val o Cueva del Hierro son paradigmas de un mundo que se pierde sin que parezca que la cosa tenga remedio. Las actividades económicas tradicionales, sobre todo las vinculadas al sector primario, están cada vez más abandonadas, en buena medida por culpa de su dureza, que hace que la gente tienda a huir de ellas. Pero además, la administración pública tampoco se han encargado de dar incentivos a estos oficios. En ocasiones, por mucho amor que se tenga a la agricultura o la ganadería, no resulta nada rentable (cuando no directamente ruinoso) dedicarse a ello. Algo paradójico, cuando se trata de sectores que producen algo tan básico como el sustento de la población.
No vivo en una gran ciudad, pero aún así soy una persona de cultura bastante urbana, criada en un ambiente totalmente industrial. Aún así, siempre me ha cautivado el medio rural, no sé si tanto para vivir en él como para admirar a quienes viven allí su día a día. Tal y como está la sociedad en la actualidad, habitar un pequeño núcleo de población es un acto de envidiable valentía, con un puntito de ir a contracorriente, de defender una vida que, aun siendo más sacrificada, tiene notables ventajas. Podrá ser aún mejor cuando el medio rural disfrute, por ejemplo, de comodidades en el ámbito de las nuevas tecnologías (líneas ADSL, por ejemplo), pero hoy por hoy encuentro bastantes aspectos positivos en la vida en un pequeño núcleo. Los inconvenientes también son muchos, obviamente, pero creo que la balanza sigue cayendo para el otro lado.
De los 8.112 municipios que tiene España, 4.878 no llegan a 1.000 habitantes. Sáquese el porcentaje y se podrá comprobar que son una amplia mayoría, aunque su volumen de población es tan escaso que son continuamente olvidados desde los centros de poder. Por ello apelo desde este foro a que se les tenga más en cuenta, como ciudadanos que son. De la misma forma que animo a conocer un poco más estos lugares. Para uno, que conoce tanto de geografía de España, el aliciente no es saber dónde están El Tobar o Cueva del Hierro, sino tener ocasión de verlos. En estos casos concretos, aún no ha sido así, pero todo se andará.
Me voy a ir despidiendo. Ha sido una entrada algo atípica, por aquello de que no he soltado la habitual retahíla de topónimos curiosos, sino solamente esta especie de alegatode los lugares olvidados. Para la próxima volveré a la tónica general. Trataré de que sea cuanto antes, a pesar de los quehaceres varios, de la desidia veraniega y de cualquier otro contratiempo que pueda surgir.
Así que... Saludos y hasta la próxima, que la habrá.
Hola,
No es éste el día habitual de la sección, aunque ya no sé si decir si la sección es o no habitual. Anoche me comprometí a volver a dar señales de vida hoy y así lo hago, aunque sea martes. Debo excusarme por la ausencia de las últimas semanas, máxime cuando fui yo mismo quien metió caña por este mismo asunto hace algún tiempo. Lamentablemente, el contagio de la desidia, unido a las graves consecuencias de un estrés continuado, me llevaron a un silencio del que hoy vuelvo a salir.
Había pensado varias opciones para ilustrar esta vuelta, pero La 2 me ha abierto los ojos hace apenas un ratito (igual que desencadenó mi presencia aquí, el 16 de marzo del año pasado). De casualidad he topado con un programa llamado Cuadernos de paso, un programa documental que muestra diversos aspectos sobre los lugares y las gentes de comarcas poco conocidas de España. No hace falta decir que, con esa temática, el programa ya de por sí me atrae, y mucho, por cuánto me llaman la atención los modos de vida rurales en una sociedad actual tan urbanizada y cómo, de esta forma, la televisión permite conocer realidades que pueden distar mucho de nuestro día a día, pero que están ahí.
El programa es una especie de viaje del narrador por las comarcas poco conocidas a las que me refería. Hoy el reportaje se centraba en la Serranía Alta de Cuenca. Ya dediqué una entrada entera de la sección a esa provincia, así que no divagaré mucho acerca de los lugares concretos por los que ha pasado este documental. Me limitaré a tomarlos como ejemplo, porque El Tobar, Masegosa, Santa María del Val o Cueva del Hierro son paradigmas de un mundo que se pierde sin que parezca que la cosa tenga remedio. Las actividades económicas tradicionales, sobre todo las vinculadas al sector primario, están cada vez más abandonadas, en buena medida por culpa de su dureza, que hace que la gente tienda a huir de ellas. Pero además, la administración pública tampoco se han encargado de dar incentivos a estos oficios. En ocasiones, por mucho amor que se tenga a la agricultura o la ganadería, no resulta nada rentable (cuando no directamente ruinoso) dedicarse a ello. Algo paradójico, cuando se trata de sectores que producen algo tan básico como el sustento de la población.
No vivo en una gran ciudad, pero aún así soy una persona de cultura bastante urbana, criada en un ambiente totalmente industrial. Aún así, siempre me ha cautivado el medio rural, no sé si tanto para vivir en él como para admirar a quienes viven allí su día a día. Tal y como está la sociedad en la actualidad, habitar un pequeño núcleo de población es un acto de envidiable valentía, con un puntito de ir a contracorriente, de defender una vida que, aun siendo más sacrificada, tiene notables ventajas. Podrá ser aún mejor cuando el medio rural disfrute, por ejemplo, de comodidades en el ámbito de las nuevas tecnologías (líneas ADSL, por ejemplo), pero hoy por hoy encuentro bastantes aspectos positivos en la vida en un pequeño núcleo. Los inconvenientes también son muchos, obviamente, pero creo que la balanza sigue cayendo para el otro lado.
De los 8.112 municipios que tiene España, 4.878 no llegan a 1.000 habitantes. Sáquese el porcentaje y se podrá comprobar que son una amplia mayoría, aunque su volumen de población es tan escaso que son continuamente olvidados desde los centros de poder. Por ello apelo desde este foro a que se les tenga más en cuenta, como ciudadanos que son. De la misma forma que animo a conocer un poco más estos lugares. Para uno, que conoce tanto de geografía de España, el aliciente no es saber dónde están El Tobar o Cueva del Hierro, sino tener ocasión de verlos. En estos casos concretos, aún no ha sido así, pero todo se andará.
Me voy a ir despidiendo. Ha sido una entrada algo atípica, por aquello de que no he soltado la habitual retahíla de topónimos curiosos, sino solamente esta especie de alegatode los lugares olvidados. Para la próxima volveré a la tónica general. Trataré de que sea cuanto antes, a pesar de los quehaceres varios, de la desidia veraniega y de cualquier otro contratiempo que pueda surgir.
Así que... Saludos y hasta la próxima, que la habrá.
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